Violencia en el Capitolio, a un año de la insurrección de los seguidores de Trump
A un año de la incursión violenta al Congreso, el presidente Joe Biden prepara un discurso para condenar los hechos y honrar a los policías que enfrentaron a los seguidores del expresidente Trump; el FBI y otras agencias han detenido a más de 700 personas
Este jueves se cumple un año de la incursión violenta al Capitolio por parte de los seguidores del expresidente Donald Trump, por lo que el fiscal general, Merrick Garland, señaló que el Departamento de Justicia (DOJ) buscará que todos los involucrados “rindan cuentas”.
“Seguiremos los hechos dondequiera que nos lleven”, dijo este miércoles. “Debido a que el 6 de enero fue un ataque sin precedentes a la sede de nuestra democracia, entendemos que existe un amplio interés público en nuestra investigación”.
Como parte de las investigaciones, el jefe de Policía del Capitolio, Thomas Manger, rindió testimonio ante el Comité de Reglas del Senado, presidido por la demócrata Amy Klobuchar (Minnesota), quien citó al mando policiaco sobre las más de 9,000 amenazas contra legisladores en 2021.
“Creo que el mayor desafío que tenemos es mantenernos al día con la cantidad de amenazas”, reconoció Manger. “Hemos duplicado el número de agentes que investigan estas amenazas. Si continúan subiendo de la manera en que lo han hecho, claramente necesitaremos más oficiales”.
El acto que detuvo por unas horas la sesión conjunta del Congreso –y dejó cinco personas muertas– presidida por el exvicepresidente Mike Pence, donde se calificarían los votos del Colegio Electoral a favor del ahora presidente Joe Biden.
Mañana, el mandatario demócrata dará un discurso y honrará a los policías que enfrentaron a los rijosos.
“(El presidente) hablará del trabajo que aún tenemos que hacer para asegurar y fortalecer nuestra democracia y nuestras instituciones, para rechazar el odio y las mentiras que vimos el 6 de enero y unir a nuestro país”, adelantó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Más de 2,500 implicados
El DOJ señala que 2,500 personas participaron en los actos violentos, pero el FBI y otras agencias han logrado la detención de más de 700 personas.
El jefe policiaco Manger consideró que las personas deben ser procesadas si es que cometieron algún delito.
“Si ellos cometieron un delito deben ser procesados”, dijo Manger.
El fiscal Garland insistió en que las investigaciones llegarán a sus últimas consecuencias.
“Defenderemos nuestras instituciones democráticas de los ataques. Protegeremos a quienes sirven al público de la violencia y las amenazas de violencia”, dijo. “Protegeremos la piedra angular de nuestra democracia: el derecho de todo ciudadano elegible a emitir un voto que cuente”.
Y en la Cámara
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (California), logró la integración del Comité Selecto para investigar los hechos violentos.
En el panel hay dos republicanos, Liz Cheney (Wyoming) y Adam Kinzinger (Illinois), quienes han sido criticados por sus colegas y el expresidente Trump.
El Comité ha enfrentado problemas para lograr el testimonio de algunos personajes clave, como el exjefe de asesores del expresidente republicano, Steve Bannon, y el exjefe de Gabiente, Mike Meadows, quienes fueron señalados por desacato.
Los legisladores esperan tener tener acceso a más de 700 documentos de la Casa Blanca sobre la insurrección y el proceso electoral 2020, algo que el expresidente Trump quiso detener, pero perdió ante tribunales, aunque espera que la Corte Suprema escuche el caso.
El exmandatario ha criticado las investigaciones y pretendía realizar una conferencia de prensa este jueves en su hotel Mar-a-Lago, Florida, pero la canceló tras presiones de sus aliados, como el senador Lindsey Graham (Carolina del Sur).
“A la luz del sesgo total y la deshonestidad del Comité de Demócratas No Electo del 6 de enero, dos republicanos fallidos y los medios de noticias falsos, cancelaré la conferencia de prensa del 6 de enero en Mar-a-Lago el jueves”, dijo Trump.
Amenaza extremista
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) enlistó a los extremistas violentos domésticos (DVE), incluidos los que se mueven por motivos raciales o étnicos y los antigubernamentales y antiautoridad como parte de sus prioridades a vigilar.
“Continuarán representando una amenaza significativa para nuestra patria”, reconoció el DHS en su boletín sobre terrorismo de noviembre pasado.
El presidente y director ejecutivo del Center for American Progress, Patrick Gaspard, considera que los hechos en el Capitolio no fueron “un ataque aislado”.
“Trágicamente, este no fue un episodio aislado y aleatorio. Este ataque fue orquestado por una red de ultranacionalistas, supremacistas blancos y milicias violentas, que hemos fallado en investigar y enjuiciar durante años”, consideró.
Las divisiones en el país continúan, pues destaca que 4 de cada 10 votantes republicanos e independientes consideran que la violencia contra el gobierno “a veces está justificada”, según una encuesta de The Washington Post-University of Maryland.