En Mississippi el agua potable no sirve para beber, cocinar o lavarse los dientes
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró una emergencia en Mississippi y ordenó el envío de ayuda federal para los más de 150.000 vecinos de Jackson; reservistas de la Guardia Nacional del Estado están ahora haciendo todo lo posible para distribuir agua embotellada
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró una emergencia en Mississippi y ordenó el envío de ayuda federal para los más de 150.000 vecinos de Jackson, la capital del estado, que están sin acceso a agua potable después de que fallara una bomba potabilizadora tras varios días de fuertes lluvias.
En un comunicado, la Casa Blanca informó de que la orden de Biden conlleva que el Departamento de Seguridad Nacional y la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) coordinen toda la ayuda federal, con el objetivo de identificar, movilizar y proveer material y recursos necesarios para aliviar el impacto de la emergencia.
El gobernador de Mississippi, el republicano Tate Reeves, declaró el estado de emergencia por la falta de agua potable y los reservistas de la Guardia Nacional del Estado están ahora haciendo todo lo posible para distribuir agua embotellada en Jackson.
El sistema de agua potable de Jackson lleva años en crisis por la falta de recursos para renovar su infraestructura, pero la situación empeoró este mes con las lluvias torrenciales que cayeron en la ciudad y otras localidades del centro del Estado.
Esas lluvias provocaron la subida del nivel del río Pearl y fallos en una de las dos plantas potabilizadoras de Jackson, que distribuye gran parte del agua potable a la ciudad.
El gobernador de Mississippi, el estado más pobre del país, está intentando contratar a alguna empresa que pueda arreglar la planta potabilizadora, según dijo la noche del lunes en una rueda de prensa.
Sin embargo, arreglar todo el sistema de agua de Jackson costaría unos 200 millones de dólares, explicó la semana pasada el alcalde de la ciudad, el demócrata Chokwe Antar Lumumba.
Esos 200 millones suponen más del doble de los 75 millones de dólares que fueron asignados a la ciudad para reparar su sistema de agua en la ley de infraestructuras que el Congreso aprobó el año pasado.
Debido a la falta de agua potable, los vecinos de Jackson no pueden usar agua del grifo ni para beber, ni para cocinar o lavarse los dientes.
Las autoridades no han ofrecido información sobre cuándo volverán a tener acceso a agua potable los vecinos de Jackson.
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