“Es criminal”: así definió los altos costos de la educación universitaria una ex CEO de Sallie Mae

Una de los principales retos económicos a los que se enfrentan las familias estadounidenses por todo el país es tener la capacidad financiera para poder pagar la universidad de sus hijos. Pero en muchas ocasiones esto es muy complicado por los altos costos que esto implica, por lo que las familias terminan endeudadas por muchos años.

Ante esta situación, de acuerdo con The Hill, un ex director ejecutivo de la firma de préstamos estudiantiles Sallie Mae expuso que el costo de la matrícula en las universidades estadounidenses es “criminal”, pero reconoce que él jugó un papel en su ascenso, según un libro de próxima publicación.

En una adaptación de “The Debt Trap” del reportero del Wall Street Journal Josh Mitchell, que se publicará el 3 de agosto, Al Lord, quien se unió a Sallie Mae en 1981, dijo que sintió por primera vez el impacto de los costos de matrícula cuando comenzó a pagar los de uno de sus nietos.

Lord dijo que pagó $175 dólares por semestre durante la década de 1960 cuando asistió a la Universidad Estatal de Pensilvania, una gran diferencia con la matrícula que pagó por su nieto, quien se inscribió en la Universidad de Miami hace varios años. La universidad actualmente cobra $75,230 dólares para un estudiante universitario en el campus, que incluye matrícula, tarifas, alojamiento y comidas, transporte y otros gastos.

Según los informes que se han encontrado, también pagó la matrícula de varios otros nietos, cerca de $200,000 dólares por persona. “Estoy muy contento de haber ahorrado para mis nietos. Si el ingreso promedio es de $40,000 dólares o $50,000 dólares o $60,000 dólares, simplemente no sé cómo lo hacen”, dijo Lord en referencia a las ganancias de las familias promedio.

Según los informes, reconoce en el libro que entiende que jugó un papel en alentar a las universidades a aumentar sus tarifas. Según “The Debt Trap”, después de que Lord comenzara su primera carrera como director ejecutivo de Sallie Mae en 1997, inició una serie de incentivos para permitir que los estudiantes obtengan más préstamos para que las universidades puedan cobrar más.

Sallie Mae comenzó a agrupar paquetes de préstamos para estudiantes que luego se vendieron a inversores. Además, Lord persuadió a las escuelas para que los estudiantes pidieran prestado dinero a los bancos, donde Sallie Mae compró sus préstamos estudiantiles, o al propio prestamista estudiantil, según el libro.

Las promesas de Sallie Mae de que el dinero adicional de los inversores privados estaría disponible para que los estudiantes lo aprovecharan hizo que sus acciones se dispararan posteriormente.

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