Luvianos, el municipio donde el narco controla todo, desde los precios del pollo hasta las fiestas patronales
En este poblado de poco más de 28,000 habitantes, la convivencia entre narcotraficantes y civiles es una situación cotidiana
A los habitantes no les resulta extraño convivir con los delincuentes que han tomado por completo el control del municipio. Crédito: Enrique Castro | AFP / Getty Images
Pese a la cercanía del Estado de México con la capital del país, varios de los municipios de la entidad viven asolados por la violencia que generan diversos grupos del narcotráfico, entre ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana, los cuales se disputan el control de ese territorio.
Uno de estos municipios es Luvianos, un poblado de poco más de 28,000 habitantes, en donde la convivencia entre narcotraficantes y civiles es una situación cotidiana.
Y es que, en esa comunidad, los cárteles no solamente se dedican al tráfico de drogas, pues ampliaron sus actividades delictivas a las extorsiones de comerciantes y empresarios, así como al abasto y comercialización de productos.
Así lo revelan habitantes de la región que fueron entrevistados por el diario Portal, del Estado de México, a quienes no les resulta extraño convivir con los delincuentes que han tomado por completo el control del municipio.
De acuerdo con uno de los entrevistados, los narcos controlan los precios de la canasta básica, con qué sí se puede comercializar y con qué no, y los horarios en los que deben cerrar y abrirse los negocios.
Pero eso no es todo, pues también intervienen en las fiestas patronales, en algunos eventos deportivos y, por increíble que parezca, hasta en discusiones familiares.
“Hace tiempo a un vecino lo vinieron a golpear porque le pegó a su mamá y le dijeron que a las mamás se les respeta, que no lo volviera a hacer o se lo cargaban”, indicó un ciudadano que se dedica a la albañilería y ha vivido en ese municipio durante toda su vida.
Sobre la presencia de los grupos criminales, explicó que tanto él como su familia ya están acostumbrados. “Ya es normal que de un tiempo para acá a veces pasen bien armados con sus camionetas, pero yo le digo a mi esposa que no se asusté, ya hasta mis hijos saben”, indicó.
Asimismo, relató que muchas de las actividades recreativas que se realizan en el municipio son organizadas por los delincuentes, tales como los torneos de futbol, en donde las premiaciones monetarias superan los 20,000 pesos.
“Arman fiestas dónde se derrocha el dinero, en los torneos nos premian y hasta nos motivan porque si eres muy bueno te pagan, es como si fuera un trabajo, te apadrinan, y sino de todos modos te compran el uniforme y todo”, declaró.
Por último, comentó que también tienen el control de los precios de varios productos, principalmente el pollo y las tortillas, cuyo valor es muy alto derivado del derecho de piso que cobran a los comerciantes. “Preferimos traer tortillas para toda la semana del pueblo de mi suegra, también pollo, aunque bueno a veces mejor ya ni compramos pollo”, culminó.
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