Reporte de Amnistía Internacional advierte de que la tecnología de reconocimiento facial fomenta el racismo en la policía estadounidense
Se estima que actualmente en la ciudad de Nueva York existen más de 25,500 cámaras de vigilancia policial las cual en su mayoría se concentran en barrios de bajos recursos
Gran parte de las cámaras de vigilancia policial que están instaladas en Nueva York son compatibles con tecnología de reconocimiento facial Crédito: Steffi Loos | Getty Images
Amnistía Internacional publicó un informe en el que alertan que el uso de tecnología de reconocimiento facial puede ayudar a fomentar el racismo en la policía de Estados Unidos. El estudio forma parte de una iniciativa denominada “Ban the Scan” que busca eliminar el uso de este tipo de sistemas de reconocimiento en determinados ámbitos policiales.
De acuerdo con la investigación, se pudo comprobar que en el caso del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York, el uso del reconocimiento facial afecta en mayor medida a personas de zonas populares.
“La campaña mundial Ban The Scan ha demostrado que la operación de vigilancia masiva del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) afecta especialmente a quienes ya sufren actuaciones selectivas de dar el alto y registrar en los cinco barrios de la ciudad de Nueva York”, refiere el texto.
En tal sentido apuntan que en barrios como Bronx, Brooklyn y Queens, donde existe una proporción más elevada de habitantes no blancos es donde se concentra la mayor cantidad de cámaras de vigilancia policiales compatibles con tecnología de reconocimiento facial.
Matt Mahmoudi, investigador de Amnistía Internacional sobre Inteligencia Artificial y Derechos Humanos, plantea que el uso que se le está dando a esta herramienta tecnológica solamente contribuye a aumentar la discriminación racial. Esto a su vez perjudica en mayor medida a las comunidades minoritarias de la ciudad.
“Ahora sabemos que las comunidades que más sufren esta práctica también están más expuestas a una actuación policial discriminatoria a través de la vigilancia masiva”, afirma.
Mahmoudi agrega que es imprescindible que NYPD explique cómo se está utilizando esta tecnología, considerada como altamente invasiva. Considera que lo correcto debería ser prohibir el uso de este tipo de herramienta por parte de los organismos de seguridad ya que esto podría ayudar a contribuir a disminuir las actuaciones policiales racistas.
Desde Amnistía Internacional explican que las conclusiones de su informe son el resultado de datos obtenidos mediante la colaboración colectiva de miles de voluntarios digitales como parte del proyecto Decode Surveillance NYC. Esta iniciativa ha permitido identificar más de 25,500 cámaras de videovigilancia en toda la ciudad de Nueva York.
Como parte de la investigación descubrieron que entre los años 2016 y 2019 se utilizó tecnología de reconocimiento facial en al menos 22,000 casos policiales, una cifra que supone un promedio anual de más de 5,000 casos. Esto da cuenta de lo común que es para las autoridades el uso de este recurso tecnológico.
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