Desamparados: ‘Otras ciudades no son tan amables como Los Ángeles’
Residentes y dueños de negocios agradecen la presencia del Sheriff en las playas de Venice
A casi tres semanas de que alguaciles del condado de Los Ángeles (LASD) llegaran a la playa de Venice para comenzar a reubicar a cientos de desamparados que vivían ahí, el área se ve más limpia y con mucho menos casas de campaña esparcidas a lo largo del corredor turístico.
Gregorio Hernández, vendedor de cuadros de fotos en el corredor—mejor conocido como Venice Boardwalk—la presencia de los agentes del sheriff es lo mejor que les ha pasado en el último año.
Aseveró que siempre ha habido desamparados en Venice pero con el inicio de la pandemia el año pasado, las casas de campaña llegaron por montones.
“Los políticos no están haciendo nada, el único que está haciendo algo es el sheriff [Villanueva]. Ya vinieron y limpiaron acá que estaba lleno de homeless”, dijo Hernández señalando el área de donde él vende.
No obstante, dijo que en ocasiones el intento de las autoridades por remover a los desamparados no es suficiente. Al no tener un lugar estable, se van pero luego regresan.
“Ahí está uno que solo está tocando a las mujeres, a ese que se lo lleven”, indicó Hernández, señalando a uno de los desamparados. “Es el dolor de cabeza de nosotros a diario. En la mañana vienen [los desamparados] y me dicen groserías, me han quebrado mis cuadros, me han robado”.
Aseveró que los vendedores no tienen con quien quejarse ya que cuando llaman a la policía no les hacen caso.
“Ah pero si alguien le pegó a un homeless ahí están todos protestando”, aseveró.
A unos metros de distancia, una vendedora de artesanías mexicanas dijo que con todo lo que ha pasado con los desamparados solo le ha causado que se le suba la presión.
“No me siento bien”, dijo la vendedora quien lentamente acomodaba su mercancía.
Es un ‘estilo de vida’
A lo lejos del corredor principal de Venice todavía se pueden ver algunas casas de campaña esparcidas. Unas en grupo y otras por si solas.
En una de ellas estaba un joven de 28 años identificado como René “Bones”, quien aseguró que los desamparados, incluyéndolo a él, no buscan ayuda porque no es una incomodidad pero más bien un estilo de vida.
“¿Cuántas personas no quisieran despertar al lado de la playa?”, cuestionó René, quien se encontraba con una mujer identificada como Amanda.
René dijo que llegó de su natal Costa Rica en el 2012 y desde hace unos años vive en la calle. Explicó que muchos desamparados no se mueven de donde están porque otras ciudades no son tan amables como Los Ángeles.
“La gente no cruza a [la playa] de Santa Mónica porque ahí no hay ayuda gubernamental, no te dan nada. Ahí te corren”, dijo René. “Tampoco haces dinero allá. Es bien aburrido”.
En entrevista con La Opinión, René aseguró que pese a que tenía hambre prefería estar al lado de la playa.
“Ya cuando queremos comprar la comida vendemos cualquier cosa como carteras que la gente tira a la basura, pinturas, bicicletas, lo que sea”, dijo el joven. “Hacemos una manualidad y la vendemos y la gente lo compra porque es bien [ingenua] y les gusta que se están llevando algo de Venice”.
René aseguró que ha conocido a varios desamparados que tienen estudios universitarios, pero aun así deciden vivir como indigentes.
Amanda dijo que ella es originaria de Louisiana y llegó hace tres años a Los Ángeles. Indicó que ya encontró un refugio donde vivir y tiene un auto, pero aun así le gusta estar en la calle junto a sus amigos.
“Yo regresé una vez a Louisiana, pero ya no me gustó. No pienso volver más”, aseguró Amanda de origen anglosajón.
En el 2020 Venice contaba con alrededor de 2,000 desamparados, según datos de la Autoridad de Servicios para Desamparados de Los Ángeles (LAHSA). Con la llegada de la pandemia, residentes de Venice indicaron que por lo menos 200 casas de campaña llegaron a instalarse a lo largo del corredor principal de la playa.
Estado de emergencia
Pese a que ha surgido el criticismo de funcionarios electos de la ciudad de Los Ángeles por la presencia del LASD en Venice, el sheriff Alex Villanueva aseguró que luchará hasta que logren remover a los desamparados con la ayuda de los recursos necesarios.
El miércoles envió una carta a la junta de supervisores del condado de Los Ángeles pidiendo que se declare estado de emergencia local por la crisis de los desamparados.
En su carta indicó que sus teléfonos han sido inundados con llamadas de ciudadanos del condado preocupados que le piden que haga algo respecto.
“Aunque uno solo es responsable por el electorado de los respectivos distritos, los residentes de los cinco distritos me colocaron en el cargo y soy responsable ante ellos”, dijo Villanueva.
Explicó que ha llegado un flujo de indigentes de toda la nación a tomar ventaja de los servicios que están ofreciendo. Esto causa que los recursos para los indigentes locales se reduzcan causando dicha crisis.
“En un momento Venice era el destino número dos en el sur de California para los turistas después de Disneylandia”, dijo el sheriff. “Las dificultades económicas que enfrentan nuestros propietarios de negocios y residentes locales es inaceptable”.
Mientras tanto, el concejal Mike Bonin, representante del área, está enfrentando una posible destitución por sus votantes que están descontentos con el trabajo que ha hecho en cuanto a los desamparados.
Aseguró que en un momento en que una minoría vocal aboga por “eliminar el presupuesto” de la policía, el LASD necesita los recursos y financiación necesaria para prevenir una “catástrofe” de pérdidas humanas y para enfrentar las constantes amenazas que reciben.
Villanueva aseguró que hasta el momento el LASD ha demostrado que tiene una fórmula comprobada que debe ser ejecutada rápidamente y es apoyada por la corte, los residentes y los negocios.
“En lugar de poner cintas rojas y trámites burocráticos innecesarios, únanse a mí en el esfuerzo por conectar a los desamparados con los servicios necesarios y restaurar la calidad de vida que los residentes y dueños de negocios del condado de Los Ángeles merecen”, pidió Villanueva a la junta de supervisores.
Mientras tanto en la ciudad de Los Ángeles, el ayuntamiento retrasó una votación sobre el gasto de $5 millones para el plan del concejal Mike Bonin, representante de Venice, de ofrecer vivienda a unas 200 personas sin hogar a lo largo del corredor.
La votación de financiación fue movida para el 1 de julio.
Sin embargo, el cambio no retrasará el inicio del programa que comenzará el lunes con equipos de extensión que comenzarán a ofrecer alojamiento, refugio y servicios. Quienes se nieguen se les pedirá que abandonen el área.
El concejal Bonin está enfrentando una posible destitución por sus votantes que están descontentos con el trabajo que ha hecho en cuanto a los desamparados.