Madre de preso del 11-J en Cuba pide ante la ONU la libertad de todos los manifestantes
"Estoy dispuesta a dar la vida por la libertad de mi hijo y porque se haga justicia en la isla con todos los manifestantes del 11-J de 2021", dijo Ailex Marcano en Ginebra, quien denuncia acoso estatal.
Esta madre cubana se ha reunido en Ginebra con funcionarios de relatorías de derechos humanos de Naciones Unidas para explicar los abusos que su hijo, y ella también, han sufrido desde el pasado año.
“Agradezco la oportunidad de ser la voz de las madres y familiares de los que protestaron el 11-J”, destaca esta psicóloga deportiva en su estancia en Ginebra, desde donde insiste en que su hijo, Ángel Jesús Véliz Marcano, como muchos otros detenidos en esas protestas, es un preso político que “no tiene por qué estar en la cárcel”.
Véliz Marcano fue detenido el 18 de julio de 2021, una semana después de participar en las protestas en la ciudad central de Camagüey, y fue condenado a seis años de prisión, que actualmente cumple en la cárcel Cerámica Roja después de haber pasado por una de las cárceles más “temidas” de la isla.
“Al principio fue trasladado a un centro penitenciario de alta seguridad, el Kilo 8, (…) compartiendo celda con otros manifestantes con los que logró una empatía total” hasta que los funcionarios de la prisión, al ver que estaban formando una “familia”, los separaron, relata la madre.
Al menos 40 manifestantes menores de edad
Marcano, quien también se ha reunido con responsables de la ONG de defensa de derechos del niño Child Rights Connect para denunciar que muchos de los condenados son menores de edad, ha relatado a expertos en libertades fundamentales en Ginebra las circunstancias de la detención, la condena y el encarcelamiento de su hijo, siendo la primera familiar que logra salir de Cuba para hacerlo tras el 11-J.
En el proceso a su hijo, contó, “todos los testigos de la Fiscalía eran del Ministerio del Interior”, mientras que no se escuchó a los presentados por la defensa, y después ella misma también ha sido hostigada por el régimen y tuvo por ello que dejar su trabajo en la formación de jóvenes atletas cubanos.
Acoso estatal contra madres de manifestantes
“Me coaccionan, me intimidan, me amenazan, quieren obligarme a firmar cosas que me niego a firmar… pretenden condenarme, pero creo que una madre tiene derecho a pedir la libertad de su hijo y a buscar la manera de ser escuchada”, asegura Marcano, a la que la condena de su hijo la ha llevado un activismo que nunca antes buscó.
“No me interesaba la política, pero cuando te tocan a un hijo, a tu razón de vivir, entonces empecé a buscar información, a documentarme, y me di cuenta de que había vivido en una burbuja”, confiesa, y asegura que este “despertar” le llevó a luchar por “una Cuba en la que se cumpla la justicia y la gente no se vea obligada a abandonar el país”.
La ONG Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), dirigida por Alejandro González Raga y que ha ayudado a Marcano a viajar a Ginebra y reunirse con instancias de Naciones Unidas, afirma que en Cuba hay al menos 1.024 resos políticos, entre ellos 891 relacionados con las protestas populares del 11 de julio del año pasado.
Madres y otros familiares de presos del 11-J no tienen por ahora una asociación oficial que los represente, pero se comunican a través de una página de Facebook creada por la misma Marcano, con más de 5.000 miembros.
“Sentí la necesidad de que nos uniéramos de alguna manera, aunque fuera a través de internet, y allí cada familiar expresa su sentir y sus experiencias personales”, subrayó la madre de Véliz Marcano, quien pasó en la celda su 27 cumpleaños.
Protestas criminalizadas por el régimen
Las protestas de julio de 2021, destacó la madre, se desarrollaron en todo momento de forma pacífica “hasta que el mismo Gobierno, el presidente (cubano) Miguel Díaz Canel, dio la orden de combate y las convirtió en una guerra total entre hermanos”.
Los que participaron en ellas son “héroes que tuvieron la valentía de querer mostrar la realidad que día a día sufrimos los cubanos, prácticamente viviendo como esclavos y aplastados por una bota que apenas nos deja respirar”, aseguró.
jov (efe, swissinfo)