Avanza medida para evitar el robo de salarios en California
Miles de costureros ganan muy por debajo del sueldo mínimo en el estado; si la propuesta SB 62 es aprobada, se eliminaría el sistema de pago por pieza en la industria de la confección
Cuando María del Carmen Hernández emigró de México a Estados Unidos hace 30 años, el primer empleo que consiguió fue como trabajadora de la costura. Debido a que no sabía utilizar la máquina de coser le dieron empleo de planchadora por el cual recibía un salario de $25 a la semana y un vaso de sopa ramen para su almuerzo.
“Como uno no sabía nada, no podía reclamar”, dijo Hernández. “El patrón sabía nuestra situación [migratoria] y se aprovechaba”, explicó Hernández.
Ella continuó trabajando en la costura y con los años aprendió a usar la máquina de coser y su salario aumentó entre $40 y $50 a la semana.
“Nos pagaban como de 9 a 10 centavos la bastilla de manga de la playera”, indicó Hernández. “He recorrido varias fabricas y casi en ningún lado pagan lo que es”.
La trabajadora dijo que con tantos años que lleva en el mismo oficio ya se acostumbró. Le gusta su trabajo, subraya.
Sin embargo, está consciente de que ella y sus compañeros que laboran en la misma industria deben ganar más por lo que hacen.
Aseguró que lo más que gana trabajando de lunes a domingo son $320 a la semana.
Por esta razón ella celebra que nuevamente se esté luchando por la propuesta de ley SB 62 o Ley de Protección al Trabajador de la Confección. De ser aprobada, eliminaría el sistema de pago por pieza en la industria de la confección, una norma obsoleta que durante demasiado tiempo ha dejado el salario mínimo fuera del alcance de los trabajadores al pagar tan poco como tan solo dos centavos por pieza.
La propuesta SB 62 también amplía la responsabilidad en la cadena de suministro a las marcas de moda, mismas que producen sus productos en California. La medida cerraría una brecha en las protecciones laborales existentes que obstaculizan la capacidad de los trabajadores para recuperar los salarios impagos.
La ley fue aprobada en el Comité Judicial de la Asamblea de California con una votación de 8-3 la semana pasada. Ahora se dirige hacia el Comité de Asignaciones.
Trabajadores y activistas indican que esta victoria agrega impulso a la campaña de los trabajadores de la confección a favor del proyecto de ley contra el robo de salarios.
La SB 62 fue aprobada por el Senado este año con un creciente apoyo de los legisladores y ha acumulado 145 patrocinadores de empresas de la moda, junto con más de 50 organizaciones comunitarias y sindicatos. Entre los partidistas más recientes está la Federación Laboral del Condado de Orange.
Daisy González, organizadora del Workers Garment Center en Los Ángeles, dijo que la propuesta ya había sido presentada el año pasado, pero no llegó a votación por falta de tiempo debido a la pandemia del covid-19.
“Muchas propuestas de ley murieron en ese tiempo”, explicó González.
Esta ley de ser aprobada beneficiaría a alrededor de 46,000 trabajadores de la costura en California.
Un estudio reciente de UCLA Labor Center demostró que alrededor del 85% de los trabajadores experimentan robo de salario, algo que esta ley pretende evitar.
“Los empleadores deben garantizar, por lo menos, el salario mínimo”, dijo González. “Los trabajadores de la costura son expertos en lo que hacen, trabajan con máquinas industriales. Son trabajadores esenciales”.
La senadora María Elena Durazo, autora de la SB 62, dijo que la votación significa que California está un paso más cerca de respetar la dignidad de la fuerza laboral de la confección, industria que ha sido explotada demasiado tiempo.
“Muchos de los fabricantes de prendas de Los Ángeles trabajan de 60 a 70 horas por semana mientras reciben muy por debajo del salario mínimo estatal, sin interrupciones”, dijo Durazo en un comunicado. “Queremos que la industria de la moda de Los Ángeles sea próspera, pero no a costa de hombres y mujeres trabajadores”.
Si la propuesta es aprobada en el comité de asignaciones será enviada a la asamblea para votación y eventualmente al escritorio del gobernador de California, Gavin Newsom