Hay 157,000 inmigrantes más que no pueden escapar de ‘La Migra’
Hay miles de inmigrantes indocumentados que no representan un peligro de seguridad pública para Estados Unidos, por lo que la oficina de Inmigración y Control de Aduanas los puso en libertad condicional y deben seguir ciertas reglas
Unos 157,000 inmigrantes indocumentados fueron puestos en libertad condicional bajo programas alternativos de detención (ATD, por sus siglas en inglés) y son monitoreados por la oficina Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Un reporte de del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, señala que ese dato corresponde a lo que va de enero.
Aquellos no ciudadanos que pueden ser parte de ese programa son quienes no representan un peligro para la seguridad pública y nacional de EE.UU., dijo a Univision el abogado Jaime Barrón, quien opera en Texas.
Estos inmigrantes corren el riesgo de complicar sus casos migratorios si no siguen las instrucciones de ICE, que les coloca un rastreador de GPS, a fin de saber dónde se encuentran, aunado a que deben acudir regularmente a las oficinas de la agencia.
El reporte de la televisora indica que tiene distintas tecnologías para monitorear a estos inmigrantes, incluida una aplicación para celular y las tobilleras con GPS.
TRAC reporta que la agencia migratoria tiene 22,000 extranjeros bajo custodia, una cifra que bajó desde julio pasado, cuando se indicó que había 27,000 extranjeros ingresados.
Bajo las políticas de ICE con el presidente Joe Biden, los inmigrantes indocumentados no son una prioridad de deportación, solamente por el hecho de no tener documentos de estancia en el país.
Sin embargo, al ingresar al programa de monitoreo, si estos extranjeros incumplen con los lineamientos, como faltar a una cita sin previo aviso, podrían ingresar a un proceso de deportación inmediato.
Organizacioens civiles han criticado las actuales políticas de la Administración Biden sobre indocumentados bajo arresto, en medio de reportes que indican que aumentaron considerablemente los casos de COVID-19 en las prisiones migratorias.