Contra oposición de Ucrania, mujer ucraniana y mujer rusa llevan juntas la cruz durante la procesión del Coliseo del Viernes Santo en Roma
Fieles en el mundo aplaudieron la decisión de emparejar a las dos mujeres para llevar la cruz durante la procesión.
La elección del Vaticano de elegir una mujer rusa para estar entre los portadores de la cruz enfureció a las autoridades ucranianas, pero a pesar de su denuncia, este viernes, la mujer rusa llevó la cruz durante parte de la procesión, junto con una mujer ucraniana.
Los participantes de la procesión se turnaban para llevar una cruz sencilla, alta y esbelta.
Fieles en el mundo aplaudieron la decisión de emparejar a las dos mujeres para llevar la cruz durante parte de la procesión, que recuerda el sufrimiento de Jesús cuando estaba siendo llevado a su crucifixión y muerte.
La molestia de Ucrania fue expuesta a principios de esta semana, cuando el embajador de Ucrania ante la Santa Sede y el arzobispo de Kiev denunciaron el plan del Vaticano de que ambas mujeres, ucraniana y rusa, llevaran la cruz juntas durante la procesión.
Estas autoridades se opusieron a proyectar lo que vieron como la idea de la reconciliación mientras Ucrania es devastada por la guerra desatada por Rusia.
Las mujeres fueron identificadas solo por sus nombres en entrevistas en la televisión estatal italiana Rai: Irina, una enfermera de Ucrania, y Albina, una estudiante de enfermería rusa. Ellas son amigas y trabajan juntas en un hospital de Roma.
Antes de la procesión, Albina le dijo a Rai que era importante “orar por los niños que ya no están, por los soldados que perdieron la vida y ni siquiera pueden ser enterrados”.
Por su lado, Irina describió el hecho de compartir la carga de la cruz como una “gran responsabilidad”.
El papa Francisco, en una entrevista transmitida el viernes por la televisión estatal italiana, comentó que entendía que los gobiernos compraran armas. “No los justifico, pero los entiendo, porque tenemos que defendernos. Si hubiera un patrón de paz, esto no sería necesario. Pero vivimos con este patrón diabólico de matarnos unos a otros por el deseo de poder, el deseo de seguridad, el deseo de muchas cosas”, agregó.