Algunos demócratas ya piensan en suprimir los beneficios por desempleo como los republicanos
Algunos demócratas como el presidente del Comité de Finanzas del Senado ya reconocen la necesidad de que los estadounidenses se reincorporen a la fuerza laboral y así evitar un impacto en las finanzas públicas
Hasta hace unos días los únicos que estaban de acuerdo con eliminar las ayudas federales por desempleo eran los gobernadores republicanos, así como sus congresistas del Senado y de la Cámara de Representantes. Este posicionamiento ya ha afectado a millones de ciudadanos en los estados gobernados por los opositores a la administración Biden.
A pesar de que un amplio sector de los demócratas se han opuesto a que se lleven a cabo este tipo de medidas en los territorios gobernados por los republicanos, algunos de sus ahora están señalando que están contemplando la posibilidad de dejar de apoyar el suplemento semanal federal. De no renovarse el apoyo por desempleo expirará a principios de septiembre.
Hasta ahora, 26 estados han suprimido las partidas federales para atender el problema de desempleo. La ayuda otorgada representaba $300 dólares semanales, de acuerdo con The Hill, el principal argumento de esto tiene que ver con que se piensa que el apoyo desalienta la búsqueda de empleo. Esta posición empata con los dichos de los republicanos.
De acuerdo con cifras oficiales, los apoyos por desempleo para los beneficiados representaban $600 dólares semanales en promedio, ya que una parte es entregada por los estados de los beneficiados y la otra por el gobierno federal, el cual es considerado un pago complementario. Este tipo de pago fue rechazado por los gobernadores, ya que sus atribuciones les permite hacerlo.
Sumando ambos apoyos al mes, los trabajadores desempleados reciben o recibían $2,400 dólares, cifra que en muchas ocasiones representa más dinero del que perciben estando en un empleo, de acuerdo con algunos demócratas y con los republicanos. Bajo dicha perspectiva, al suprimir los apoyos federales se busca obligar a los estadounidenses a reincorporarse a la fuerza laboral.
Ayer de forma pública el senador demócrata Ron Wyden, presidente del Comité de Finanzas dijo que desde su perspectiva, “los programas de desempleo pandémico deberían estar vinculados a las condiciones económicas”. Wyden reconoció que “se acentúan los efectos presupuestales de estas políticas y es un obstáculo”.
Con base en este posicionamiento, quien pretenda extender los beneficios más allá de septiembre, probablemente, se encontrará con fuerte bloque bipartidista en contra. Tanto republicanos como demócratas buscan que las miles de vacantes de empleo sean llenadas lo más pronto posible. Con ello contribuir a la aceleración de la mejora económica que vive el país desde hace meses.
Esta posición política de algunos demócratas también tienen que ver con los fenómenos económicos adversos a los que se está enfrentando Estados Unidos como es el caso del alza generalizada en la inflación, situación que ha puesto en alerta a la clase empresarial y a los millones de consumidores.
Si un grupo nutrido de demócratas apoya la idea de Ron Wyden es poco probable que se pueda extender este programa a nivel nacional, ya que la bancada republicana no está en favor de la extensión, entonces, sumados a los demócratas que no buscan la renovación en una eventual votación tendrían la mayoría necesaria para rechazar el tema.
Hasta ahora no se ha tocado el tema de forma abierta en el interior del grupo parlamentario de los demócratas, ya que la presente agenda político-económica dictan que la prioridad es aprobar lo más pronto posible el Plan de Infraestructura propuesto por el presidente Joe Biden donde se incluye el American Jobs Plan y el American Families Plan.
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