‘Cuando te torturan, huyes; no esperas el asilo’
Inmigrantes en la frontera cuentan que es casi imposible para ellos volver a sus países a pedir asilo, como pidieron autoridades en EE.UU.
La señora Ana, una madre de familia hondureña, dijo en el campamento de migrantes en Tijuana, México, —donde permanece por ahora— que está en desacuerdo con las declaraciones de la representante de la administración del presidente JoeBiden para la frontera, Roberta Jacobson, quien indicó que solo serán atendidas peticiones de asilo desde los países de origen de los migrantes.
“La señora [Jacobson] dijo que Estados Unidos quiere un proceso de asilo ordenado y humano, pero al querer que vayamos a nuestros países se pierde todo el sentido humano”, expresó la señora Ana.
Y agregó: “Yo fui torturada en Honduras, tengo evidencias… Y cuando a usted lo torturan, usted sale huyendo, aunque sea sin zapatos y sin nada para protegerse del clima, a usted le importa salvar la vida, no esperar el asilo ahí”.
Ana tiene un bebé, de 3 meses que nació en México, y comentó que si se fuera a su país de origen pondría en riesgo a toda la familia, incluido el pequeño y sus otros dos hijos hondureños.
Esta mujer es es solo una de casi 1,500 migrantes que acampan en la explanada de la garita peatonal de El Chaparral en Tijuana, a quienes Jacobson dedicó un mensaje particular para disuadirlos a que sigan en el campamento en busca de asilo.
“Venir a la frontera o esperar en un campamento, como sucede en El Chaparral, no les dará acceso prioritario para solicitar asilo o entrar a Estados Unidos. No le crean a los que digan lo contrario. Están tratando de aprovecharse de ustedes. La frontera está cerrada”, declaró Jacobson, exembajadora estadounidense en México.
En el mensaje grabado en español, agregó: “Permítanme repetir porque quiero dejarlo perfectamente claro: No vengan a la frontera. No crean que permanecer en un campamento acelerará su entrada a Estados Unidos. No traten de entrar a Estados Unidos de manera ilegal”.
Aseguró que en la administración Biden “estamos trabajando para mejorar el proceso de asilo. Sin embargo, planeamos continuar aplicando vigorosamente nuestras leyes que prohíben la entrada irregular a Estados Unidos. Quédense en casa. Quédense seguros. Esperen información en el futuro sobre el proceso de asilo”.
Finalmente indicó que las peticiones de asilo deberían hacerse desde sus lugares de origen.
No obstante, José Luis Pérez Canchola, delegado de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) —una institución vinculada con Naciones Unidas— dijo a La Opinión que la ola de migrantes y las expectativas de que se abriera un proceso de solicitudes de asilo las originó la administración del presidente Joe Biden.
“El propio presidente fue el que dijo que iban a recibir 125,000 peticiones”, indicó al recordar que el mandatario estadounidense se refirió a 25,000 migrantes que aguardaban en la frontera mexicana con peticiones de asilo abiertas en cortes estadounidenses, más una cuota de 100,000 refugiados para el 2021.
“Mientras que el campamento aquí en Tijuana es muy visual porque los migrantes ya estaban aquí, lo cierto es que después de las declaraciones del presidente Biden ya venían miles en vuelos de Europa, Asia y África y esos vuelos tuvieron que suspenderse”, aseguró el representante.
Dijo que la diferencia con las personas que acampan en Tijuana es que en su mayoría ya han estado en espera de solicitar asilo desde hace tiempo.
“Ayer registramos en el campamento a 45 bebés mexicanos hijos de padres extranjeros, bebés que nacieron aquí mientras sus padres esperaban oportunidad para solicitar asilo, y por esos bebés, a esas familias no las pueden echar de México ni pedirles que se vayan a Centroamérica o a Haití”, explicó Pérez Canchola.
Opinó que “la cancillería mexicana debería de negociar con el gobierno de Estados Unidos un nuevo programa para que las familias que ya se encuentran aquí puedan pedir asilo de manera ordenada”.
Volver es jugarse la vida
Martha, una madre de familia salvadoreña, dijo que a ella unos pandilleros le quemaron su vehículo y le gritaron que tenía una hora para desaparecer para siempre.
“Salimos como pudimos, porque lo más importante es salvar las vidas”, dijo.
Consideró que “va a ser muy difícil que las familias que, como la mía, nos salvamos por puro milagro, regresemos a nuestros países a pedir asilo a Estados Unidos. Eso significa jugarse la vida, no es sencillo como iniciar un trámite y ya”, dijo.
Ahora en el campamento en un tendedero cuelgan fotocopias de las noticias que hablan sobre migración y sobre el mismo campamento.
Los migrantes también organizaron una escuelita para niños pequeños.