Maestros listos para ser inmunizados, pero piden acelerar vacunación a familias
"La comunidad latina ha sido impactada por COVID de manera desproporcionada, y ellos también necesitan las vacunas", maestra Delmy Roquel
El maestro Manny Caballero de la Academia Avance localizada en el barrio de Highland Park en Los Ángeles, está más que listo para recibir la vacuna contra COVID-19.
“La vacuna nos va a hacer sentir más tranquilos a la hora de regresar a las clases presenciales; y es por el bien de los niños y sus familias”, dice el maestro a cargo de enseñar a los niños de los grados 11 y 12.
Y confía que ya tiene ganas de regresar al aula porque los niños le han comentado que se sienten frustrados de las clases virtuales. “Para la mayoría, es mejor la enseñanza en persona”.
Las autoridades del condado de Los Ángeles anunciaron que a partir del 1 de marzo, los maestros serán elegibles para recibir la vacuna así como trabajadores de las guarderías, del campo, empleados de supermercados, policías y otros trabajadores que responden a las emergencias.
“A nuestra escuela ya nos contactó la agencia AmWest Ambulance que trabaja con el condado de Los Ángeles en la aplicación de vacunas, para decirnos que en los próximos 10 días, podríamos comenzar a recibir la vacuna Moderna”, afirma Ricardo Mireles, director de la Academia Avance del grado 6 al 12, la cual se encuentra en el décimo lugar entre las secundarias dentro del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) con la más alta cifra de inscritos en una universidad.
“Todo el personal de la escuela, incluidos los maestros, estamos muy ansiosos y con mucho interés en que nos apliquen la vacuna”, precisa.
Mireles, indica que aún vacunados, el regreso a clases se va a dar dentro de un proceso gradual y bajo condiciones controladas. “No van a llegar todos los estudiantes de un solo. Además los niños tendrán que presentar una prueba de que están negativos al virus, de por lo menos 10 días antes”.
En lo personal, Mireles comparte que está deseoso de recibir la vacuna, ya que cuida a sus padres de 80 años de edad.
El Departamento de Salud Pública dio a conocer que mientras se preparan para abrir la elegibilidad de tres sectores adicionales a partir de marzo, el condado trabaja con sus socios para atender los desafíos de la vacunación de más de 1.8 millones de trabajadores elegibles para la siguiente etapa de inmunización.
“Esto incluye una alianza con escuelas, sindicatos, negocios, proveedores de salud y socios comunitarios para establecer sitios específicos de vacunación”.
Algunas jurisdicciones están planeando junto con los proveedores crear sitios de vacunación cerca de sus lugares de trabajo; y muchos distritos escolares se han unido para crear sus propios lugares para su fuerza de trabajo.
La maestra Delmy Roquel quien enseña en los grados 11 y 12 en la Academia Avance, dice que la inmunización es un primer paso para la reapertura de escuelas y regresar a la normalidad el próximo ciclo escolar.
“Yo me voy a poner la vacuna, y me siento muy emocionada y contenta de que ya estemos comenzando a prepararnos para regresar a la escuela, pero es importante que las familias también sean vacunadas porque no olvidemos que nuestra comunidad ha sido desproporcionadamente impactada por esta pandemia“, dice la profesora Delma quien ha enseñado en la Avance desde 2011.
Mireles, el director de la Academia Avance recalca que si los maestros no se vacunan, cómo es que las familias se van a convencer de que deben vacunarse. “Así que esta nueva etapa de vacunación de los maestros, es buena para reiniciar las escuelas y para que las familias que tienen dudas, al ver el ejemplo de los maestros, se convenzan de que deben recibirla””.
Mientras se organizan para la vacunación, en algunos otros distritos escolares dentro del condado, el personal ya comenzó a ser vacunado.
Irene Ruiz, quien trabaja como cuidadora de niños en la escuela Whittier de Long Beach, dice que a ella ya le pusieron la primera dosis de la vacuna Pfizer, y este viernes 20 de febrero, le pondrán la segunda. “Regresé a trabajar en septiembre, entregando los almuerzos a los niños o a los papás que van a recogerlos, pero ya con la vacuna me siento más tranquila. Me protejo a mi misma y a las familias”.
Isaac Cardona, un paramédico, cuyo trabajo principal ha sido transportar pacientes con COVID-19 de sus casas a las salas de emergencia, dice que él recibió desde enero las dos dosis de la vacuna Pfizer. “Con la primera dosis, sentí el brazo un poco adolorido; y con la segunda, me dieron escalofríos por la noche, pero me tomé un Advil, y desaparecieron”.
El joven paramédico de 22 años comenta que ya vacunado se siente más seguro, pero aún así continúa cuidándose porque teme a las variantes del coronavirus.