Las pequeñas empresas están perdiendo la batalla de contratación frente a las grandes
Los pequeños empresarios no pueden incrementar los salarios como lo hacen las grandes compañías en todo el país, esta situación hace que sus negocios tengan un menor personal, quienes pagan mejor sólo lo podrán hacer por una corta temporada
A lo largo del año pasado la clase empresarial estadounidense se ha tenido que enfrentar con dos fenómenos que no les ha permitido tener un desarrollo económico deseable, la Covid-19 y la negativa de millones de personas a regresar a la fuerza laboral.
Esta batalla ha dejado en claro que uno de los impactos directos del coronavirus tiene que ver con la concepción del trabajo ha cambiado para millones de personas, quienes en muchos casos apelan al trabajo remoto y algunos con mayor flexibilidad al híbrido.
Lo cierto es que en muchos sectores los ciudadanos no pueden aplicar esta forma de trabajo, ya que el día a día pide que debe ser presencial, por lo que para quienes ya tienen casada la idea de que su labor será remota o híbrida no les convence el regreso a los trabajos.
La llegada de la variante Delta ha puesto a empresarios grandes y pequeños en predicamentos, ya que la contratación se puede volver a reducir, pues con el alza de los contagios muchos estadounidenses están renuentes a regresar a los empleos, situación que ha preocupado a muchos empleadores.
Hace un año se hablaba abiertamente del colapso de miles de empresas por todo el país por el confinamiento, este año la problemática no es el distanciamiento social, es la falta de personal para operar y dar viabilidad a miles de empresas grandes, medianas por todo el país.
La reapertura de los comercios en enero de este año dejó la esperanza de que las empresas minoristas de toda clase y de comercio tendrían un alza económica, después de un año de pérdidas, principalmente, porque millones de estadounidenses gradualmente regresarían a los puestos, no ha sido así.
Hoy las tendencias de contratación las están equiparando las grandes empresas, situación que desplaza ha aquellas que no tienen un poder adquisitivo tan fuerte para ofrecer mejores salarios para atraer a los ciudadanos, así como tampoco pueden ofrecer grandes beneficios.
Es así que las pequeñas y medianas empresas de todo el país se encuentran en jaque por el tema de la contratación. Firmas como Chipotle o Target, desde el mes de abril comenzaron una ardua campaña de reclutamiento ofreciendo un salario mínimo de entre $15 dólares o $16 dólares, estas cifras no la pueden pagar firmas pequeñas.
Según un estudio del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, la reapertura económica hizo que los salarios se elevaran 3.6% en junio. En la industria del servicio las remuneraciones se han elevado a 7.2%, restaurantes y bares se disputan las contrataciones por la escasez de personal.
De acuerdo con The Hill las empresas pequeñas son las grandes perdedoras en esta disputa de personal, ya que no cuentan con los medios necesarios para retener a los empleados ante las ofertas de mejores salarios por realizar la misma actividad, por lo que esto puede minar las finanzas de dichos negocios.
A nivel nacional, muy pocas pequeñas empresas y negocios pueden pagar lo mismo que las grandes cadenas empresariales, ya que los que están pagando salarios mínimos por hora de entre $15 o $16 dólares es porque millones de estadounidenses están saliendo a realizar compras por el verano o se encuentran en zonas turísticas, lo cierto es que la realidad puede ser distinta cuando acabe esta temporada.
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