Estados republicanos eliminan beneficios complementarios al seguro de desempleo
En promedio, el beneficio de desempleo en los estados representa $330 dólares a la semana, con el complemento federal, los beneficiados reciben $630. Esto en un mes equivale una erogación para el gobierno de $2,520 dólares y al año implica $30,240 al año
Los gobernadores republicanos pasaron del discurso a los hechos, luego de que el pasado fin de semana externaran que retirarían los beneficios complementarios por desempleo con el finde que los estadounidenses que gobiernan busquen empleo y no sólo perciban ingresos por concepto de ayuda.
De acuerdo con del Partido Republicano, la medida que está asumiendo, ayudará a las empresas a que llenen las vacantes que tienen disponibles. Por lo anterior, estados como Alabama, Iowa y Mississippi se unieron a Arkansas, Montana y Carolina del Sur para suprimir la ayuda.
El recorte que están promoviendo los mandatarios opositores a los demócratas, suprimirá los $300 dórales adicionales federales que se dan a la semana. Además, se eliminará los beneficios estatales regulares por desempleo. El beneficio complementario no expirará hasta el 6 de septiembre de 2021.
En Arizona se restableció la política que establece que las personas que aspiran a ser cobrar los beneficios por desempleo deben buscar activamente trabajo. Vermont también volvió a implementar una política similar a partir de esta semana.
En promedio, el beneficio de desempleo en los estados representa $330 dólares a la semana, con el complemento federal, los beneficiados reciben $630. Esto en un mes equivale una erogación para el gobierno de $2,520 dólares y al año implica $30,240 al año.
Con base en dichos parámetros, los republicanos han planteado que dichas cifras han evitado que los estadounidenses busquen empleo, ya que según ellos estos beneficios, representan más dinero de lo que un trabajador con el salario mínimo pueden ganar.
A pesar de dicha postura, el presidente Biden externó en un mensaje a la nación el pasado 10 de mayo que los estadounidenses quieren trabajar y que no existe evidencia alguna para aseverar que esto es distinto. No obstante, la autonomía de los gobernadores les permite recortar estos beneficios federales.
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