Los hermanos Menéndez: de jóvenes millonarios a asesinos de sus padres

Lyle y Erik Menéndez mataron a tiros a sus padres, José y Kitty, en el estudio de la casa de la familia en Beverly Hills, California, el 20 de agosto de 1989.

Lyle y Erik Menendez mencionaron abuso emocional y físico, entre otras razones, por el espantoso asesinato de su madre y su padre en 1989.

Lyle y Erik Menendez mencionaron abuso emocional y físico, entre otras razones, por el espantoso asesinato de su madre y su padre en 1989. Crédito: John Moore | Getty Images

Lyle y Erik Menéndez, de 21 y 18 años respectivamente, luego que mataron a tiros a sus padres, condujeron hasta Mulholland Drive, donde arrojaron sus escopetas antes de continuar hasta un cine local para comprar boletos como coartada. Cuando la pareja regresó a casa, Lyle llamó al 911 y gritó: “¡Alguien mató a mis padres!”

Los asesinatos de Menéndez se convirtieron en una sensación nacional cuando la nueva cadena de televisión, Court TV, transmitió el juicio en 1993.

Aunque los hermanos Menéndez no fueron sospechosos de inmediato, ya que el asesinato de José y Kitty fue brutal, 15 disparos de dos escopetas de calibre 12, por ello, la policía pensó que los asesinatos habían sido un golpe de la mafia, y las primeras investigaciones se centraron en los rivales comerciales y en un ejecutivo del porno que tenía problemas con José.

Pero, Erik no pudo asumir la culpa y confesó su participación a su psicoterapeuta, el Dr. L. Jerome Oziel.

Ignorando sus propias responsabilidades éticas, el Dr. Oziel grabó las sesiones con su nuevo paciente en un aparente intento de impresionar a su amante, pero la mujer terminó yendo a la policía con su información y, en marzo de 1990, los hermanos fueron arrestados.

Durante los siguientes años, se libró una batalla legal sobre la admisibilidad de las cintas del Dr. Oziel. Finalmente, la Corte Suprema de California dictaminó que las cintas podían reproducirse. Cuando comenzó el juicio en el verano de 1993, los hermanos Menéndez se defendieron enérgicamente

En un convincente testimonio que duró más de un mes, describieron con emoción años de abuso sexual por parte de sus padres, José y Kitty Menéndez. Insistieron en que los habían asesinado en defensa propia porque creían que el padre los mataría antes que exponer el abuso.

Los dos primeros jurados (uno para cada hermano) llegaron a un punto muerto y hubo que declarar un juicio nulo. En su mayor parte, la falta de condena se consideró una parodia. En el nuevo juicio, que comenzó en octubre de 1995, el juez fue mucho más restrictivo al permitir que los abogados defensores se concentraran en el presunto abuso sexual. 

En marzo de 1996, tanto Lyle como Erik fueron declarados culpables y condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Los hermanos fueron enviados a prisiones separadas hasta 2018, cuando se reunieron y se les permitió cumplir sus condenas en la misma instalación.

Seguir leyendo:

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain