La lucha de dos latinos por una tortilla 100% de maíz, libre de químicos

Ricardo “Rick” Ortega y Omar Hernández llevan desde antes de 2015 en la lucha por abrirse camino en el gusto de los angelinos con una tortilla saludable, hecha a base de maíz orgánico, 100% nixtamalizado y libre de productos químicos.

“Nuestra meta se quedó corta con la pandemia, porque muchos restaurantes que son nuestros principales clientes sufrieron, y nosotros también. Apenas estamos recuperando todo lo que se perdió”, dice Ricardo.

En 2015, Ricardo y Omar crearon la marca Kernel of Truth Organics, con tortillas hechas en una tortillería del barrio de Boyle Heights en Los Ángeles.

 “Kernel significa grano en español”, explica Ricardo.

Y Kernel of Truth es una expresión que quiere decir ‘un grano de verdad’ como es el maíz nixtamalizado con el que originalmente se hacían las tortillas en México, antes de que apareciera en el mercado la maseca que es harina de maíz.

A diferencia de la harina de maíz, la nixtamalización inventada por los mexicanos hace más de 1,000 años, es el proceso por el cual el maíz se convierte en masa.

La idea de entrarle al negocio de las tortillas nació porque la familia de Ricardo tenía una tortillería en Echo Park, pero la gentrificación, el proceso de desplazamiento de la clase trabajadora de sus viviendas para dar paso a gente con mayores ingresos, los puso al borde del cierre.

Ricardo, nacido en Los Ángeles, pero hijo de padres inmigrantes de la ciudad de México, decidió rescatar y preservar la tortillería, pero se la llevaron al tradicional barrio de Boyle Heights.

Omar, el otro fundador, es nacido en México.

“Se acostumbra mucho la tortilla de maseca, pero nosotros decidimos irnos por la tortilla de maíz nixtamalizado, la auténtica tortilla de maíz que está libre de cualquier químico y no contiene preservativos. Está hecha con maíz, cal y agua”.

Recuerda que comenzaron sin apoyo de bancos e inversionistas.

“No nos pagamos nada por dos años. Nuestra prioridad era hacer una tortilla de calidad”. 

Y fueron años de mucho sacrificio, Ricardo cuenta que manejaba tres veces a la semana desde Boyle Heights hasta San José para entregar sus tortillas a restaurantes de esa zona.

Pero poco a poco, tocando puertas una y otra vez, se dieron a conocer. 

“Éramos como los surfistas esperando la mejor ola para subirnos, y se corrió la voz que decía, que había unos muchachos que hacían tortillas buenas”.

La diferencia con otros negocios es que la tortilla que ellos producen es elaborada con maíz orgánico certificado y trabajan con productores de Nebraska que pueden probar que su maíz es limpio.

Ricardo reconoce que no todos quieren comprar una tortilla que sabe mucho a maíz. 

“El sabor es diferente al de la tortilla de maseca, pero es un producto de calidad”.

La pandemia de covid-19, los agarró en su mejor momento, vendiendo sus tortillas a una clientela formada principalmente por restaurantes. Sin embargo, la crisis de salud los hizo reinventarse.

“En estos dos años de pandemia, tratamos de cambiar para no solo vender en los restaurantes y comenzamos a hacer paquetes de tortillas para la casa”.

Pero su mercado principal sigue siendo los restaurantes. Solo hay un local donde se pueden comprar las tortillas Kernel of Truth Organics. Se trata de Sara’s Market localizado en el 3455 de City Terrace Drive. Los Ángeles, 90063.

Ricardo dice que también hacen tortillas con maíz azul; y por temporadas, consiguen maíz, rojo, rosado o morado. 

“Es difícil porque el maíz azul se echa a perder muy rápido”.

Cuenta que amigos y familiares les ayudan en la logística de entrega de la tortilla que se vende al mayoreo.

“Nos dimos cuenta que para crear bien un negocio, teníamos que delegar ciertas responsabilidades. Si me quedaba manejando o en la tortillería, nunca íbamos a crecer”.

Este empresario mexicoamericano dice que la meta de Kernel of the Truth es hacer que los angelinos consuman tortillas saludables, porque hasta ahora compran tortillas de maseca, llenas de químicos que solo les lleva veneno a su organismo y les afectan su salud.

Pero también uno de sus desafíos es producir una tortilla saludable a precio accesible. 

“¿Por qué una tortilla que tiene menos ingredientes puede costar mucho más?… La gente no estamos acostumbrados a pagar tanto”.

Expone que una docena de sus tortillas de maíz nixtamalizado cuesta 4 dólares mientras que cualquier otra marca comercial te da 80 tortillas por 3 dólares.

“¿Como justificamos ese precio a nuestra gente? Ahí es donde estamos, creando un plan para bajar el precio de la tortilla orgánica, limpia”.

Tal vez, dice, si los restaurantes pagan un poco más, podrán bajar el precio porque el costo de una tortilla llena de químicos es un daño a futuro para la salud. 

“Se ocupa una voz que eduque a nuestra gente sobre lo que hay dentro de una tortilla 100% de maíz”.