Agricultores analizan cultivar trigo para subirse a la ola de precios altos tras la invasión de Rusia a Ucrania
Los principales productores de granos en EE.UU. y otros países buscan aumentar su producción para llenar los vacíos de Rusia y Ucrania, que producen un tercio de las exportaciones mundiales de trigo y cebada
La guerra entre Rusia y Ucrania ha ocasionado que agricultores de todo el mundo se planteen la posibilidad de cambiar sus patrones de siembra para cultivar trigo esta primavera y aprovechar una subida de precios ante el desabasto.
La invasión, que inició el pasado 24 de febrero y que hasta ahora no da señales de paz, ha puesto en duda el suministro de granos de la región conocida como “el granero del mundo”.
La producción de Rusia y Ucrania representa un tercio de las exportaciones mundiales de trigo y cebada, de las que dependen los países de Oriente Medio, Asia y África para alimentar a millones de personas.
También son los principales exportadores de otros cereales y aceite de semilla de girasol que se utiliza para cocinar y procesar alimentos.
Ed Kessel, dueño de una granja en Dakota del Norte, dijo a la agencia AP que pensaba sembrar algo más de trigo y subirse a la marea de precios altos que se han disparado desde la invasión, ayudando a compensar las pérdidas que ha tenido por la sequía y el aumento del costo del combustible.
“Honestamente, probablemente nos ayudará a plantar unos cuantos acres más de trigo. Pondremos algunos acres más en trigo y algunos más en girasoles”, dijo Kessel, también primer vicepresidente de la Asociación de Productores de Granos de Dakota del Norte.
Como él, los principales productores de granos como Estados Unidos, Canadá, Francia, Australia y Argentina están siendo observados de cerca para ver si pueden aumentar rápidamente la producción para llenar los vacíos de los suministros perdidos de Ucrania y Rusia.
Sin embargo, inconvenientes como la sequía, costos crecientes de combustible y fertilizantes e interrupciones en la cadena de suministro debido a la pandemia de covid-19 han obstaculizado aumentar su capacidad.
Estados Unidos produjo alrededor de 44 millones de toneladas de trigo para la temporada 2021-2022.
Hace solo dos o tres años, superaba los 50 millones de toneladas, dijo Arnaud Petit, director ejecutivo del Consejo Internacional de Granos, quien señaló que las razones de la disminución en la producción se debieron a la sequía y el cambio de los agricultores a cultivos más rentables.
Canadá, Argentina y Australia podrían intentar aumentar la producción de trigo para la próxima temporada que finaliza a mediados de 2023, pero es demasiado pronto para saber si los agricultores están cambiando sus patrones de siembra para centrarse más en granos como el trigo.
Aunque los precios más altos del trigo generarán ganancias para los agricultores, para muchos otros no es un incentivo suficiente para expandir la producción porque los precios también están subiendo para cultivos como avena y canola.
Doug Martin dijo que es demasiado tarde para que su granja familiar en Manitoba, Canadá, haga cambios significativos en lo que se está plantando ahora. Además, señaló a la agencia AP que cultivar una variedad de cultivos dispersa los riesgos.
“La mayoría de los productores tienen una idea definida de lo que están sembrando y probablemente se ciñan a eso”, dijo Martin. “Hay otros cultivos que van a tener buenos rendimientos”, agregó Martin.
El mundo tiene 278 millones de toneladas de existencias de trigo para ayudar a amortiguar los déficits de Ucrania, dijo Petit, del Consejo Internacional de Granos.
Sin embargo, la mitad de ese stock está en China, que tiene más de un año de suministro para garantizar la seguridad alimentaria de sus 1,400 millones de habitantes.
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