La próxima generación de telescopios ayudará a los científicos a encontrar vida en el universo

La construcción de un nuevo telescopio de más de 1,000 millones de dólares en Chile formará parte de una nueva generación de observadores de alta tecnología con un solo objetivo: encontrar vida en el universo. Según Reuters, también estudiarán la materia oscura, una misteriosa fuerza que provoca la expansión del cosmos de manera acelerada.

El Telescopio Gigante de Magallanes se está construyendo en el desierto de Atacama, en Chile, y se prevé que sea 10 veces más potente que el Hubble, que se encuentra en la órbita terrestre. Este competirá con Extremely Large Telescope, en Europa y el Thirty Meter Telescope, en Hawaii. Todos comenzarán a funcionar a finales de la década, lo que podría abrir un capítulo más en la búsqueda de vida extraterrestre, pero los expertos indican que hay que ser cautelosos con el tema.

La observación del cosmos ha sido desde la invención del telescopio una tarea que genera bastantes expectativas tanto en la comunidad científica como en el resto de la población. Pero decir que se encontró o no vida en otro planeta es una cuestión mucho más compleja de lo que se cree comúnmente.

Jim Green, científico en jefe de la NASA, dijo a NPR que el descubrimiento de un planeta cercano a su estrella, con oxígeno en su atmósfera puede generar ciertas expectativas en las personas, pues podrían pensar que si hay nubes y oxígeno lo más probable es que haya también vida, aunque la realidad es muy distinta.

“Vemos oxígeno en la atmósfera de Venus, y puedo garantizar que no hay vegetación en la superficie de Venus. De modo que una sola observación, aunque sonó genial, no nos da la confianza para decir que encontramos vida“, dijo Green.

Es por eso que la actualización de los instrumentos científicos para la observación del espacio juega un papel importante dentro de la comunidad científica, pues en un futuro podría arrojar varias pistas de cómo es el cosmos más allá de lo que los telescopios actuales, aunque potentes, pueden ofrecer.

“Esta nueva generación de telescopios gigantes está orientada precisamente a detectar vida en otros planetas y a determinar el origen de la energía oscura”, dijo Leopoldo Infante, director del observatorio de Las Campanas a Reuters.

Si bien es cierto que es bastante apresurado decir que la próxima generación de telescopios dará todas las respuestas, es bastante probable que ayude a contestar las grandes preguntas que rodean a la vida fuera de la Tierra y a la materia oscura, una fuerza cósmica todavía desconocida por los científicos que provoca la expansión acelerada del universo.

Para Green, el hecho de que un planeta tenga las condiciones ideales para albergar vida, no significa que en ese lugar hay o habrá vida en algún momento, lo que reduce todavía más la probabilidad de encontrar un planeta con las condiciones perfectas y con seres vivos dentro.

La NASA está trabajando actualmente en un modelo que permitirá catalogar y contextualizar los descubrimientos venideros de planetas fuera del sistema solar de la mano de la próxima generación de telescopios. De esta manera, tanto los científicos como el resto de la población podrán tener una perspectiva más real de estos acontecimientos.

La agencia espacial estadounidense estima que será la actual generación de científicos la que descubrirá vida en fuera de la Tierra en los próximos años, por eso es necesario una escala para determinar si las investigaciones van por buen camino.

“Sin la escala, es difícil saber que vamos en la dirección correcta“, concluyó Green.

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