‘Once Upon a Time in Venezuela’: La película venezolana que lucha su puesto en los Premios Oscar
"Se retrata la pobreza, la desnutrición, la ignorancia, incluso la ingenuidad, el amor por su tierra... Es una historia desgarradora", dice la productora ejecutiva Claudia Lepage
‘Once Upon a Time in Venezuela’ es la película documental hecha en El Congo Mirador, Venezuela, un pueblo de agua a punto de convertirse en un pantano. Se muestra de manera real como se mezcla la rivalidad con la inocencia, el amor con el fanatismo, y el gran deseo de creer en la posibilidad de un mundo mejor, dentro de una gran violación a los derechos humanos.
Durante 8 años, su directora, Anabel Rodríguez Río, viajó durante un día y medio con su equipo para enamorar al pueblo de que el mundo debía conocer su historia. Incluso una de sus protagonistas, durante 3 años no le quiso abrir la puerta de su casa. Pero todo valió la pena porque hoy va camino a los Premios Oscar.
Sí, al Oscar como ‘Mejor Película Internacional’, y por eso, sueñan con tener un padrino o madrina que los ayude a promover la película para que pueda entrar en la categoría.
Hablamos en exclusiva con Claudia Lepage, productora ejecutiva de ‘Once Upon a Time in Venezuela’ o ‘Erase una vez en Venezuela, Congo Mirador’, una de las más prestigiosas, queridas y profesionales del mundo del cine, quien nos cuenta, desde adentro, cómo nació este sueño que se estrenó el año pasado en el Sundance Film Festival y que hoy entra a Hollywood.
“La película muestra la polarización que está viviendo Venezuela, que es un poco la polarización que se ve en muchos países, donde políticamente las ideologías están muy enfrentadas… Los habitantes tienen que ponerse de acuerdo, chavistas y opositores, a ver si quieren salvar su pueblo, entonces es una metáfora de lo que está pasando en Venezuela. El Congo Mirador es un microcosmo, un pueblo con 600 habitantes, pero a nivel macro pasa eso, que nosotros los ciudadanos nos tenemos que poner de acuerdo para resolver nuestros problemas y nuestras diferencias… Mostrarle al mundo esta reflexión de que los seres humanos debemos dialogar, escucharnos, ser tolerantes para limar asperezas y solucionar los problemas y seguir adelante”, explica Lepage, quien vivió todo el proceso en primera persona.
Hacer esta película/documental llevó 8 años, 14 viajes, y mucha paciencia y amor. Como lo define la propia Lepage, fue un trabajo de hormiga, y una obra cinematográfica que se cocinó a fuego lento, aunque en el fondo, los habitantes de lo que alguna vez los conquistadores llamaron la ‘Piccolo Venezia’, necesitaban hablar.
‘El Congo Mirador se quería dejar contar, han sido muy abandonados por el estado a nivel educativo, a cuestión de salud, los derechos humanos normales que deberían tener cualquier ciudadano, no solo en el Congo Mirador, en Venezuela, hay una violación a los derechos humano. Se retrata la pobreza, la desnutrición, la ignorancia, incluso la ingenuidad, todo lo que vemos allí refleja incluso amor por su tierra, por su pueblo… Es una historia desgarradora”, relata la productora.
Como te contamos, tiene una carrera contra el tiempo, y la falta de presupuesto, para poder llegar a quedar en la categoría soñada de los Oscar, pero no pierden las esperanza, pues tiene una razón por la que aseguran merecen estar:
“‘Once Upon a Time in Venezuela’ merece ganarse un Oscar porque es el grito de un país, y a su vez una reflexión sobre la fragilidad de la democracia en el mundo, sobre la importancia de los valores, sobre la libertad. Un llamado de atención sobre lo peligroso que puede ser la polarización, la corrupción. Es una historia local de lo que está pasando en Venezuela, y a su vez un espejo de lo que está pasando en muchos lugares del mundo. Siento que nosotros merecemos estar en los premios Oscar, y además darle oportunidad a una cinematografía emergente, que ha tenido sus pasos importantes a nivel mundial, está reconociendo las minorías, dando voces a comunidades que no han sido suficientemente representadas. Creemos que tenemos bastante chance de pararnos bien en la competencia”, asegura Lepage.
Para poder lograrlo necesitan dos cosas. La primera: “Tenemos una red solidaria, una campaña muy en desventaja con otros países, anteriormente el estado venezolano, a través de su instituto de cine, financiaba las campañas, desde hace un tiempo ya no lo hace. Por eso hemos creado una campaña a través de nuestras redes sociales y es increíble como la gente ha donado. Ya por ahí siento que hicimos un buen trabajo”.
Y la segunda, y quizás la más importante teniendo en cuenta la exigencia de la academia de los Oscar y de sus miembros, un padrino o madrina que lleve el mensaje:
“Estamos buscando un padrino, una madrina que se sensibilice con la película, y que quiera ser vocero, porque sabemos que entre los miembros de la academia, por un lado hay mucha competencia, y muchas películas extraordinarias, pero quizás no todas son tan urgentes como estas. Un padrino o madrina que nos acompañara en este viaje y le diera un impulso”, concluye.
MIRA AQUÍ LA ENTREVISTA COMPLETA EN VIDEO Y PARTE DE LA PELÍCULA: