Autoridades ucranianas amplían toque de queda nocturno y considerarán como enemigos a civiles que estén en la calle durante esas horas
El toque de queda entrará en vigor entre las 5:00 p.m. hasta las 8:00 a.m., medida que tiene como objetivo hacer más "eficaz" la defensa y la seguridad de los ciudadanos
Las autoridades de Kiev y Járcov ampliaron este fin de semana el toque de queda nocturno que se implementó desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania.
Vitali Klitshko, alcalde de la ciudad de Kiev, señaló que desde este mismo sábado el toque de queda entrará en vigor entre las 5:00 p.m. hasta las 8:00 a.m., medida que tiene como objetivo hacer más “eficaz” la defensa y la seguridad de los ciudadanos.
“Todos los civiles que estén en la calle durante el toque de queda serán considerados miembros de los grupos de sabotaje y reconocimiento del enemigo”, alertó a través de la plataforma Telegram, informó el portal de noticias ucraniano Babel.
Asimismo, en Járkov, la representante del Ayuntamiento, Olga Miroshnichenko, precisó que los ciudadanos no podrán salir a la calle entre las 6:00 p.m. y las 6:00 a.m., de acuerdo a lo que informó la alcaldía en la red social Facebook.
Varias ciudades de Ucrania han establecido toques de queda nocturnos debido a la invasión de Rusia en el país. Es el caso de Leópolis, Odesa, Kiev.
Además, el Parlamento ucraniano aprobó el pasado miércoles el estado de emergencia para toda la nación.
Ciudad fantasma
El avance de los tanques rusos hacia la capital ucraniana, el toque de queda, las alarmas antiaéreas y la huida de ciento de sus habitantes han convertido a Kiev en una ciudad fantasma.
Los ciudadanos de Kiev solo salen a las calles por suministros y alimentos. Solo dos tiendas no han cerrado sus puertas en el centro de la capital ucraniana.
En las pocas tiendas abiertas hay filas largas, ya que sus habitantes se preparan para el inminente asedio ruso. Aunque ya hace varios días que los anaqueles de los supermercados ya están vacíos.
Solo los integrantes de las fuerzas de autodefensa rompen la monotonía de las calles y avenidas con sus patrullas. Ellos protegen junto a tanquetas los principales edificios de la ciudad, desde la Presidencia al Gobierno, el Ayuntamiento y la Rada Suprema o el Parlamento.
Está prohibido tomar fotos. Por ejemplo, a un reportero que hizo una captura contra una sede oficial se le acercaron molestos dos soldados para invitarle a que borrara inmediatamente la imagen.
“¡No provoquen! ¡No ayuden al enemigo!”, gritó un de los soldados.
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