COVID-19 cobra la vida de Antonio Bernabé, fiero defensor de los inmigrantes
Durante décadas peleó por una reforma migratoria, y fue una voz persistente para los indocumentados
La pandemia de COVID-19 arrebató la vida de José Antonio Bernabé Lule, un campeón por los derechos de los inmigrantes durante más de dos décadas en Los Ángeles. No había movilización o demostración por los inmigrantes en la que no se hiciera presente.
La comunidad inmigrante de Los Ángeles está conmovida y llora su fallecimiento a los 60 años de edad.
“Tony” como era conocido, exhaló su último aliento el 20 de enero casi al mismo tiempo que el presidente Joe Biden anunciaba el proyecto de ley para una reforma migratoria, algo por lo que él luchó sin descanso.
Le sobreviven su esposa Martha, sus hijos Martha, Tony, Gabriela, Valentin, y su nieto Brooklyn.
“Se ha ido una joya de ser humano, un hermano de lucha, una inspiración”, dijo devastada Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), una organización de la que Bernabé fue parte por 23 años.
“Su partida ha sido una tristeza inesperada. Se fue muy rápido”.
A Angélica, el deceso de Tony, la ha sobrecogido demasiado, ya que ambos caminaron juntos en la lucha por los inmigrantes. “Tony estaba con el pueblo. Él decía que si no íbamos lejos del pueblo, nos perdíamos. Fue un hombre sumamente dedicado a la lucha y creíamos en cosas similares”.
La líder de CHIRLA narra que siempre se mantuvo en contacto con Bernabé durante los días que estuvo en el hospital. “Él tenía condiciones preexistentes, y empezó a enfermar a finales de diciembre”.
La última vez que hablaron, le dijo a Angélica que no se preocupara, que iba a estar bien. Pero la líder se inquietaba porque la voz de su amigo y hermano de lucha cada vez era más baja y le costaba hablar.
“Fue un luchador hasta el final. Un orgullo de Celaya, Guanajuato donde nació. Él vino en 1990 a Estados Unidos cuando tenía 30 años. Yo lo conocí en 1997. Él se ganaba la vida como jornalero. Después fue organizador, y cuando abrimos centros para jornaleros, él los entrenaba, los empoderaba. Y creó equipos de fútbol de jornaleros y participaba en maratones”. Peleaba porque no penalizara a los jornaleros.
Pero además Tony se distinguió por trabajar para sacar el voto y luchó muy duro por las licencias de manejo para los indocumentados. “Nos íbamos a Sacramento a las 11 de la noche y llegábamos a las 5 de la mañana, y con pocas horas de sueño nos lanzábamos a tocar las puertas de los legisladores y a cabildear por las licencias”.
También dio la pelea por los derechos de los vendedores ambulantes, y participó en todas las movilizaciones por los inmigrantes. Fue un mentor, un maestro y consejero para los inmigrantes.
Angélica dijo que el movimiento pro inmigrante será diferente sin Bernabé, pero con su partida, ha pasado el bastón de la lucha a otros inmigrantes que seguirán sus gigantescos pasos, peleando por leyes de migración justas.
En un video que le hizo CHIRLA, Bernabé relató que vino a este país por razones económicas. Su esposa y sus hijos lo alcanzaron más tarde. Comenzó ganándose la vida como jornalero. “Estuve en muchos trabajos pesados donde terminaba con la ropa sucia, rota, las manos ampolladas y solo 40 dólares. Yo cuidaba mucho ese dinero”.
En CHIRLA, tuvo que hacer mucho trabajo de escritorio, y añoraba estar afuera. “A mi me gusta la calle, platicar con los jornaleros y los trabajadores de la casa. Mi riqueza me la ha dado, estar con la gente pobre como yo que busca la esperanza”.
Para honrar su legado, CHIRLA ha establecido el Fondo para la Familia de Bernabé. Los donativos pueden ser hechos a través de la página web de CHIRLA en la sección Bernabé Family Fund. El Fondo estará funcionando a partir del viernes 22 de enero por la tarde.
Los detalles sobre sus servicios funerarios serán dados a conocer muy pronto.