Después de casi 58 años, la policía de Pensilvania resuelve el asesinato de una niña de 9 años
La policía de Pensilvania relacionó al hombre con el asesinato de Marise con la ayuda de pruebas de ADN y la investigación de un genealogista adolescente
Marise Ann Chiverella, se fue a su escuela para darle a su maestra unos productos enlatados, una monja de la escuela parroquial de St. Joseph en Hazleton, Pensilvania, el 18 de marzo de 1964.
La pequeña de apenas 9 años, quien tenía la idea de ser monja, se apresuró para llevar los regalos y así también llegar a tiempo a la misa de la mañana de ese día.
Para su familia, esos fueron los últimos recuerdos que tuvieron de Marise, quien fue hallada esa misma tarde en un pozo de basura, tras ser violada y asesinada.
Tras 58 años de ese atroz crimen, la Policía Estatal de Pensilvania identificó al hombre, que de acuerdo con ellos, fue el responsable de quitarle la vida.
“La Policía Estatal de Pensilvania se fundó en 1905, así que más de la mitad de nuestra existencia hemos investigado este caso”, dijo el teniente Devon M. Brutosky en una rueda de prensa en la que los investigadores aclararon el crimen.
El teniente informó que los investigadores usaron pruebas de ADN e investigación genealógica para identificar a James Paul Forte, que para ese entonces tenían 22 años, como la persona responsable del homicidio de Marise.
Forte vivía a pocas calles de la niña, informó la policía, pero no sabían de qué hubiese alguna conexión entre ella o con su familia.
La policía dijo que el asesino tenía 38 años cuando murió por causas naturales, probablemente de un ataque al corazón, en el bar donde trabajaba en 1980. Todavía residía en el mismo lugar y al parecer era soltero al momento de su fallecimiento.
Gran parte de la información que tenían las autoridades sobre el hombre se obtuvo gracias a los registros de otros delitos con los que estaba relacionado.
En el año 1974, Forte se declaró culpable de asalto agravado y fue sentenciado a un año de libertad condicional. Brutosky dijo que el hombre había violado a una mujer en 1974 en una zona usada para la minería del carbón, y en una entrevista reciente dijo a la policía que pensó que la habrían asesinado durante el ataque si no fuera por un testigo que hizo que se detuviera. En 1978, Forte fue acusado de poner en peligro imprudentemente a otra persona y acoso.
La policía relacionó al hombre con el caso de Marise con la ayuda de pruebas de ADN y la investigación de un genealogista adolescente que se acercó a la policía en 2020 y se ofreció como voluntario para ayudar.
Eric, Schuber, el joven, dijo que había ayudado en otros casos sin resolver y descubrió la historia de Marise mientras buscaba algo nuevo en lo que trabajar. Es estudiante de historia en Elizabethtown College en Elizabethtown, Pensilvania, identificó a posibles parientes usando una coincidencia de ADN anterior realizada en el caso.
En el año 2007, los detectives crearon un perfil de ADN del sospechoso usando fluidos corporales encontrados en la chaqueta de Marise.
Mientras en 2019, Parabon NanoLabs, una empresa de tecnología de ADN, ayudó a la policía a cargar un perfil de ADN en una base de datos genealógica, lo que llevó a una coincidencia con un pariente lejano del sospechoso.
Schubert pudo construir un árbol genealógico desde esa pequeña coincidencia, lo que llevó a un pariente considerado un historiador familiar. Los investigadores entrevistaron a algunos miembros de la familia y tomaron muestra voluntarias de ADN, lo que redujo la lista a cuatro sospechosos, dando finalmente con el autor del crimen.
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