Administración Biden reactivará programa para que menores centroamericanos lleguen a EE.UU.
Niños y adolescentes de la región podrán solicitar el estatus de refugiado sin tener que jugarse la vida en un trayecto por tierra hasta la frontera con México
La Administración del presidente Joe Biden anunció este miércoles que reactivará el programa para Menores Centroamericanos (CAM, por sus siglas en inglés), que permite a niños y adolescentes de la región solicitar el estatus de refugiado sin tener que jugarse la vida cruzando por tierra para hacerlo en la frontera sur.
El expresidente Barack Obama puso en marcha el plan en 2014 cuando llegaron a la frontera miles de menores indocumentados en una situación similar a la que se ha empezado a vivir recientemente. Pero el expresidente Donald Trump tumbó el programa como parte de su política para limitar la inmigración.
La Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado (DOS) y los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Seguridad Nacional trabajan para una reapertura en dos fases, que permitiría a niños de Guatemala, El Salvador y Honduras reencontrarse con sus progenitores en Estados Unidos.
En una primera fase, que podría comenzar el próximo 15 de marzo, se comenzarán a procesar solicitudes que se cerraron cuando el programa se suspendió en 2017. En la segundo fase, se empezarían a aceptar nuevas solicitudes, según un comunicado de DOS.
La reforma migratoria de Biden contempla nuevas protecciones para los menores centroamericanos, pero su discusión permanecerá atascada en la Cámara de Representantes al menos hasta abril.
El anuncio del Gobierno llega en un momento en el que informes periodísticos apuntan a que se ha registrado un número récord de niños migrantes no acompañados que se encuentran bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza y en el que van quedando pocas camas para ellos en los refugios.
NBC News indica que podría haber 3,200 menores en instalaciones de CBP y The New York Times estima que el número de niños detenidos se había “triplicado en las últimas semanas”. Casi la mitad de los niños han estado detenidos más de tres días, el límite legal, en las celdas conocidas como “hieleras” debido al frío.