Joss Favela revive los setentas en ‘Gato de madrugada’

El cantante lanza el primer sencillo de su nuevo disco

Joss Favela grabó su nuevo disco con un acordeón que fue de su papá. Foto: Cortesía

Joss Favela grabó su nuevo disco con un acordeón que fue de su papá. Foto: Cortesía Crédito: Cortesía

Cuando el papá de Joss Favela era chico, su mamá –la abuela de Joss– le regaló un pequeño acordeón rojo. Pero lo hizo a escondidas de su esposo –el abuelo de Joss– porque dedicarse a la música no era una opción. ¿Cómo se iba a ir del rancho? ¿Quién se haría cargo del ganado?

“Mi abuelo le dijo a mi papá, ‘vas a terminar en una cantina'”, contó Joss. “Y era cierto, pero porque esa es la esencia de la música de nosotros”.

Ahora, como una forma de cumplir el sueño que su padre no pudo, Joss retrocedió unos cincuenta años y retomó el estilo musical norteño de artistas como Carlos y José, Los Cadetes de Linares, Cornelio Reyna y muchos otros que fueron artífices de la época dorada de este género.

Joss no solo consiguió camisas con cuellos larguísimos, pantalones acampanados de “terlenka” –una fibra sintética muy popular en los setentas– y una hebilla que usaba su papá cuando era joven, sino que también remozó el acordeón rojo –que su padre le heredó– y con él grabó los diez temas de “Aclarando la mente”, su cuarto disco de estudio. Hace unos días estrenó “Gato de madrugada”, el primer sencillo de este trabajo que estrenará más adelante este año.

Incluso, el cantante, nacido en un poblado de Sinaloa, México, llamado Caitime, grabó el Tiny Desk, una serie de conciertos que patrocina la National Public Radio, con este acordeón.

“Es difícil tocarlo porque es un acordeón chiquito, sin todas las posibilidades que tienen los modernos”, dijo. “Pero eso te fuerza a encontrar en ese acordeón el valor y ver qué le sacas”.

La canción en cuestión es una historia aparte. Está dedicada –como algunas otras que Joss ha incluido en otros álbumes– a una persona que al parecer lo dejó herido de muerte. Bueno, quizá no de muerte pero que sí dejó una huella profunda en la vida del intérprete.

“Todos los días me pasa algo extraordinario”, dijo el artista de 27 años. “Aunque aprecio y valoro todo, me doy cuenta de que a cierta hora del día me hace falta alguien, y ese alguien tiene nombre y apellido; entonces nace una canción”.

Joss espera que este sea el último tema que le dedica a esa persona. Y aunque no precisa si está en una relación, asegura que por ahora está bien.

Por lo pronto, la gira para promover el disco tendrá que esperar porque Joss será parte del grupo de coaches de la nueva temporada de “La Voz Kids México”. Su calendario estará tan ocupado con este show que está pensando en mudarse por un tiempo a Ciudad de México, donde se produce este programa de televisión.

Luego volverá a su rancho, donde disfruta mucho hacer sus tareas de ganadero. Ahí deja de ser Joss y vuelve a ser José, su nombre de pila.

“Hay una frase que me gusta mucho, que dice ‘la fama es un lugar que hay que visitar pero no hay que quedarse ahí'”, dijo. “Me gusta estar en mi casa y dedicarme a las cosas más naturales; venir a visitar [Sinaloa] y [a la vez] cantar es muy hermoso, pero sin olvidar de dónde vienes y lo que eres”.

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