Encuentran rara serpiente de Florida muerta tras intentar tragar un ciempiés gigante
La serpiente más rara de Norteamérica, la serpiente coronada de roca, fue vista recientemente en un parque de los Cayos de Florida tras un paréntesis de cuatro años.
La serpiente coronada de roca (Tantilla oolitica) es la serpiente más rara de Norteamérica, y los científicos no habían visto ninguna en estado salvaje desde hacía más de cuatro años. Y no es de extrañar: esta pequeña serpiente no solo pasa la mayor parte de su vida bajo tierra, escondiéndose en grietas o excavando bajo las rocas, sino que solo se conoce la existencia de unos 26 individuos.
Ahora, ha vuelto a aparecer. Sin embargo, desgraciadamente, la escurridiza serpiente fue encontrada sin vida después de ahogarse aparentemente con un ciempiés gigante, una espantosa escena de muerte.
A fatal duel between a very rare snake and a giant centipede fascinated nature fans and scientists alike. 🐍 Tantilla oolitica once thrived in pine rocklands that spread from Central FL south to the Keys but now many fear it's on the verge of extinction.https://t.co/o1LRESvfdE pic.twitter.com/cDPLKpC05p
— Florida Museum (@FloridaMuseum) September 7, 2022
Congelado en el tiempo
Un excursionista del Parque Estatal de Arrecifes de Coral John Pennekamp de Cayo Largo, en los Cayos de Florida, fue quien encontró la serpiente muerta el 28 de febrero.
Para asombro del visitante, el cadáver de la serpiente estaba congelado en el tiempo, asfixiándose sobre el cuerpo de un ciempiés gigante. Tras avisar a los guardas del parque del descubrimiento, la serpiente y el ciempiés fueron entregados a los científicos del Museo de Historia Natural de Florida, que estudiaron la pareja.
“Me quedé asombrado cuando vi las fotos por primera vez”, dice Coleman Sheehy, director de la colección de herpetología del Museo de Florida. “Es extremadamente raro encontrar ejemplares que hayan muerto mientras comían una presa, y teniendo en cuenta lo rara que es esta especie, nunca hubiera previsto encontrar algo así. Todos estábamos totalmente asombrados”, agregó.
Diferentes teorías sobre su muerte
Aunque este espeluznante cuadro sugiere que la serpiente pereció al atragantarse con la monstruosa comida –el ciempiés tenía un tercio del tamaño de su depredador–, también es posible que la serpiente sucumbiera a una dosis letal del veneno del ciempiés, sugieren los investigadores en un nuevo estudio, publicado en la revista The Scientific Naturalist.
Aun así, los investigadores sospechan que la asfixia fue lo que finalmente mató a la serpiente.
Estas conclusiones llegaron después de que los científicos realizaran tomografías computarizadas de la pareja entrelazada. Sheehy y sus colegas crearon un modelo en 3D para llevar a cabo una “autopsia digital” que revelara por qué esta batalla resultó fatal.
“Pudimos realizar una autopsia digital, lo que nos permitió examinar el ciempiés y la serpiente, incluidas sus lesiones y el contenido de sus intestinos, sin necesidad de coger un bisturí”, explica Jaimi Gray, morfóloga evolutiva del museo.
El análisis reveló que la serpiente –en la lista estatal de especies amenazadas desde 1975– sufrió una pequeña herida en el costado, probablemente infligida por la mordedura venenosa del ciempiés. A menudo se supone que las serpientes que cazan ciempiés pueden tener cierta resistencia a su potente veneno, aunque eso aún está por demostrar.
En cualquier caso, la mordedura pareció causar una hemorragia interna, pero no fue el golpe mortal. Los escáneres también revelaron que la tráquea de la serpiente estaba fuertemente pinzada por la presa tragada. Esto parece haber cortado el suministro de oxígeno de la serpiente, provocando su asfixia.
Primer registro de alimentación de la serpiente coronada de roca
Otros tipos de serpientes coronadas también comen ciempiés gigantes y otras presas potencialmente peligrosas, incluidos los escorpiones, pero éste es el primer registro de alimentación de cualquier tipo para esta especie en particular, según el Museo de Florida.
El individuo sin vida encontrado en Cayo Largo medía poco más de 20 centímetros, y aunque el ciempiés gigante del Caribe (Scolopendra alternans) que intentaba tragar era un juvenil, el depredador tenía los ojos mucho más grandes que su garganta.
Solo unos 50 milímetros de la comida de la serpiente bajaron por su gaznate antes de que se ahogara hasta morir; aún quedaban otros 23 milímetros de ciempiés.
Hábitat natural de la serpiente está en peligro
Los científicos tienen la esperanza de que los hallazgos nos permitan comprender mejor la anatomía y la dieta de la especie, que se encuentra al borde de la extinción.
Gran parte de esta desaparición se debe al desarrollo de infraestructuras que están destruyendo su hábitat natural entre los ecosistemas de pinos de roca. Como resultado de la urbanización en curso, solo queda un 2 % de los pinos rocosos originales fuera de los Everglades, lo que supone enormes problemas para esta especie ya esquiva.
En 2007, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificó a la serpiente coronada de roca como especie en peligro. Todavía no ha recibido un estatus de conservación federal en Estados Unidos.
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