Celebración del día de Santa Cecilia, una fiesta de identidad de un pueblo en el exilio

Migrantes oaxaqueños reafirman su cultura, pero al mismo tiempo hacen un reclamo al partido Demócrata sobre la reforma migratoria

El Octavo Encuentro de Bandas Musicales en el día de Santa Cecilia, patrona de los músicos, reunió a 300 intérpretes de ocho bandas de música de Oaxaca.

El Octavo Encuentro de Bandas Musicales en el día de Santa Cecilia, patrona de los músicos, reunió a 300 intérpretes de ocho bandas de música de Oaxaca. Crédito: Jorge Macías | Impremedia

Entre los sonidos de sones y jarabes, chinelas y huapangos, unos 2,000 oaxaqueños celebraron el VIII Encuentro de Bandas Musicales para reafirmar su rica cultura y, al mismo tiempo, enviar un mensaje al Senado estadounidense y al presidente Joe Biden: si no hay reforma migratoria, trabajarán para que no haya más votos para políticos demócratas.

“Trabajamos con el Movimiento Oaxaqueño Migrante, y, unidos, queremos recordarle al presidente [Joe Biden] que durante toda su campaña dijo que impulsaría una reforma migratoria”, dijo Estanislao Maqueos, director de Filarmónica Maqueos Music. “Le decimos a él y al Senado que queremos ver resultados”.

En el aprobado plan “Reconstruir mejor” (Build Back Better/BBB) del presidente Biden, se ha propuesto que inmigrantes como Estanislao, -que han esperado por décadas para ser reconocidos plenamente como estadounidenses-, reciban un permiso de trabajo temporal de residencia, protección de la deportación durante cinco años y permiso para poder salir del país.

Después de ese lapso, pueden renovar por otros cinco años. Al final, no hay otro alivio ni garantías de que este proyecto no pueda ser anulado en el futuro.

Estas provisiones de la ley Build Back Better de $1.68 billones inclusive pueden estar sujetas a revisión, modificación o eliminación para ganar el respaldo de los 50 senadores demócratas.

Aunque es un tema prioritario del Caucus Hispano del Congreso, la parlamentaria Elizabeth McDonough tiene la última palabra.

McDonough ha rechazado dos disposiciones de inmigración anteriores que ofrecerían un camino a la ciudadanía y que la política de ley de la Cámara de Representantes no garantiza.

En el paquete legislativo, el plan de BBB otorga los permisos provisionales de trabajo a 6.5.millones de indocumentados y su costo de implementación sería de $100 billones en una década, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso.

“Antes de que me sienta engañado otra vez, debe cumplirnos”, dijo Estanislao. “Si no hay reforma migratoria y no nos apoyan, hay que dar ese voto de castigo”.

Presente en la celebración del pueblo oaxaqueño, el presidente de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes, Juan José Gutiérrez dijo a La Opinión que la oferta migratoria presente “no es suficiente”.

“Una vez que conquistemos este permiso, el trabajo seguirá”, dijo. “Solo se podrán beneficiar quienes llegaron antes de enero de 2011, ¿Y qué va a pasar con los que entraron después? ¿Qué pasará con esa capa de indocumentados? Se quedarán sin ninguna posibilidad migratoria”.

Ante este panorama, el activista precisó que continuarán en la batalla político-legal “hasta asegurar que todos los que no somos una amenaza para la seguridad nacional y somos personas de bien tengamos el derecho de estar aquí y seguir aportando para el engrandecimiento del país”.

“Con este plan los migrantes podrán obtener un número de seguro social, viajar libremente a cualquier parte del mundo y regresar a Estados Unidos sin la necesidad de exponerse a cruzar la frontera ilegalmente y ahorrarse los $ 12,000 a $18,000 que es el promedio que cobran los coyotes para traer a alguien a Los Ángeles”, dijo Gutiérrez.

Activistas comunitarios y defensores de los inmigrantes han presionado públicamente en sus oficinas a congresistas demócratas de California, como Jimmy Gómez, Tony Cárdenas, Karen Bass y al senador Alex Padilla, contra quienes se han manifestado, les han enviado mensajes y se han dejado arrestar en actos de desobediencia civil. Los políticos aún no han explicado el por qué no habrá un camino a la ciudadanía en el proceso de reconciliación de la ley “Reconstruir mejor”.

“Mi vida cambiaría con el solo hecho de poder votar para exigir que se tomen decisiones adecuadas para mis paisanos y la gente inmigrante”, dijo Gabriel Martínez, un pensador y poeta oaxaqueño. “La pregunta no es si reforma migratoria es necesaria, sino el hecho de que se dé”.

Martínez subrayó que, de acuerdo con un informe reciente del doctor David Hayes-Bautista, director del Centro para el Estudio de la Salud y la Cultura Latina en UCLA, el producto interno bruto de los latinos ascendió en 2018 a $2.6 billones, y si fueran una nación independiente, ocuparían la octava posición en el mundo, con un PIB superior al de Brasil, Corea del Sur e Italia.

“En la actualidad hay necesidad de empleados y nosotros llenamos ese hueco laboral, económico y cultural”, dijo Martínez.

Octavo encuentro

El Octavo Encuentro de Bandas Musicales en el día de Santa Cecilia, patrona de los músicos, reunió a 300 intérpretes de ocho bandas de música de Oaxaca: Autóctona de Santa María Tavehua; Filarmónica Maqueos Music, Banda Santo Tomás Lachitá; Banda de Música El Fortín; Juvenil San Andrés Yaá-La, Juvenil Maqueos Music y Banda Juvenil Solaga.

“Es un evento muy grande, que nos transporta a nuestro querido terruño oaxaqueño que, en cada pueblo celebra a sus santos”, dijo Estanislao Maqueos, quien emigró hace dos décadas y comenzó su trabajo como maestro de música con una banda integrada, en su mayoría, por jóvenes descendientes de oaxaqueños.

“El arduo trabajo está dando resultados y frutos”, dijo. “Es un logro de todos que nuestra música y cultura perduren para que no perdamos nuestra identidad y por eso celebramos con muchas ganas y alegría”.

Zeferino García, propietario del restaurante Expresión Oaxaqueña y oriundo de San Francisco Yatee, en la Sierra Norte de Oaxaca destacó la unidad de sus coterráneos, a quienes impulso a exigir que los políticos respondan a las necesidades del pueblo migrante.

“Habría que invitarlos tres o cuatro días a que trabajen en el campo, siembren las flores o cosechen las frutas, a ver si así se les ablanda el corazón con quienes trabajamos para que todos coman”, expresó García.

“Ellos no conocen la clase de personas que somos y mire, aun en medio de los problemas que tenemos en este país nos gusta vivir con alegría”.

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