Los angelinos merecemos aire limpio y espacios abiertos
Susana Reyes colidera el Programa Político Nacional del Sierra Club
Este verano vivimos una serie de desastres ambientales sin precedentes. El Noroeste Pacífico ardió. En el Sur de California, sufrimos incendios, olas de calor y meses de mala calidad de aire. Todo esto está relacionado con la crisis climática.
Proteger los terrenos y vías acuáticas públicos es esencial para atacar la crisis climática y proteger a nuestras comunidades latinas de sus devastadores efectos. Ahora existe un ímpetu para hacer exactamente eso. Y una parte crucial está ocurriendo en nuestro Los Ángeles, donde tenemos la oportunidad de atacar la crisis climática e invertir en la salud y la justicia de nuestras comunidades.
Las Montañas de San Gabriel ofrecen el 70% de los nuestros espacios abiertos y el 30% de nuestra agua potable. Pese a su proximidad, la falta de transporte público, equipo y otras barreras impiden a muchos tener acceso a ellas. De hecho, las comunidades de color tenemos el triple de probabilidades de vivir en lugares sin espacios naturales que las blancas.
Esta privación tiene sus consecuencias. Las comunidades que sufren más la destrucción de la naturaleza son también las que se benefician menos de ella, como aire y agua limpios, biodiversidad, recreo y mejora de la salud. Además sin la naturaleza que ayude a absorber las emisiones de carbono, la crisis climática seguirá empeorando. Tenemos que actuar para asegurarnos de que todas las personas tengan acceso a la naturaleza y para protegerla en el futuro.
Una manera de lograr esto es aprobando la Ley de Terrenos Públicos (PLA) del Sen. Alex Padilla, la cual protegería más de un millón de acres de terrenos y más de 500 millas de ríos en toda California. Esto mejoraría el acceso equitativo a la naturaleza aumentando las oportunidades de recreo para las 17 millones de personas que vivimos en la región de Los Ángeles, y fomentaría la resiliencia al cambio climático protegiendo parajes que pueden absorber emisiones de carbono y proteger corredores de vida silvestre.
Los senadores tienen que enviar esta legislación al Presidente Biden, quien identificó el cambio climático como una de sus prioridades. Además, la ciencia establece que tenemos que proteger el 30% de todos los terrenos y vías acuáticas del país para 2030 para eludir los peores efectos de la crisis climática. Esto significaría conservar más terreno en una década de lo que hicimos en el pasado siglo, una meta que la PLA ayudaría a lograr.
También ayudaría a que millones de personas disfruten de los beneficios de la naturaleza, respirando aire limpio y gozando de los espacios abiertos que todos los angelinos merecemos.