Vendedores ambulantes acusan abuso de autoridades de Los Ángeles
Los vendedores de origen hispano se quejan de acoso por parte de los inspectores y la policía, además del elevado costo de los permisos para trabajar en las calles
Aunque la ciudad de Los Ángeles tiene políticas de apoyo para los vendedores ambulantes, las denuncias sobre presuntas intimidaciones y abuso por parte de las autoridades van en aumento, principalmente de funcionarios de salud y oficiales de policía.
Recientemente se han dado a conocer detenciones durante una inspección en MacArthur Park, en el centro de Los Ángeles, en donde los inspectores tiraron a la basura la comida y la mercancía de los vendedores, que realizaron la denuncia.
“A ningún otro negocio llega un inspector de comida con un oficial armado”, dijo Carla de Paz, vocera de la organización Colectivo Poder Comunitario, quien declaró a Univisión que durante los operativos sanitarios en contra de los vendedores de comida ambulante “ se siente otro nivel de intimidación”.
Consultado acerca de las denuncias por Univisión, el Departamento de Salud respondió: “Toda persona que venda comida al público debe contar con los permisos requeridos con medidas específicas que garanticen la salubridad del público en general”.
Sin embargo, De Paz insiste que solo el 2% de los vendedores ambulantes de Los Ángeles tienen el permiso, a pesar de realizar la inversión para comprar el equipos y la materia prima para trabajar en las calles y los parques.
Mientras tanto, las quejas de los ambulantes se siguen acumulando y presentaron una queja formal ante el concilio de la ciudad de Los Ángeles este martes 22 de junio, donde además llevaron una lista de peticiones a las autoridades de la ciudad.
“Exigimos que dejen de usar a oficiales armados del LAPD o del Sheriff durante las inspecciones sanitarias”, insistió la vocera de Colectivo Poder Comunitario. Además, pidieron una moratoria para trabajar sin permiso hasta que las autoridades agilicen el proceso para otorgarles la autorización para trabajar en las calles de la ciudad.
Los permisos anuales de la ciudad tienen un precio de $291 dólares para todos los vendedores ambulantes y se espera que sean de $541 después del 1 de julio. Los vendedores de alimentos también deben pagar permisos del condado que cuestan $772 dólares al año y $746 por una inspección del carrito. Para ponerlo en contexto, las licencias para los médicos de California cuestan $820 dólares cada dos años, en una profesión con salarios medios de más de $200,000 dólares anuales, en comparación con el salario promedio de un vendedor ambulante de $11,300.
La ley local SB 946, que entró en vigor en enero del 2019, despenalizó las ventas ambulantes y les otorga derechos a los trabajadores para ofrecer sus productos siempre que cumplan con las reglas establecidas en cada localidad. Algunas organizaciones, como Acción Inclusiva para la Ciudad, han iniciado algunos proyectos para ayudar a los vendedores ambulantes.
Esta asociación ha creado un fondo para apoyar con $400 dólares a los vendedores ambulantes que no han recibido estímulos por parte del gobierno. En su página web, Acción Inclusiva informa que desde el año pasado a repartido alrededor de $650,000 mil dólares en ayuda a más de 1,400 vendedores.