“Estoy listo”: Aaron Donald, el jugador de los Rams que más quiere y merece el anillo de Super Bowl
Considerado el mejor defensivo de toda la NFL, Aaron Donald ha sido el corazón de los Rams por años, pero un consejo de otra estrella del equipo le ha preparado para el día más importante de su increíble carrera
Las fotos y videos se han repetido en los últimos años y son impresionantes: Aaron Donald, el estelar defensivo de Los Angeles Rams, enfrentando en la línea de golpeo hasta tres jugadores del equipo rival.
Para muchos aficionados, esas imágenes son como las de historietas de dibujos animados o los cómics en donde el súper héroe tiene que enfrentar a múltiples monstruos o villanos para salvar una vez más al planeta.
Pero ahora que es cuestión solo de horas para el inicio del Super Bowl LVI, la imagen de Aaron Donald que más se repite es una en la que el liniero defensivo celebra la jugada decisiva en el Juego de Campeonato de la NFC contra los 49ers, señalando a su mano izquierda… señalando al dedo del anillo.
Ganar un anillo de campeón de la NFL es realmente lo único que le falta a Aaron Donald para redondear su impresionante carrera repleta de logros y galardones: 17 trofeos, siete elecciones como el mejor jugador en su posición (All Pro) y tres premios de Jugador Defensivo del Año de la NFL. Todo eso y mucho más en ocho campañas.
Los Rams enfrentarán este domingo (3:30 pm/NBC, Telemundo) en SoFi Stadium a los sorprendentes Cincinnati Bengals por el Trofeo Vince Lombardi, y entre todas las grandes historias que podrían escribirse al final del partido tal vez ninguna sea más significativa que la de Aaron Donald alcanzando ese ansiado anillo de campeón. Nadie lo merece más que él.
“La mejor manera en que puedo explicarlo es que todas las cosas buenas que pudiera decir de él no le harían justicia por lo que significa para mí y para la organización“, dijo el entrenador en jefe Sean McVay acerca de su gran líder defensivo.
“Él es único, es muy especial. Ya se había establecido como uno de los mejores jugadores en esta liga antes de que yo llegara aquí hace cinco años. Todo lo que ha hecho desde entonces es mejorar”, agregó McVay.
Esta temporada, Donald registró 12.5 capturas de quarterback, 19 tacleadas detrás de la línea y 84 tacleadas. Esos son muy buenos números a pesar de que no hay un jugador defensivo que tenga que enfrentar más dobles bloqueos en la liga, y con frecuencia triples bloqueos, lo cual es un poco ridículo y al mismo tiempo un tributo a su grandeza.
Aunque no es un atleta especialmente grande como liniero interior (6-1 pies, 280 libras), Donald es una pesadilla para las ofensivas dominando con aparente facilidad a hombres 30 o 40 libras más pesados.
La fuerza bruta del hombre nacido en Pittsburgh hace 30 años se conjuga con una velocidad inédita para un jugador en su posición y una técnica superior que él mantiene a tope con incansables sesiones de trabajo, incluyendo métodos no siempre convencionales como cuando practica golpeando cuchillos (no cortantes) con ambos brazos.
Donald y los Rams de McVay tuvieron su primera oportunidad de ganar el Super Bowl hace tres años, pero los Patriots dominaron una batalla defensiva para ganar 13-3 en Atlanta.
Él dice que el aprendizaje obtenido al haber jugado ya en un Super Bowl es que ahora ya sabe que debe tratar de mantener las cosas como si fuera un juego de la campaña regular.
“No hacerlo más grande de lo que es, estar en nuestro mismo régimen de las cosas que hacemos en el campo, entendiendo que es el Super Bowl, entendiendo que es el juego más grande de mi carrera, pero al final del día es fútbol americano, estar listo como cualquier otra semana”, explicó Donald esta semana a los reporteros.
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Von Miller le dio un consejo de oro a Aaron Donald
El año pasado, los Rams fueron eliminados en las semifinales de conferencia al caer en Green Bay. Donald, jugando ese partido con costillas rotas, no pudo hacer acciones importantes para marcar diferencia y cuando el tiempo se agotaba las cámaras de TV lo captaron en las laterales llorando mientras era sostenido por uno de sus entrenadores.
Ese momento retrató al gran competidor que sabía que la misión había fallado. Un año más tarde, las cosas han sido distintas en buena parte por la llegada de refuerzos al equipo angelino.
Uno de ellos ha tenido especial impacto en Donald: el linebacker Von Miller, adquirido a media campaña en un cambio con los Denver Broncos, con quienes ganó el Super Bowl 50 en el cual fue premiado como el ‘MVP’.
Donald y Miller no tardaron en construir una hermandad que está basada en el respeto mutuo por la grandeza del otro. De esa relación especial surgió un nuevo condimento competitivo.
Miller, veterano de 11 temporadas, le aconsejó a Donald hablar más con sus compañeros, ser un líder más vocal y que no solo liderara con el ejemplo, pues los resultados son mejores.
Y así ha sido. Cuando Los Ángeles estaba abajo contra San Francisco en la final de la NFC, Donald reunió a su defensa y se hizo escuchar como nunca. El resultado fue que los 49ers no volvieron a anotar ni ser peligrosos al ataque.
“Miras lo que hace Aaron Donald y es el epítome de todas las cosas buenas de los Rams”, comentó el coach McVay. “Pero también ha utilizado su voz y lo hace en los momentos correctos para realmente retar a sus compañeros a elevar su nivel de juego y esa es una de las razones por las que estamos aquí”.
Miller, al explicar ese interesante desafío para quien ya era el mejor jugador defensivo de la NFL, hizo una interesante revelación: “Siendo egoísta, quiero decir que fui el tipo que ayudó a ‘AD’ a ganar un Super Bowl… y poderle decirle a mi hijo cuando sea mayor que jugué con ‘AD’ y le ayudé a completar toda su lista de pendientes”.
La presencia de jugadores veteranos en el equipo como Miller, quien como linebacker exterior ha ayudado a que los rivales no puedan enfocarse de manera exagerada en Donald, es algo que “AD” ve como una ventaja con respecto a otras temporadas.
“Muchos jugadores han estado en el Super Bowl, de la vez que nos tocó jugarlo. Tenemos hombres como Von (Miller), que han ganado el Super Bowl. Hay gente con experiencia, hay coaches con experiencia, así que eso definitivamente ayuda”, dijo.
Al gran Donald y sus Rams solo les falta un triunfo para que él tenga su anillo y para que Miller cumpla con su objetivo especial. Todo se definirá este domingo durante tres horas y media de lucha ante los talentosos, pero jóvenes, Bengals. “AD” acepta que es la oportunidad perfecta.
“Obviamente hicimos lo necesario para llegar a este punto y tener la oportunidad de estar en otro Super Bowl, pero esta vez en casa, en nuestro propio estadio, practicar en nuestras propias instalaciones y poder estar en nuestras propias casas con nuestras familia. Definitivamente mantiene bajo el nivel de estrés”, comentó.
Hace dos domingos, un rato después de que los Rams firmaron su lugar en el Super Bowl gracias a una excelente jugada defensiva en la que Donald provocó un pase interceptado, él se banó y regresó al campo junto a su pareja y sus tres niños. Los cinco se sentaron en la cancha cubierta de confetti y Aaron empezó a abrazar a cada uno de ellos viviendo un conmovedor momento. Pero aún le falta el más especial de todos.
“Estoy listo”, dijo Donald. “Emocionado por salir el domingo a la cancha y competir”.
Ricardo López Juárez es analista oficial en español de Los Angeles Rams