A un año de que comenzara la pandemia de la Covid-19, el deterioro económico de los ciudadanos se profundiza
La desigualdad económica se ha profundizado en estos 12 meses, las comunidades más afectadas son la latina, asiática y afroamericana. El 61% de las familias latinas ha tenido impactos financieros adversos a consecuencia de la pérdida del empleo
La precarización económica a dos años de la pandemia está afectando profundamente a los estadounidenses. Crédito: Shutterstock
Un año después de que la Covid-19 golpeara al país, muchos estadounidenses están día a día luchando contra el impacto económico que ha causado esta enfermedad. De acuerdo con un informe del Centro de Investigación Pew, los ciudadanos en edad laboral tienen estancadas sus metas financieras.
Con base en lo expuesto por Pew, muchas de las personas afectadas, mayores de 50 años, por la pandemia que se acercan a la jubilación, no podrán retirarse de sus empleos por los estragos que ha dejado la pandemia en sus finanzas personales.
Lo anterior tiene que ver con las medidas que han tomado muchas empresas para encarar el impacto económico que ha dejado la pandemia. Cuatro de cada 10 estadounidenses dicen que han recibido un recorte salarial o han sido despedidos, o viven con alguien que lo ha sido afectado.
Las familias conformadas por latinos y asiáticos, han experimentado una gran pérdida de ingresos, teniendo un impacto del 61% para los hogares latinos y 58% para los asiáticos. En ambos casos, dicen que han sufrido recortes salariales o despidos.
Los datos de Pew reflejan que la economía cambió radicalmente en este año, pues gran parte de las actividades se volvieron virtuales. Dejando en aprietos a industrias de servicios y de viajes, esto eliminó millones de empleos.
En contraste, una gran parte de las actividades de campos como la tecnología, las leyes o las finanzas se han realizado de forma remota. De acuerdo con el estudio, quienes laboran desde casa son el nicho poblacional con mejores trabajos en comparación con la industria del servicio.
Esa realidad desigual también se refleja en los datos de gasto. Si bien los estadounidenses de bajos ingresos tenían más probabilidades de ver caídas de ingresos, era menos probable que recortaran el gasto, según Pew.
El estudio de Pew revela que tres de cada 10 adultos está preocupado por las deudas, los trabajadores afroamericanos y latinos son más propensos a reportar preocupaciones que los encuestados blancos.
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