Trasplantes de médula ósea: una segunda oportunidad de vida
Joven latino conoce a su donante, un muchacho que se inscribió en un programa en Alemania y pudo ayudar al angelino a través de City of Hope
En el 45 aniversario del programa de trasplantes de médula ósea (BMT) de City of Hope, el estudiante latino Julián Castañeda —ahora de 20 años— tuvo la oportunidad de conocer de manera virtual a su donante, el joven alemán Johannes Eppel, y agradecerle que haya sido parte esencial para salvarle la vida.
El programa BMT ha realizado más de 17,000 trasplantes, lo que lo convierte en uno de los proyectos más grandes y exitosos de la nación. En California, por ejemplo, realiza más de 700 trasplantes cada año.
Además de ser una de las primeras instituciones en realizar BMT en adultos mayores, City of Hope tuvo uno de los primeros programas en demostrar que los trasplantes de médula ósea se podían realizar de manera segura para pacientes con VIH.
Una segunda oportunidad de vivir
Julián Castañeda fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda (ALL) cuando tenía 10 años de edad.
Durante tres años y medio, se sometió a sesiones intermitentes de quimioterapia que lo ayudaron. Durante dos años estuvo en remisión, que es cuando los síntomas del cáncer desaparecen. Él y su familia estaban aliviados de haber superado esa experiencia.
El tiempo pasó, y cuando cursaba el segundo año de secundaria, Julián estaba enfocado en la pista de atletismo, su meta era correr una milla en menos de cinco minutos. También planeaba asistir a dos campamentos ese verano que lo ayudarían a prepararse para ir a la universidad.
No obstante, en marzo de 2017 -a sus 16 años- Julián recibió la noticia de que la leucemia había regresado.
El joven volvió a quimioterapia durante unos meses, pero el cáncer siguió expandiéndose. “Fue desgarrador. En ese momento supe que todos mis planes se esfumaban”, recordó Julián.
Iba a necesitar un trasplante de células madre hematopoyéticas, comúnmente conocido como trasplante de médula ósea o TMO, para que su cáncer volviera a estar en remisión.
“Pensé que, si el trasplante era bueno para él, había una segunda oportunidad de vivir”, dijo la madre del joven Erica Palacios, quien vive en Bakersfield. “No todo el mundo tiene esa oportunidad”.
Julián estaba decidido a recuperar su vida y ello fue posible gracias a Johannes Eppler, un joven de 27 años oriundo de Breisach, Alemania, quien se unió al registro de donantes de médula ósea a través de DKMS —una organización internacional sin fines de lucro que se dedica a la lucha contra el cáncer a la sangre y a otros problemas de este tejido líquido, por lo que busca donantes de médula ósea. En la actualidad tiene más de 10 millones de personas registradas.
Julián recibió un trasplante de médula ósea el 2 de agosto de 2017, lo que puso el cáncer en remisión.
“Tiene un gran corazón”, dijo la madre respecto a Eppler. “Es un ángel. Salvó a mi hijo. Estoy agradecida de que la gente esté dispuesta [a ser donante]”.
Cuando se dio la oportunidad de conocerlo en persona, Julián dijo estar “emocionado pero también nervioso”.
“Estoy agradecido; quiero hablar con él y saber quién es. Sí, sé que es de Alemania, pero eso es todo”.
Cadena de ayuda
Julián, quien creció en Bakersfield, California, tiene ahora 20 años y es alumno de tercer año en la Universidad Estatal de California Northridge (CSUN) donde estudia administración.
Agradecido con la vida y con su donante, decidió abrir la Fundación Bags of Love —una organización sin fines de lucro que se encarga de distribuir paquetes de atención a jóvenes pacientes de cáncer en tratamiento.
“Hasta ahora hemos proporcionado $11,000 en becas a sobrevivientes de cáncer”, dijo a La Opinión. “Quería hacer una diferencia en la comunidad y llevar esperanza a quienes más lo necesitan”.
Por su parte, el doctor de City of Hope Joseph Rosenthal quien trató a Julián durante su enfermedad, cuenta que a los miles de pacientes que ha atendido les dice: “Si pasas por la autopista 210, que es el camino cerca de nuestro hospital, miras alrededor y dices que te parece familiar pero no recuerdas por qué, entonces puedes dejar atrás el pasado”.
“Puedes dejar atrás la leucemia, el linfoma, el trasplante, la complicación del trasplante y seguir con tu vida… Esa es nuestra mejor recompensa y creo que Julián está muy cerca de lograrlo”.
Celebrar la vida
La residente de Fullerton y maestra jubilada, Dona Garrish, también conoció virtualmente a su donante: Michael Fischer, de 35 años y residente de Wölkau, Alemania.
La mujer, de 75 años, logró recibir su trasplante el 22 de marzo de 2017, luego de varias demoras debido a infecciones y otras complicaciones que le impidieron seguir con el tratamiento. A ella le disgnosticaron una leucemia mieloide aguda (AML), un cáncer que comienza dentro de la médula ósea.
“Él [Fischer] es como mi regalo de Dios; mi ángel en la Tierra”, dijo. “Sin conocerlo, me animó a luchar más duro y a no desanimarme, ya que algún día lo conocería y podría darle las gracias”, añadió Garrish, quien fue atendida en City of Hope.
Pacientes con leucemia infantil tienen 90% de posibilidades de curarse
La leucemia es un tipo de cáncer que comienza en la médula ósea -un tejido blandito que está dentro de los huesos y que es donde se forman las células sanguíneas.
“Las células sanguíneas se fabrican en la médula ósea y, cuando maduran, comienzan a circular en la sangre”, dijo a La
Opinión el doctor Joseph Rosenthal, hematólogo y oncólogo pediátrico de City of Hope.
“Julián tenía una leucemia aguda linfoblástica en la médula ósea”. Las células linfoides son un grupo de glóbulos blancos que participan en la protección del cuerpo.
Agregó que los pacientes generalmente presentan una debilidad progresiva y altibajos en cuanto a sensación de malestar y bienestar, además de fiebre y otros síntomas de deterioro en la salud.
Explica que cuando las células linfoides anormales comienzan a crecer, toman el lugar de otras células que reemplazan a los glóbulos rojos y blancos normales, por lo que el paciente empieza a presentar plaquetas bajas, glóbulos rojos bajos y hasta la hemoglobina baja.
“El paciente tiene debilidad debido a la anemia, con erupción cutánea por el sangrado en la piel y dolor óseo, porque las células del hueso se expanden y ejercen presión en el hueso y en las articulaciones… Es muy doloroso para los pacientes”, explicó el doctor Rosenthal.
El experto, reconocido a nivel mundial por sus habilidades en el tratamiento, investigación y compasión de pacientes pediátricos con cáncer, afirmó que en la actualidad las posibilidades de supervivencia de las personas con leucemia linfoblástica aguda (ALL) han crecido al 90% en los últimos 70 años.
De hecho, mencionó que alrededor de 1 de cada 700 adultos en EE.UU. son sobrevivientes de cáncer infantil, en particular de leucemia.
Las posibilidades son buenas, pero hay un 10% donde la quimioterapia resulta más difícil, regresa [el cáncer] y el resultado del paciente sigue siendo bastante bajo”, dijo.
En el caso particular de Julián Castañeda, recordó que tuvo varias situaciones desafiantes y la primera fue poner la leucemia bajo control -lo que se logró. Hasta ahora no ha retornado al hospital desde que recibió la donación de medula ósea del alemán Johannes Eppler.
El segundo reto era lidiar con uno de los efectos secundarios más comunes: una afección llamada enfermedad de injerto contra huésped (EICH) que puede ser mortal.
La EICH puede ocurrir después de un trasplante de médula ósea o de células madre en el cual alguien recibe tejido de médula ósea o células de un donante ya que las nuevas células trasplantadas toman al cuerpo del receptor como extraño y cuando esto sucede, las células atacan al cuerpo del receptor.
“Tenemos un papel importante en nuestra práctica para tratar de controlar este fenómeno, tanto como podamos”, dijo el doctor Rosenthal.
El tercer desafío fue, que debido a la leucemia y al tratamiento, el sistema inmune de Julián se redujo. Por ello, sufrió varias infecciones graves en la primera parte del trasplante. No obstante, ahora su sistema inminológico está funcionando muy bien, como cualquier persona normal.
Llamado a ‘samaritanos’ latinos
Conocedor de que es menos complicado encontrar donantes de médula ósea en países del norte de Europa, a diferencia de África, Asia o América Latina, el doctor Rosenthal dijo que, “afortunadamente” hay más de 10 millones de personas registradas en el Programa Nacional de Donantes de Médula.
“Ya sabes, el ‘Buen Samaritano’ que dice, estoy dispuesto a donar médula ósea, si me encuentran y emparejan con un paciente que lo necesite”, dijo.
“Necesitamos más donantes y más buenos samaritanos, de minorías, de todos colores y de todas las ramas”.
En específico, el experto en oncología dijo que en el caso de Julián Castaneda, “tuvo suerte de tener un donante de Alemania; pero hay otros pacientes que no tienen esa misma oportunidad”.
“Si tienes en tu corazón que quieres ayudar a alguien, dona. No solo salvarás la vida del paciente o de un joven, ayudarás para [que permanezca con] su familia, con sus padres, con sus abuelos, con sus hermanos… O para que un niño permanezca con sus padres, si el paciente es un adulto”, añadió.
“Para ti [donante], será solamente una molestia relativamente leve, así que animo a los latinos a unirse al programa nacional de donantes de médula ósea”, expresó.