Trump predice que “volverá a ganar” en 2024 y endurece su ataque contra la inmigración
El expresidente hizo una intervención incendiaria contra sus adversarios políticos, tanto contra Biden como contra miembros del Partido Republicano
El expresidente Donald Trump hizo este domingo su primera intervención pública tras salir de la Casa Blanca el pasado 20 de enero. En la Conferencia de acción política conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés), Trump trató de retratarse como líder del Partido Republicano y sugirió incluso que se presentaría por tercera vez a las elecciones en 2024. También volvió a poner la inmigración en el centro de todos sus ataques.
Al iniciar su discurso, Trump hizo alusión al propio partido y descartó cualquier intención de fundar un nuevo partido. “Tenemos el Partido Republicano, que está más unido que nunca”, insistió. Según el exmandatario, “solo un puñado” de miembros del partido -que el vincula al “establisment de Washington”. “Eran noticias falsas”, asegura respecto a las informaciones de que tramaba crear uno nuevo.
El resto de su intervención estuvo centra en criticar a sus adversarios políticos, especialmente al presidente Joe Biden, del que dijo que está en contra del trabajo, las familias, la energía, las fronteras, las mujeres y la ciencia.
"I am not starting a new party," says Donald Trump, as he makes his first post-presidency appearance at #CPAC2021 pic.twitter.com/gsoMCxdCLz
— Bloomberg Originals (@bbgoriginals) February 28, 2021
Inmigración
A lo lardo de su discurso, el exmandatario atacó en varias ocasiones a la inmigración y (acusó sin pruebas) a la Administración del actual presidente Joe Biden de “permitir” que entrarán al país más inmigrantes, a los que volvió a tratar como criminales. Trump volvió a insistir en la protección fronteriza después de que el presidente Biden para la construcción del muro que había quitado fondos al Pentágono y que muchas organizaciones ecologistas y defensoras de migrantes han criticado reiteradamente.
El expresidente también hizo mención a la prohibición de viajes que él mismo había impuesto a países de mayoría musulmana y que Joe Biden eliminó en su primera semana de mandato por considerarla discriminatoria.
Respecto a los refugiados, Trump criticó que su sucesor haya aumentado a 125,000 el cupo máximo de este año, que él había reducido a su mínimo histórico (15,000). El republicano comparó el cierre de restaurantes para prevenir la propagación del coronavirus con la admisión de más refugiados, pese a que ambas situaciones no están relacionadas.
Teoría de la conspiración
El exmandatario sigue insistiendo en la falsa idea de que hubo fraude electoral en las elecciones de noviembre de 2020, a pesar de que quedó ampliamente demostrado que Biden ganó por más de seis millones de votos. Las declaraciones sin pruebas de Trump condujeron a que el 6 de enero de 2021, el día en el que el Congreso certificaba la victoria del demócrata, un grupo de sus partidarios asaltara violentamente el Capitolio.
“Es innegable” que “cambiaron las reglas electorales de manera ilegal”, dijo el expresidente, a pesar de que los tribunales han desmentido estas afirmaciones en varias ocasiones. También pronosticó que volvería a ganar a los demócratas “por tercera vez” en 2024, aunque en cualquier caso sería por segunda vez ya que solo los ganó en las elecciones presidenciales de 2016 contra Hillary Clinton.
Trump claims "it is undeniable" that election rules were "illegally changed" — the only problem being that the courts in fact denied it pic.twitter.com/UqlqHgqGIc
— Aaron Rupar (@atrupar) February 28, 2021
Ataques a sus adversarios
A pesar de que Trump dijo al inicio de su discurso que el Partido Republicano está más unido que nunca, la brecha entre quienes le apoyan y quienes no quedó al descubierto poco después. El exmandatario mencionó a los compañeros de partido que se han opuesto a él, especialmente por su papel alentando al grupo violento que asaltó el Capitolio el pasado 6 de enero.
Trump puts Mitt Romney, "Little Ben Sasse," Richard Burr, Bill Cassidy, Susan Collins, Lisa Murkowski, Pat Tomney, and all the House Republicans who voted for his impeachment on blast by name — concluding with Liz Cheney pic.twitter.com/Me5JvoIslq
— Aaron Rupar (@atrupar) February 28, 2021
Una guerra civil interna emergió durante el discurso del expresidente cuando mencionó a Mitch McConnell, el líder de la minoría republicana en el Senado. McConnell apoyó a Trump durante todo su mandato y no salió a desmentir sus teorías falsas de fraude electoral hasta que todos los estados certificaron sus resultados (varias semanas después de conocer que Biden había ganado). El líder republicano sí que reconoció que el discurso del expresidente había jugado un papel central en el ataque al edificio del poder legislativo, aunque no votó en su contra en el último impeachment.
Trump contrapuso la figura de McConnell y de los siete republicanos que votaron con los demócratas en el juicio político al de otros miembros que defienden sus tesis como el senador Lindsey Graham. El expresidente defendió que el futuro del partido depende de quienes le apoyan y aseguró que va a trabajar para que sean estos quienes salgan elegidos como legisladores en las elecciones de mitad de mandato de 2022.
Coronavirus
La pandemia que desató hace ya un año el coronavirus también ocupó un papel importante en el discurso de Trump, que volvió a referirse a él como el “virus chino” ante una multitud que gritaba, abucheaba y vitoreaba sin mascarillas.
El exmandatario pidió al presidente Joe Biden que reabriera las escuelas y provocó una gran ovación entre su público. El propio Biden ha solicitado la reapertura y la red de Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha dicho que regresar a las escuelas es seguro. Sin embargo, la decisión de volver a enviar a los niños a los salones no se toma a nivel federal.
Trump criticó que la Administración Biden se atribuyera el avance de la vacunación. Fue bajo su Gobierno cuando se creó la Operación Warp Speed para distribuir la vacuna y el presidente Biden celebró la semana pasada que se hubiesen administrado 50 millones de vacunas contra COVID-19.