Chick-fil-A ha donado 15 millones de comidas como medida para combatir la inseguridad alimentaria en EE.UU.
La cadena de comida rápida informó que rompió el hito de 15 millones de comidas repartidas a través de su programa Mesa Compartida de Chick-fil-A, con el que busca combatir la inseguridad alimentaria y reducir el desperdicio de comida
El programa Mesa Compartida de Chick-fil-A tiene 10 años funcionando en más de 1,300 ubicaciones de la cadena en Estados Unidos y Canadá. Crédito: Brandon Bell | Getty Images
A través del programa Mesa Compartida de Chick-fil-A, la cadena de comida rápida alcanzó la meta de 15 millones de comidas repartidas en los Estados Unidos y Canadá.
La cadena de comida rápida destacó el hito que su programa logró, tras una década en la que algunos restaurantes participantes han entregado comida a personas que la necesitan.
“El programa de mesa compartida de Chick-fil-A existe y prospera porque los operadores y los miembros de su equipo toman la iniciativa para tener un impacto en sus propios vecindarios”, dijo Rodney Bullard, vicepresidente de responsabilidad social corporativa de Chick-fil-A, en un comunicado.
La compañía explicó que su iniciativa de responsabilidad social tiene como objetivo combatir la inseguridad alimentaria y reducir el desperdicio de alimentos en las comunidades en las que sus restaurantes operan.
Chick-fil-A destacó que tan solo durante 2022, las ubicaciones participantes han repartido tres millones de comidas a familias que lo necesitaban.
“Este esfuerzo para combatir la inseguridad alimentaria en las comunidades locales también respalda un objetivo de sostenibilidad más amplio para Chick-fil-A, que busca desviar 25 millones de libras de desperdicio de alimentos de los vertederos para 2025 a través de programas como Mesa Compartida de Chick-fil-A, de compostaje y otros esfuerzos.”, indicó la compañía a través de un comunicado.
El programa Mesa Compartida de Chick-fil-A arrancó en 2012 como una forma en la que los restaurantes ayudaban a combatir el hambre y reducían la cantidad de comida que se desperdiciaba.
Los restaurantes participantes realizan donaciones de los alimentos excedentes a comedores comunitarios dentro de sus regiones, así como a refugios y organizaciones sin fines de lucro.
La cadena tiene abiertas otras campañas de responsabilidad social, como una en la que busca convertir el aceite que usa en sus restaurantes en combustible.
Chick-fil-A amplía su lucha contra el hambre
Como parte del programa Mesa Compartida de Chick-fil-A, la cadena trabaja con la organización Food Donation Connection y Second Harvest en más de 1,300 restaurantes en el país y en Canadá que participan.
“Chick-fil-A, también continúa luchando contra el hambre a través de su apoyo a Feeding America. La compañía ha donado casi $10 millones a la organización desde 2020 y continúa aportando $25,000 dólares a esta organización cada vez que se abre un nuevo restaurante.”, apuntó en el comunicado.
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