Los audios secretos que muestran las frenéticas últimas horas en el poder del autócrata de Túnez
La BBC tuvo acceso a grabaciones que revelarían detalles sobre la huida de Zine al-Abidine Ben Alí hacia Arabia Saudita en 2011.
La BBC ha obtenido grabaciones extraordinarias de lo que se cree fueron llamadas telefónicas hechas por el exgobernante tunecino, Zine al-Abidine Ben Alí, mientras volaba fuera del país en 2011.
Estos últimos momentos muestran cómo su autoridad se desmoronó, sellando el destino de su gobierno de 23 años e inspirando la ola de levantamientos prodemocracia de la Primavera Árabe en la región.
Las grabaciones, a las que tuvo acceso BBC News Arabic Documentaries, han sido analizadas por expertos forenses en audio, quienes no encontraron evidencia de manipulación.
Ben Alí murió en el exilio en 2019, pero la BBC le mostró las grabaciones a personas que conocían a los individuos involucrados y creen que las voces son genuinas, algo que le da mayor soporte a la autenticidad de las grabaciones. Sin embargo, algunas de las personas involucradas rechazan insistentemente su veracidad.
Si fueran genuinas, las grabaciones dan una increíble visión del cambio de ánimo de Ben Alí en las últimas horas de su mandato, a medida que empieza a entender el verdadero impacto de las protestas que azotaban su temido estado policial.
El discurso
Las grabaciones empiezan en la noche del 13 de enero de 2011.
La primera es una llamada a un confidente cercano, quien se cree es Tarak Ben Ammar, un exitoso magnate de los medios conocido por incentivar al director George Lucas para filmar la primera película de Star Wars en Túnez.
Más temprano ese día, Ben Alí había hecho un discurso televisado a la nación, en un esfuerzo por aplastar el impulso de las demostraciones masivas.
El descontento generalizado con las dificultades económicas y las décadas de gobierno autocrático y corrupción habían hecho erupción semanas antes luego de que un joven vendedor callejero, Mohamed Bouazizi, se prendiera fuego a sí mismo cuando oficiales le impidieron vender víveres en la población de Sidi Bouzid.
Para el 13 de enero, cerca de 100 personas habían muerto en las protestas, las cuales en ese punto estaban colmando las calles de la capital.
Pero Ben Alí se oye tranquilo cuando Ben Ammar pareciera sobrecogerlo con alabanzas.
“Estuviste maravilloso, este es el Ben Alí que hemos estado esperando!”, dice Ben Ammar en la grabación.
Ben Alí suena autocrítico, diciendo que a su discurso le faltó fluidez, pero su confidente lo tranquiliza.
“Para nada… es un regreso histórico. Eres un hombre del pueblo. Hablas su lenguaje”, le dice su amigo.
Ben Alí se ríe con lo que suena como alivio.
Pero el discurso dirigido al público tunecino claramente no fue suficiente. Al día siguiente, las protestas se intensifican y amenazan con invadir el Ministerio del Interior.
Se hacen arreglos para que la familia de Ben Alí tome un vuelo que la saque del país por su propia seguridad, dirigiéndose a Arabia Saudita, y él es convencido de que los acompañe.
El contenido y los tiempos de la próxima grabación sitúan a Ben Alí en este vuelo.
“¿Me recomiendas volver ahora?“
En las grabaciones, se puede oír a Ben Alí hacer una serie de llamadas cada vez más frenéticas a tres personas, las cuales se cree son su ministro de Defensa, el jefe del ejército, y otro confidente cercano: Kamel Eltaief.
Comienza preguntándole a alguien que entendemos es el ministro de Defensa Ridha Grira sobre la situación en el terreno en Túnez.
Grira le revela que un presidente interino está ahora en su lugar. Ben Alí le pide que repita esta información tres veces, antes de responder diciendo que volverá al país “en unas horas”.
Luego llama a un hombre, el cual la BBC cree es el confidente cercano Kamel Eltaief. Ben Alí le dice a Eltaief que el ministro de Defensa le aseguró que los eventos están bajo control.
De manera concisa, Eltaief corrige esa suposición.
“No, no, no. La situación está cambiando rápidamente y el ejército no es suficiente“, le dice su amigo.
Ben Alí lo interrumpe para preguntar: “¿Me recomiendas volver ahora o no?” Tiene que repetir la pregunta tres veces antes de que Eltaief responda de manera efectiva.
“Las cosas no están bien”, Eltaief responde finalmente.
Ben Alí luego hace una llamada a quien la BBC cree es el jefe del ejército, el general Rachid Ammar. Ammar pareciera no reconocer la voz al otro lado de la línea. “Soy el presidente”, le tiene que decir Ben Alí.
Ammar le asegura que “todo está bien”. Nuevamente, Ben Alí le formula la misma pregunta que le hizo a Eltaief: si debe regresar a Túnez en ese mismo momento. Rachid le dice que sería mejor que espere “un tiempo”.
“Cuando veamos que puede volver, se lo haremos saber, señor presidente”, le dice Ammar a Ben Alí.
Llama a su ministro de Defensa nuevamente, preguntando si debe regresar a casa y esta vez, Grira es más directo diciéndole que “no puede garantizar su seguridad” si lo hace.
“¿Qué le he hecho a la calle?“
Justo después de la media noche, el avión del presidente Ben Alí aterriza en Yeda, Arabia Saudita. Le ordena al piloto prepararse para el viaje de regreso, y él y su familia son escoltados a la casa de huéspedes del palacio del rey Faisal.
Pero el piloto desobedece la orden. Deja a Ben Alí y vuelve a Túnez.
Al despertarse en Arabia Saudita a la mañana siguiente, Ben Alí llama a su ministro de Defensa nuevamente.
Grira admite que la administración no tiene control sobre lo que está ocurriendo en las calles y le dice que incluso se habla de un golpe de Estado.
Ben Alí lo tacha como una acción de los “islamistas”, antes de hablar nuevamente de regresar a casa.
Grira ahora parece sincerarse con su jefe.
“Hay rabia en las calles que no puedo describir de ninguna manera”, le dice Grira.
Parece querer ser claro con el presidente, al agregar: “(Se lo cuento) para que no pueda decir que lo engañé y la decisión es suya”.
Ben Alí trata de defender su reputación: “¿Qué le he hecho a la calle? ¡Le he servido!”
“Le estoy contando la situación, no (pidiéndole) una explicación”, Grira responde.
Las grabaciones
A las pocas horas un nuevo gobierno se formó en Túnez y muchos de los ministros, incluído Grira, mantuvieron sus cargos.
Ben Alí nunca retornaría a su tierra natal, manteniéndose en Yeda hasta su muerte en 2019.
El ministro de Defensa Ridha Grira y el jefe del ejército Rachid Ammar se rehusaron a comentar las grabaciones cuando fueron contactados por la BBC.
Los confidentes de Ben Alí, Kamel Eltaief y Tarek Ben Ammar, negaron que las llamadas hubieran tenido lugar, mientras que Ben Ammar agregó que no había intentado tranquilizar al presidente sobre su mando.
La BBC ha dedicado más de un año a investigar la autenticidad de las grabaciones. Han sido analizadas por expertos forenses en audio en el Reino Unido y en Estados Unidos, quienes buscaron señales de manipulación o edición o procesamiento deep fake, que replica voces de manera artificial.
No se encontraron evidencias de ningún tipo de manipulación.
La BBC también buscó confirmar la identidad de aquellos en las llamadas reproduciendo extractos relevantes a individuos que conocen a al menos uno de los que aparentemente habla en la grabación.
Entre los consultados están tres de los funcionarios de seguridad de más alto nivel de Ben Alí, líderes de su partido político e incluso un imitador de voz del expresidente.
Todos a los que se les consultó pudieron identificar a los que hablan en las grabaciones y no reportaron sospechas sobre su autenticidad.
Otras evidencias también corroboran el trasfondo de estas llamadas, incluyendo declaraciones anteriores hechas por el ministro de Defensa Grira y el jefe del ejército Ammar. Según estas, hablaron con el presidente mientras estaba en el avión. El testimonio de Ammar fue similar al contenido de la llamada.
Las grabaciones dejan en evidencia cómo un autócrata que dirigió un Estado represivo y temido durante 23 años quedó sumido en la confusión y a merced de las instrucciones de sus ministros en sus últimos momentos en el poder.
En 2011, durante su exilio en Arabia Saudita, Ben Alí fue sentenciado a cadena perpetua en ausencia por la muerte de manifestantes durante la revolución.
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