‘Seguiremos luchando porque no hemos recibido justicia’

Miles de inmigrantes marchan el 1 de mayo en LA para pedir una reforma migratoria al presidente Biden y al Congreso estadounidense

Inmigrantes se apoderan del centro de LA.

Inmigrantes se apoderan del centro de LA. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

El 1 de mayo fue un día de fiesta para los inmigrantes y los trabajadores esenciales en Los Ángeles; ambos continuaron su lucha contra el racismo, contra quienes se oponen a la legalización de las personas sin documentos en Estados Unidos y están en contra de la democracia sindical para todos.

Un nutrido contingente de al menos 10,000 participantes concurrió en la histórica esquina de la calle Broadway y el bulevar Olympic, donde desafiaron temperaturas cálidas y marcharon unidos hasta Gran Park, frente a la alcaldía angelina.

“Hacemos un llamado al presidente [Joe Biden] para que declare un indulto general para todos los trabajadores indocumentados, un primer paso para despejar el camino hacia la ciudadanía y la legalización”, pidió Miguel López, miembro del Comité de la Moratoria Chicana de 1970.

Los ‘Soñadores’ pidieron un “perdón presidencial” para 11 millones de indocumentados. (Jorge Luis Macías) Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Un indulto general del presidente es un poder que solamente Biden controla y que garantizaría los derechos de los indocumentados para obtener beneficios laborales.

El 1 de mayo no solamente se honra a los inmigrantes en el llamado “May Day”, sino también a los mártires de Chicago que establecieron la jornada laboral de ocho horas y dieron voz al movimiento internacional de la clase trabajadora en su lucha por la dignidad, el respeto y la justicia.

Organizada por la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), su directora ejecutiva, Angélica Salas expresó que la población sigue marchando unida “porque no hemos recibido la justicia que merecemos”.

“Queremos que nuestras familias estén unidas, pero vemos lo que sucede con nuestra gente que pide asilo en la frontera y tanta gente que está aquí, y que merece justicia por toda su contribución”, añadió. “Seguimos luchando por la igualdad racial para afroamericanos y latinos, y con amor tenemos que entender que debemos derrotar a la supremacía blanca de este país”.

La comunidad centroamericana también llegó a presionar por una reforma migratoria. (Jorge Luis Macías) Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Soñadores

Un grupo significativo de estudiantes “soñadores”, liderados por el profesor Armando Vázquez, del Centro de Estudios California México-Estados abogaron por un “perdón presidencial” para 11 millones de indocumentados. 

Ellos añoran en que el presidente Joe Biden actúe de forma similar a como lo hicieron los expresidentes Geraldo Ford, quien perdonó a 250 mil desertores de la Guerra de Vietnam, tras la claudicación al poder del expresidente Richard Nixon y los 550 mil perdones que concedió el expresidente Jimmy Carter a aquellos que evadieron enrolarse en las filas del ejército de Estados Unidos.

“Creo que habría pocas probabilidades a este pedido, porque ni siquiera lo consideran una opción”, subrayó el profesor Vázquez. “Es más, en el Congreso desconocen que el presidente podría indultar a los indocumentados, pero no lo quiere hacer él”.

Quien aspira a ese perdón son los hermanos América y Edgar López, ambos maestros, quienes viven solos en Estados Unidos, ya que su madre decidió regresar a Hidalgo, México para cuidar de sus padres enfermos.

“Solamente necesitamos una oportunidad para ser mejores y contribuir más a este país”, comentó Edgar. “Es lamentable que en este país se tenga que escoger a quién llega y a quien no”.

La diputada federal migrante, María Elena Serrano expresó que, levantar la voz es importante, “ y es necesario seguir presionando a la gente en Washington, porque ya es hora de que nos den la reforma migratoria”.

Por su parte, la senadora María Elena Durazo celebró que en California unos 200,000 indocumentados ya puedan ser elegibles para recibir seguro médico estatal.

“Seguiremos peleando hasta que todos tengan ese beneficio, para que por fin dejemos de sentir ese sentimiento de discriminación”, indicó. “Hace 25 años nos atacaron con la Proposición 187; hoy les decimos a esos que nos quisieron hacer tanto daño, que en California sus políticas no van a funcionar”.

Vendedores ambulantes

Aprovechando la manifestación, un contingente de vendedores ambulantes pobló las calles céntricas de la metrópoli angelina para recordarle a las autoridades municipales que no van a descansar hasta que eliminen la propuesta de aumentarles el cobro de permiso de venta de $291 a $591.

“En Chicago, la ciudad trabaja con sus vendedores y les ayuda a realizar su trabajo honradamente al cobrarles solo $100”, dijo Rosa Miranda, organizadora del Colectivo Poder Comunitario. “El principal opositor que tenemos es el concejal Mitch O’Farrell; de 192 multas aplicadas, 165 ocurrieron en su distrito y se ve claramente que quiere eliminar las ventas en Hollywood”.

En respuesta a esta afirmación, el concejal O’Farrell dijo en un mensaje enviado a La Opinión: “Nuestros vendedores ambulantes son una parte integral del Distrito 13 y Los Ángeles”. Agregó que “he defendido sus derechos; eliminé las barreras económicas a su entrada y colaboré con la comunidad para mejorar el enfoque regulatorio de la Ciudad de este invaluable y vital recurso. Estoy orgulloso de haber sido reconocido por el estado mexicano de Puebla por estos esfuerzos, además de mi trabajo en nombre de las comunidades indígenas. Continuaré luchando para sacar a estos trabajadores, que tanto aportan a nuestra economía local, de las sombras.”

Una de las manifestantes, Lidia Catalán, de Guerrero, México, quien marchó al lado de su esposo Gerardo y sus hijos Rosa y Gerardo Jr., comentó a La Opinión que desde hace una década se ha dedicado a la venta de herramientas y joyería, pero la policía no los deja vender en paz.

“Nos deben dejar trabajar en paz”, dijo. “No le hacemos daño a nadie con nuestro trabajo; al contrario, aportamos a la economía de la ciudad con nuestros impuestos”.

Con ella concordó Edgar Murillo, de 34 años, un inmigrante de Durango, México, quien abrió la marcha en su silla de ruedas.

“Tenemos que hacernos notar como inmigrantes; yo me uní a la marcha, porque como la mayoría, quisiera tener mis papeles y una residencia legal”, dijo el trabajador de una compañía de envíos en Los Ángeles.

En una cita enviada por correo a La Opinion, la oficina del concejal O’Farrell dio a conocer “su trabajo continuo en apoyo de los vendedores de Los Ángeles”.

“Nuestros vendedores ambulantes son una parte integral del Distrito 13 y Los Ángeles”, dijo el concejal O’Farrell. “He defendido sus derechos; eliminé las barreras económicas a la entrada [sic]; y colaboré ​​con la comunidad para mejorar el enfoque regulatorio de la ciudad para esta valiosa línea de vida. Estoy orgulloso de ser reconocido por el estado mexicano de Puebla por estos esfuerzos, además de mi trabajo en nombre de las comunidades indígenas, y continuaré luchando para sacar de las sombras a estos trabajadores, que aportan tanto a nuestra economía local”.

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