La vida de Mina Raiola: de camarero a ser el rey de los fichajes
Mino Raiola falleció este sábado a los 54 años de edad: pasó de ser camarero en su época de joven a uno de los hombres más poderosos del fútbol internacional y que tuvo en su nómina a jugadores como Haaland, Balotelli y Donnarumma
La vida de Mino Raiola, quien falleció a los 54 años de edad, tiene el aire de una epopeya. Su carrera empezó de cero como hijo de inmigrantes italianos en los Países Bajos pero, más tarde, se coronaría como el superagente del fútbol, cerrando los fichajes más sonados y embolsándose míticas y desorbitadas comisiones.
El conocido empresario (Nocera Inferiore, 1967) había sido ingresado en el hospital San Raffaele de Milán (norte) y desde hacía días presentaba graves condiciones tras una larga enfermedad, no especificada.
Raiola fue uno de los representantes de futbolistas más poderosos del planeta, conocido por su tenaz dote negociadora y por haber cerrado algunos de los contratos más sonados de los últimos tiempos.
Su último galón fue el delantero noruego del Borussia Dortmund, Erling Haaland, pretendido por todos los grandes clubes del continente, como el Madrid o el FC Barcelona.
Su padre, un mecánico napolitano, abrió un restaurante de comida italiana al que puso de nombre “Napoli” y donde Raiola empezó a trabajar con solo 11 años, sirviendo platos de pasta y pizza.
Entre las mesas del local, rápidamente popularizado en la ciudad neerlandesa, el joven Mino se desempeñó como camarero, entablando conversaciones con los comensales más dispares y adquiriendo, aún sin saberlo, el don de gentes y el olfato que le caracterizaría.
Con tan solo 20 años, Raiola fundó su empresa de intermediación, “Intermezzo”, enviando jugadores holandeses en su país natal. Sus primeras operaciones fueron el pase de Dennis Bergkamp del Ajax al Inter de Milán en 1992 o el fichaje de Bryan Roy por el Foggia.
Enseguida llegarían muchos otros contratos y la puesta en marcha de una maquinaria que le haría millonario, imponiendo a lo largo de las negociaciones suculentas comisiones por su trabajo y por las primas de fichaje de los jugadores a los que representaba.
Su notoriedad se consagró con el fichaje de los futbolistas más famosos del mundo. Por ejemplo, hizo que Zlatan Ibrahimovic lograra un contrato por encima de los 10 millones de euros en 2006 con el Inter y, tres años después, favoreció su desembarco en el Barça.
Bajo su protección acabarían otros grandes nombres como Mario Balotelli, a quien en agosto de 2010 llevó del Inter de Milán al Manchester City y en agosto de 2014 al Liverpool.
O el francés Paul Pogba, para quien cerró en 2012 una operación récord para el “calcio” italiano, su traspaso al Juventus desde el Manchester United por más de 105 millones de dólares, llevándose la friolera de 27 millones de euros por su mediación.
En el mundo del fútbol hispano, representó a los mexicanos Héctor Moreno, central que jugó en el Espanyol (2011-2015) o la Real Sociedad (2018-2019), o Hirving Lozano, que desde 2017 jugó en el PSV y dos años después fichó por el Nápoles.
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