Estudiante: vuelvo a estar bien gracias a una escuela segura y al aprendizaje presencial

El covid-19 no ha desaparecido, pero nuestras escuelas son seguras y protegiéndonos unos a otros de la infección nos mantendremos sanos para poder realizar nuestros sueños

La escuela fue reconstruida y es ahora una de las más nuevas en el LAUSD.

Escuela secundaria Garfield, en el este de Los Ángeles.  Crédito: Ciro Cesar | La Opinión

Fui una de las decenas de miles de californianos que se contagiaron de covid-19 después de las vacaciones de Acción de Gracias. Menos de dos semanas después, mi infección era grave. Apenas podía mantener los ojos abiertos o respirar completamente. Mi madre, que estaba dispuesta a llevarme al hospital, me dijo:

“Mija, si quieres volver a la escuela, si quieres ver a tus amigos, si quieres jugar al fútbol americano, tienes que mejorarte”. De alguna manera, a la mañana siguiente, lo estaba. Mi temperatura bajó, la migraña desapareció y la respiración fue más fácil.

Ahora me pregunto si la promesa de volver algún día a la escuela con mis profesores, amigos y compañeros de equipo me ayudó a superar la enfermedad más dura de mi vida. Nunca más daré por hecho los beneficios de ir a la escuela en persona con gente que se preocupa por mí, por mi familia y por mi futuro.

Estoy agradecida de que el estado de California, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles y la escuela secundaria Garfield hayan hecho todo lo posible para que podamos volver a las aulas juntos.

Soy una buena estudiante, pero el aprendizaje a distancia – mirando la pantalla de la computadora todo el día – me pasó factura en mis notas, y en mi salud mental. Mi barrio, en el este de Los Ángeles, puede ser muy ruidoso ya que la gente se va a trabajar temprano o vuelve a casa tarde. Era difícil dormir o concentrarme en algo. Algunos de mis amigos, que tienen familias más grandes o comparten dormitorio, lo tenían peor.

Ahora que hemos vuelto a la escuela, todo es diferente. Me siento conectada con mis profesores y amigos. Mis calificaciones han vuelto a la normalidad. Estoy entusiasmada con la universidad y con una carrera de ingeniería biomédica o neurobiología. Vuelvo a jugar al fútbol americano con los Bulldogs – soy una de las dos chicas del equipo. Hasta ahora, estamos invictos.

La aprobación de la vacuna por parte de la FDA y el requisito de vacunación para todos los estudiantes que participan en actividades extracurriculares nos ha abierto muchas más oportunidades. El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles exige que todos los estudiantes elegibles para la vacuna estén completamente vacunados antes del 10 de enero de 2022, a menos que tengan una exención calificada.

Me vacuné tan pronto como pude. Mis padres, mi hermana y mi hermano pequeño también están vacunados ahora. Nuestro director dice que quiere que Garfield sea la primera escuela del distrito, incluso del país, en tener el 100% del personal y del alumnado totalmente vacunado.

Sé que algunas personas todavía tienen miedo de vacunarse o creen que las infecciones por covid-19 no son un gran problema. Espero que cambien de opinión, porque sé de experiencia que el virus puede ponerte muy enfermo. También enfermó a mi padre, mi madre y mi hermana. Mi comunidad se ha visto especialmente afectada. En California, los latinos representan sólo el 39% de la población, pero el 53.4% de los casos de COVID-19 y el 45.7% de las muertes

Mi escuela, en la que casi todo el alumnado es latino, ha hecho de la seguridad de su personal y sus alumnos una prioridad. Todas las escuelas del Distrito Unificado de Los Ángeles exigen que el personal y los alumnos se sometan a pruebas semanales de covid, lo que ayuda a mantenernos en el aula y limita la propagación del virus.

Cuando un estudiante o un miembro del personal da positivo en la prueba de covid-19, se actúa inmediatamente para contactar a cualquier otra persona que pueda haber estado expuesta y que necesite estar en cuarentena en casa.

Todo el mundo lleva una mascarilla durante todo el día, practica una buena higiene con el lavado frecuente de manos y el uso de desinfectante; los escritorios se desinfectan después de cada clase.

Nuestras escuelas también hacen todo lo posible para que el aire que respiramos en las aulas sea más seguro. Estas medidas de seguridad funcionan, y hacen que yo y mi familia nos sintamos protegidos. Desde la reapertura de las escuelas públicas sólo se han registrado unos pocos casos y la mayoría fueron el resultado de infecciones por parte de familiares y otras personas ajenas a la escuela.

Nuestro director se reúne regularmente con los padres para ponerles al día sobre los protocolos de seguridad de covid y para resolver cualquier duda. Si quiere saber más sobre cómo las escuelas están previniendo la propagación de covid-19, vaya a Escuelas Seguras para Todos. También puede visitar VaccinateALL58.com para obtener información sobre la vacuna. Para hacer una cita o encontrar un sitio de vacunación sin cita previa cerca de usted, comuníquese con su farmacia local o visite MyTurn.ca.gov.

El covid-19 no ha desaparecido, pero nuestras escuelas son seguras y protegiéndonos unos a otros de la infección nos mantendremos sanos para poder realizar nuestros sueños.

(*) Kim Flores Zavaleta es una joven de 17 años que cursa el último año de la escuela secundaria James A. Garfield en el este de Los Ángeles. Sobreviviente del covid-19, es una ávida estudiante y atleta. Juega de receptora y esquinera en el equipo de fútbol americano de los Bulldogs y espera estudiar Biología en la universidad el año que viene.

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