El covid lo dejó sin pareja, ahora celebrará solo con sus hijos
La esposa de Vicente Rodríguez sucumbió a la pandemia a unos días de haber festejado sus Bodas de Oro
Por primera vez en su vida, don Vicente Rodríguez pasará el Día del Padre con sus cuatro hijos, pero sin su esposa María Piedad Rodríguez Gallardo, quien falleció a causa del coronavirus, el 17 de diciembre de 2020.
A don Vicente se le corta la voz y llora.
“En el Día del Padre ella me cantaba Las Mañanitas; me abrazaba y me decía cuanto me quería”, recordó don Vicente. “Ella y mis nueras hacían unos pastelillos para mis nietos y yo bailaba con ella unas polkas”.
Por algunos años, María Piedad había estado en hemodiálisis y en 2018 recibió un trasplante de riñón, pero a finales del 2020 la situación se complicó.
El 27 de noviembre, cuando la pareja cumplió sus bodas de oro, pocas amistades y familiares acudieron a su misa, en la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, en Santa Ana. Fue un día inolvidable.
“Pero cuatro días después de la boda, ella comenzó a sentirse muy cansada y tenía problemas para respirar”, dijo don Vicente.
El médico de cabecera recomendó que ella se hiciera una prueba de covid-19 y los resultados fueron positivos.
Enseguida, María Piedad fue aislada en un cuarto con oxígeno y sus medicinas.
“Un día, ella me dijo, viejito llévame al hospital, pero yo no quería por lo que decían que si entraban ya no salían [con vida]”, narró don Vicente.
Sin embargo, su esposa tuvo que ser trasladada a un centro médico de Anaheim donde fue entubada. Aunque de principio le dieron esperanzas de recuperación, luego todo se agravó.
“Cómo no voy a extrañarla en este Día del Padre si ella ha sido el amor de mi vida”, expresó el hombre nacido en Valparaíso, Zacatecas, pero criado en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Don Vicente, ahora de 77 años también ha sido un padre ejemplar para sus cuatro hijos María de Jesús (46), los cuates Gerardo y Rodrigo (42) y María Isabel Montserrat (37).
“Mi padre ha sido un buen amigo, muy luchador por su familia, fue un buen esposo para mi madre”, dijo Gerardo.
“A nosotros nos ha enseñado el valor de la vida, nos ha inculcado el amor a Dios, en primer lugar, y después todo lo demás… Mi padre es mi héroe”, añadió.
La cercanía de don Vicente es tal que sus hijos Gerardo y Rodrigo trabajan con él en “La Amiga”, un negocio de venta de telas que abrieron en la ciudad de Santa Ana hace 28 años.
“Mi padre es la más grande persona que Dios me dio; está lleno de virtudes y es un hombre ejemplar que siempre ha luchado por el bienestar de su familia”, opinó Rodrigo Rodríguez.
Por su parte, María Isabel Montserrat, describió a su progenitor como “el mejor del mundo porque siempre ha sido una muy buena persona, y cuando nos portamos mal nos llama la atención”.
Montserrat recordó que tiene muy gratos recuerdos de su progenitor. Especialmente cuando ambos jugaban y él terminaba abrazándola.
“Me decía, yo soy el monstruo y como yo lloraba, él de inmediato me consolaba y me cargaba en sus brazos”, dijo Montserrat.
A pesar de que toda la familia tiene la pena a flor de piel, este día celebrarán con una birria al estilo Aguascalientes, siempre recordando a su madre y ahora, celebrando a su padre.
Don Vicente es padre de cuatro hijos, abuelo de 11 nietos y una bisnieta.