Mató a su novio a tiros frente a un club y se convirtió en la última mujer en ser ahorcada en Gran Bretaña
La propietaria de un club nocturno, Ruth Ellis, es condenada por asesinar a su novio David Blakely el 13 de julio de 1955. Más tarde, Ellis fue ejecutada en la horca y se convirtió en la última mujer en Gran Bretaña en ser ejecutada.
En 1965, la pena de muerte por asesinato fue prohibida en Inglaterra, Escocia y Gales. Crédito: PATRICK HERTZOG | AFP / Getty Images
Ruth Ellis nació en Rhyl, Gales, en 1926, dejó la escuela cuando era una adolescente, tuvo un hijo y trabajó en una variedad de trabajos, y finalmente se convirtió en anfitriona de un club nocturno.
En 1950 se casó con el dentista George Ellis, con quien tuvo un segundo hijo. El matrimonio duró poco y Ruth Ellis volvió a trabajar en clubes nocturnos. Luego se involucró en una relación tempestuosa con David Blakely, un piloto de carreras de playboy.
Ellis quedó embarazada, pero tuvo un aborto espontáneo varios días después de una pelea en la que Blakely la golpeó en el estómago. Más tarde se obsesionó con Blakely cuando él no fue a verla como prometió. El 10 de abril de 1955, ella lo mató a tiros frente al pub Magdala en Hampstead, al norte de Londres.
Durante su juicio, que comenzó en junio de 1955, Ellis declaró: “Era obvio que cuando le disparé tenía la intención de matarlo”. Esta fue una declaración crítica, ya que la ley británica requería la demostración de una intención clara para condenar a alguien por asesinato.
Según los informes, el jurado tardó menos de media hora en declarar culpable a Ellis y automáticamente recibió la pena de muerte. Miles de personas firmaron peticiones protestando por su castigo; sin embargo, el 13 de julio de 1955, Ellis, de 28 años, fue ahorcada en la prisión de Holloway, una institución para mujeres en Islington, Londres.
Fue la última mujer ejecutada por asesinato en Gran Bretaña. En 1965, la pena de muerte por asesinato fue prohibida en Inglaterra, Escocia y Gales. Irlanda del Norte prohibió la pena capital en 1973. Sin embargo, varios delitos, incluida la traición, siguieron siendo punibles con la muerte en Gran Bretaña hasta 1998.
Seguir leyendo:
