No se utilizará la violencia para desalojar a los desamparados de MacArthur Park
El concejal Gil Cedillo dijo que se está hablando con las personas sin hogar para llevarlos a vivir a hoteles y moteles de LA; unas 250 personas ya han sido reubicadas
María López, una mujer de 39 años que tiene problemas de drogadicción y está embarazada de tres meses, era una de las menos de 10 personas sin hogar que aún seguían acampando ayer en la tarde en el Parque MacArthur, que estará cerrado durante 10 semanas para obras de mantenimiento y remodelación.
Un día antes del cierre, un total de 259 indigentes que vivían en las inmediaciones del lago del parque habían aceptado ser trasladadas a un refugio, hoteles y moteles como vivienda transitoria, ofrecidos a través del proyecto Room Key de la ciudad de Los Ángeles.
El Departamento de Recreación y Parques había diferido numerosos aspectos del mantenimiento del parque durante más de 19 meses en todos los parques de la ciudad debido al covid-19.
En MacArthur Park se harán reparaciones eléctricas en bóvedas subterráneas, reparaciones y mejoras de iluminación, resiembra y plantación de jardines, reparaciones y mejoras de riego, reemplazo de señalización y reparación y reemplazo de muebles del parque.
“Yo solamente quiero estar tranquila, en un lugar seguro y ver a un médico”, dijo María López a La Opinión. “Quiero que mi hijo nazca sano”.
Aunque el cierre del lado sur del parque, ubicado entre las calles Alvarado, Park View, Wilshire Boulevard y Seventh Street será a las 10 p.m. de hoy viernes; las personas sin hogar no tendrán ningún impedimento para mudarse a la parte norte del parque.
“Allí, nuestro personal seguirá visitando a las personas para tratar de convencerlas para que acepten ir a un lugar seguro”, dijo a La Opinión el concejal Gil Cedillo. Lo mismo harán trabajadores sociales de la Autoridad de Servicios para Personas sin Hogar de Los Ángeles y Personas (LAHSA).
Cedillo aseguró que, a diferencia de los incidentes violentos que involucró a oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en el desalojo de Echo Park, y a agentes del alguacil del condado en la remoción de indigentes en la playa de Venice, “en MacArthur Park no habrá violencia”.
“Durante toda mi carrera nunca he participado en ningún acto de violencia; al contrario, mi servicio es para la comunidad que necesita parques seguros y limpios”, dijo el funcionario municipal.
En efecto, Cedillo cuenta con el respaldo de casi todos los miembros del Consejo Vecinal del Parque MacArthur, quienes desmintieron a un planificador urbano de Chicago que habló por todos ellos y que citó que los desamparados no se moverían del parque si no se les ofrecía vivienda permanente”.
“Nosotros somos los que luchamos por la comunidad y queremos que las personas no pasen frío en la calle y se resguarden de la lluvia”, declaro José Félix, vicepresidente del Consejo Vecinal del parque MacArthur.
“Las personas sin hogar son seres humanos que necesitan ayuda y si se les proporciona un techo donde dormir, nunca podríamos oponernos; eso habla del enfoque humanitario de los cambios que nos van a beneficiar”.
Un día antes del cierre, guardabosques de la ciudad recorrieron el parque para vigilar que todo estuviera en orden, mientras que elementos del Departamento de Saneamiento de la ciudad acordonaron las pertenencias de algunas personas, las videograbaron y después las lanzaron a un camión recolector de basura.
Mientras tanto, en la esquina de las calles Park View y Wilshire, el salvadoreño Javier Hernández logró detener un pleito entre su amigo Moisés Josué, un hondureño contra un indigente que les robó varios artículos de ropa que tenían en una bolsa, debajo de una carpa.
Armado con un tubo metálico, el agresor logró controlar su ira cuando se le entregó la ropa que pedía y se alejó con una mujer latina que, evidentemente estaba afectada de sus condiciones mentales.
“Vivir en la calle es muy peligroso; yo quisiera que me ayudaran a conseguir un trabajo… Eso es todo lo que necesito para salirme de esta vida”, dijo Javier, quien narro que desde hace dos años vive en el Parque MacArthur porque la madre de sus cuatro hijos y su segunda pareja “solamente me tenían trabajando como burro y al final me quitaron todo lo que tenía, incluso unos terrenos que había comprado en Sonsonate”.
De acuerdo con Los Angeles Almanac, en enero de 2020, la ciudad de Los ángeles contabilizaba 41,290 indigentes, de los cuales 14,896 eran personas mayores de 55 años. En el condado 66,436 personas viven sin hogar.