La gente pobre sufre los embates de una inflación histórica que golpea cada vez más sus bolsillos

Productos como la gasolina, electricidad, carne, leche, huevo, automóviles y vivienda son solo una mínima parte de los artículos cuyos precios se han disparado

El precio de la gasolina ha sido uno de los productos que más se han encarecido. (Archivo/Impremedia)

El precio de la gasolina ha sido uno de los productos que más se han encarecido. (Archivo/Impremedia) Crédito: Jorge Macías | Impremedia

“El dinero ya no alcanza para casi nada…, todo está bien caro”, es la expresión de Josefina Méndez, una mujer de 79 años, a la salida de un supermercado en la ciudad de Rosemead, al noreste del condado de Los Ángeles.

Ella y su hija María acudieron a una tienda Walmart, donde compraron poca comida y dos juegos de mesa: Monopoly y Jumanji,  como regalo adelantado de Navidad para las dos nietas de Josefina.

“En estos días, evitamos comer carne”, dijo la mujer, quien, de igual manera que millones de estadounidenses, está sintiendo los embates de una inflación histórica, como no se había visto desde 1990.

Según las autoridades federales, el índice inflacionario de octubre alcanzó un récord del 6.2%.

 El poder de compra para Josefina también ha disminuido de manera considerable, pero sus ingresos por la  pensión del seguro social (SSI) no han cambiado en años.

Josefina Méndez, inmigrante de 79 años, dijo que todo sube, menos su poder de compra. (Jorge Macías) Crédito: Jorge Macías | Impremedia

En 2021, el nuevo monto federal de SSI para una persona era de $794 mensuales y de $1,191 por mes para una pareja. El SSI es un programa federal financiado con fondos generales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Por donde quiera que se le escarbe, los estadounidenses como Josefina ya no sienten lo duro sino lo tupido de la inflación histórica que les ha obligado a abrocharse mucho más los cinturones.

Gasolina, electricidad, carne, leche, huevo, automóviles y vivienda son solo una mínima parte de los productos cuyos precios se han disparado.

“¡Ya bájenle!”, comentó Arnold Martínez, un trabajador de la construcción, mientras ponía solamente $30 de gasolina a su Hyundai Sonata negro, en una estación de Montebello. ¡Cada día está cambiando el precio y no es justo!”.

Miembros de la Campaña de la Gente Pobre. (Jorge Macías)

Pesadilla de Biden

Según el economista Carlos Guamán, las causas de la inflación obedecen al exceso de capital que el gobierno desembolsó, a que a la gente le encanta consumir cuando no hay suministros suficientes en inventario por la problemática de distribución en los puertos y por el aumento en el precio del barril de petróleo a más de $80.00,

“Todo eso y sin contar la pandemia es como la tormenta perfecta para que todo suba de precio”, dijo Guamán, quien consideró que la inflación actual “Va a ser la pesadilla del presidente [Joe] Biden, que,  junto con el Sistema de la Reserva Federal (FED)  tiene que tomar medidas drásticas como subir las tasas de interés, reducir la compra de bonos y dejar de imprimir tanto dinero para ponerle un freno a esta situación”.

Sin embargo, durante la primera semana de noviembre, el sistema bancario central  dejó sin cambios los tipos de interés entre 0% y 0.25 %; mientras anunciaba el inicio de la rebaja de las inyecciones de liquidez en 15,000 millones de dólares al mes.

Con esta decisión el volumen de compras de bonos mensuales, actualmente en 120,000 millones de dólares, se iría reduciendo progresivamente con el objetivo de acabar completamente con el programa a mediados de 2022.

Kenia Alcocer, vicepresidenta de California para el Comité Directivo Nacional de la Campaña de la Gente Pobre. (Jorge Macías)

La gasolina

A nivel nacional, el precio de la gasolina subió otros dos centavos durante la primera semana de noviembre y el promedio nacional de un galón fue de $3.42, una marca que se había alcanzado en septiembre de 2014.

La última decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, sobre el mantener su aumento gradual planificado en la producción no ayudará a disminuir las restricciones de oferta, por lo que es muy probable que cualquier alivio provenga del lado de una disminución en la demanda.

“Nadie tiene una bola de cristal para predecir cuándo se reducirá la presión en las bombas de gasolina”, dijo a La Opinión, Doug Shupe, portavoz de la Asociación Americana del Automóvil (AAA).

Agregó que, desafortunadamente “nadie sabe cuándo bajará” el precio del galón de la gasolina.

 “Continuaremos viendo los altos costos porque la demanda de gasolina ha aumentado un 9% más que en los años previos”.

Sin embargo, el precio promedio en Los Ángeles ha aumentado en seis de los últimos siete días, 6.8 centavos, incluyendo 1.4 centavos el viernes, de acuerdo con datos de la AAA. Esto es 21.2 centavos más que hace un mes y $1.50 más caro que hace un año.

De esa forma, el precio promedio de un galón de gasolina se elevó a $4.657 en Los Ángeles; $4.476 en Riverside y $4.69 en el condado de Orange. Estos costos no se  habían visto desde octubre de 2012.

“Me acabo de jubilar y ya estoy sintiendo el rigor de la carestía”, dijo Silvia Landeros, quien vive en sur San Gabriel y trabajó como ensambladora de electrónicos.

“Antes manejaba muchas millas, pero ahora solo uso el auto para llevar a mi sobrina a la escuela”.

Lucha cuesta arriba

Kenia Alcocer, vicepresidenta de California para el Comité Directivo Nacional de la Campaña de la Gente Pobre: un Llamado al Renacimiento Moral  (PPC), consideró que la situación de la economía actual pudo haberse prevenido antes y durante la pandemia de covid-19.

“También pudieron haberse evitado miles de muertes y millones de trabajos perdidos con una legislación que protegiera a la clase trabajadora y a los más desposeídos con mejores beneficios laborales o un seguro médico universal para todos”, expresó.

“La gente está sufriendo porque con la pandemia quedó claro que los ricos se hicieron mucho más ricos y los pobres mucho más pobres”.

De acuerdo con la PPC, la economía de Estados Unidos se  ha multiplicado por 18 en los últimos 50 años y la desigualdad de la riqueza también se ha expandido, los costos de vida han aumentado y los programas sociales se han reestructurado y recortado drásticamente.

A partir de la década de 1970, los salarios del 80% más pobre de los trabajadores se han mantenido en gran parte estancados y hoy hay 64 millones de personas trabajando por menos de $15 la hora.

“Por años luchamos en el proyecto de $15 la hora, pero nos hemos dado cuenta de que ya no son suficientes”, dijo Alcocer, quien es, además, organizadora con Unión de Vecinos, el local del Sindicato de Inquilinos de Los Ángeles (LATU) en Boyle Heights.

“La gente sigue siendo acosada por el racismo, la discriminación laboral, la falta de protección en sus empleos y el miedo de ser desalojada de sus viviendas”, dijo la activista que emigró a Estados Unidos desde Guerrero, México en 1990.

“Por eso [en abril de 2020] decidimos declararnos en huelga del pago de renta, porque la cuestión era comer o pagar el alquiler. Hablan de recuperación, pero no hemos salido de la pandemia y la gente pobre sigue muriendo”, añadió.

“Cada rato me llaman para decirme que algún niño resultó positivo [de coronavirus] en la escuela y sus padres tienen que quedarse en casa para cuidarlo; eso agrava más su situación precaria”.

Frente a la realidad económica de las familias pobres, la participación del 1% más rico en la economía casi se ha duplicado a más del 20% del ingreso nacional, afirma la PPC.

En 2020, la revista Forbes dio a conocer que los 400 estadounidenses más acaudalados se enriquecieron con 500,000 millones. La fortuna de dos de ellos: Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, y Jeff Bezos, de Amazon, supera los 200,000 millones individualmente, una riqueza total combinada para casi 204 millones de estadounidenses.

“Los costos de las necesidades básicas como la vivienda, la atención médica y la educación han aumentado también de manera espectacular”, explicó Alcocer.

“Durante los últimos 30 años, los alquileres han aumentado más rápido que los ingresos en casi todas las áreas urbanas del país”.

Datos de la PPC, indican que, en 2016, no había ningún estado o condado en la nación donde alguien que ganara el salario mínimo federal pudiera pagar un apartamento de dos habitaciones a precio de mercado.

Solamente uno de cada cuatro de los elegibles para recibir asistencia federal para la vivienda realmente lo hace. Esto ha precipitado una crisis de vivienda estructural con 2.5 a 3.5 millones de personas que viven en refugios, centros de vivienda de transición y ciudades de tiendas de campaña.

“Por eso, nuestra campaña se ha extendido ya a 40 estados en el país”, dijo Alcocer. “Estamos en tantas luchas porque los ataques son por todos lados: racismo, discriminación, pobreza, salud, salud ambiental, falta de seguro médico, de vivienda, etc.”

La PPC estima que en Estados Unidos hay 7.4 millones de personas, mujeres, niños, jóvenes y ancianos que están al borde de quedarse sin hogar y acabar en la indigencia, y 32 millones de personas que carecen de seguro médico.

“En este país hay mucha abundancia y lo vemos con la economía fuerte de California a nivel global”, dijo Alcocer.

“El problema es que la economía es saludable y estable para ciertas personas, y no es posible que todavía veamos a miles de niños  que se van a la cama sin haber probado alimento en sus casas porque sus padres no tienen dinero”, abundó.

Para ahorrar gasolina

• Compre agresivamente por los precios más bajos. Puedes ahorrar prestando atención a los precios de las estaciones a lo largo de tu ruta. Pero no se desvíe demasiado de su camino para ahorrar unos centavos en gasolina, porque desperdiciará más dinero del que quiere ahorrar. Utilice la aplicación gratuita AAA Mobile para encontrar los precios de gasolina más baratos y más cercanos a usted.

• Viaje compartido. Puede reducir sus gastos de combustible en un 50% compartiendo los gastos de transporte con otra persona.

• Combine mandados y viajes de trabajo. Planifique su ruta con anticipación todos los días para viajar de la manera más eficiente posible.

• Revise la presión de sus neumáticos. Los neumáticos poco inflados pueden reducir la economía de combustible hasta en un 2% por libra de presión.

• Reduzca la velocidad, acelere y frene suavemente y anticipe las condiciones de conducción. Si pisa con suavidad el pedal del acelerador y el freno, puede cambiar su marcha, de una marcha brusca a una suave. Eso puede sumar hasta un 15% de mejora en la eficiencia del combustible.

• Limpiar la basura del maletero. Algunas personas llevan cientos de libras de artículos innecesarios en su baúl. Cuanto más peso lleve el automóvil, más duro tendrá que trabajar el motor y menos millas por galón obtendrán.

Fuente: Marie Montgomery, Portavoz de la AAA.

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