Explota con éxito la primera prueba de bomba atómica: el inicio de una carrera armamentística

El 16 de julio de 1945, a las 5:29:45 am, el Proyecto Manhattan arrojó resultados explosivos cuando la primera bomba atómica se pruebó con éxito en Alamogordo, Nuevo México.

En el desierto de Nuevo México, 120 millas al sur de Santa Fe, se detonó la primera bomba atómica.

En el desierto de Nuevo México, 120 millas al sur de Santa Fe, se detonó la primera bomba atómica. Crédito: Junko Kimura | AFP / Getty Images

Los planes para la creación de una bomba de uranio por parte de los aliados se establecieron ya en 1939, cuando el físico emigrado italiano Enrico Fermi se reunió con funcionarios del departamento de la Marina de los EE.UU. en la Universidad de Columbia para discutir el uso de materiales fisionables con fines militares. 

Ese mismo año, Albert Einstein firmó una carta al presidente Franklin Roosevelt apoyando la teoría de que una reacción nuclear en cadena descontrolada tenía un gran potencial como base para un arma de destrucción masiva. 

En febrero de 1940, el gobierno federal otorgó un total de $6,000 para investigación, pero a principios de 1942, con los Estados Unidos, ahora en guerra con las potencias del Eje, y el creciente temor de que Alemania estuviera trabajando en su propia bomba de uranio, el Departamento de Guerra tomó un interés más activo y se eliminaron los límites de recursos para el proyecto.

El general de brigada Leslie R. Groves, él mismo ingeniero, estaba ahora a cargo completo de un proyecto para reunir a las mentes más brillantes de la ciencia y descubrir cómo aprovechar el poder del átomo como un medio para llevar la guerra a un final decisivo. 

El Proyecto Manhattan (llamado así por el lugar donde comenzó la investigación) se abriría camino a través de muchos lugares durante el período inicial de exploración teórica, el más importante, la Universidad de Chicago, donde Enrico Fermi inició con éxito la primera reacción en cadena de fisión.

El Proyecto tomó forma definitiva en el desierto de Nuevo México, donde, en 1943, Robert J. Oppenheimer comenzó a dirigir el Proyecto Y en un laboratorio en Los Álamos, junto con mentes como Hans Bethe, Edward Teller y Fermi, donde la teoría y la práctica se unieron.

Finalmente, en la mañana del 16 de julio, en el desierto de Nuevo México, 120 millas al sur de Santa Fe, se detonó la primera bomba atómica. 

Los científicos y algunos dignatarios se habían alejado 10.000 metros para observar cómo la primera nube en forma de hongo de luz abrasadora se extendía 40.000 pies en el aire y generaba el poder destructivo de 15.000 a 20.000 toneladas de TNT. La torre en la que se encontraba la bomba cuando detonó se vaporizó.

La pregunta ahora era: ¿sobre quién se lanzaría la bomba? Alemania era el objetivo original, pero los alemanes ya se habían rendido. El único beligerante que quedaba era Japón.

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