El Salvador podría haber perdido hasta $22 millones de dólares en reservas gracias a la caída en el valor del Bitcoin
El Salvador pidió al FMI un préstamo de $1,300 millones de dólares para ayudar a cubrir pagos de deuda externa, pero el acuerdo parece poco probable dada la negativa de la nación a dejar el Bitcoin
Cuatro meses después de que El Salvador se convirtiera en el primer y único país del mundo en adoptar el Bitcoin como moneda legal, el Fondo Monetario Internacional ha dicho que la criptomoneda plantea “grandes riesgos” para la estabilidad financiera de la nación y sus ciudadanos.
El ambicioso plan del populista Nayib Bukele, autodenomiado CEO de ese país, ha producido tibios resultados y se cree que El Salvador ha perdido hasta $22 millones de dólares en reservas gracias a la dramática caída del valor de la criptodivisa.
Un fraude dirigido a los usuarios del monedero electrónico oficial del país, conocido como Chivo, se ha extendido, con al menos 1,000 personas que han denunciado el robo de sus identidades a través de la aplicación.
A pesar de la promesa de Bukele de que el Bitcoin facilitaría la vida a los millones de salvadoreños que no tienen cuentas bancarias, así como a los que envían remesas desde el extranjero, pocos parecen utilizarlo en su vida cotidiana.
Nada de eso ha disuadido a Bukele, que en marzo, en lo que algunos expertos llaman como su jugada más arriesgada, emitirá por primera vez un “bono Bitcoin” de $1,000 millones de dólares.
La mitad del dinero recaudado con la oferta de bonos se utilizará para construir una “Ciudad Bitcoin” libre de impuestos y alimentada por un volcán extinto cuya energía geotérmica se aprovechará para extraer nuevos bitcoins, según el gobierno. Los otros 500 millones de dólares se utilizarán para comprar más bitcoins.
El bono a 10 años ofrece a los inversores un tipo de interés del 6.5%, mucho más bajo que los bonos tradicionales del país, que cotizan muy bajo porque las calificadoras están muy preocupadas por la fijación de Bukele con el Bitcoin.
El presidente insiste en que el plan ayudará a impulsar el crecimiento en una nación pobre que lleva mucho tiempo luchando por encender su economía. Los expertos son escépticos.
Aunque la economía salvadoreña creció un 10% en 2021, continúa muy endeudada. El Salvador debe $1,200 millones de dólares en pagos de deuda externa el próximo año, incluyendo un reembolso de eurobonos de $800 millones de dólares que vence en enero.
El Salvador pidió al FMI un préstamo de $1,300 millones de dólares para ayudar a cubrir esos pagos, pero el acuerdo parece poco probable dada la negativa de la nación a dejar el Bitcoin o hacer otros ajustes financieros.
La comunidad financiera internacional que ahora está alarmada aplaudió hace dos décadas cuando El Salvador renunció a su moneda y adoptó el dólar. La dolarización ha ayudado a mantener las tasas de inflación de El Salvador bajas en comparación con las de sus vecinos, pero eso significa que el gobierno ha cedido el control de su política monetaria a Estados Unidos.
Bukele, que a menudo se queja de que Estados Unidos está demasiado involucrado en los asuntos de su país y que se ha acercado a China, ha adoptado el Bitcoin como parte de su plan más amplio para rehacer El Salvador.