Bicicletas eléctricas no ayudan a lograr los niveles de ejercicio recomendados según una nueva investigación
Los resultados mostraron que la proporción de personas que alcanzaban 150 minutos de actividad física moderada (MVPA, por sus siglas en inglés) por semana era mayor para los usuarios de bicicletas convencionales que para los usuarios de bicicletas eléctricas
Las bicicletas eléctricas cada vez ganan más adeptos en el mundo del fitness, pero según una nueva investigación las personas que usan bicicletas motorizadas tienden a realizar viajes menos exigentes físicamente y pasan menos tiempo en la silla de montar.
De hecho, el estudio publicado en BMJ Open Sport & Exercise Medicine demostró que los ciclistas eléctricos tienen aproximadamente la mitad de probabilidades de alcanzar la cantidad recomendada de “actividad física moderada a vigorosa” recomendada por los jefes de salud mundial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que debemos aspirar a que nuestro ritmo cardíaco se acelere durante unos 150 minutos a la semana, a diferencia de los entrenamientos ligeros.
En el caso de las bicicletas eléctricas, éstas tienen un motor que se activa cuando las personas pedalean, lo que facilita las partes difíciles de los paseos y aunque son una buena opción para las personas con necesidades de salud más exigentes, es ideal probar ejercicios más intensos.
En la actualidad, ha aumentado su popularidad y se espera que, solo en la Unión Europea para 2030, haya unas 62 millones de ellas.
En el estudio, los expertos de la Escuela de Medicina de Hannover en Alemania compararon a 629 ciclistas convencionales con 1.250 usuarios de bicicletas eléctricas.
Ciclistas tradicionales tienen un mejor y mayor nivel de esfuerzo
Los participantes fueron equipados con rastreadores de actividad para evaluar aspectos como el tiempo, la distancia y la frecuencia cardíaca mientras andaban en bicicleta durante cuatro semanas consecutivas y el grupo de bicicletas eléctricas tendía a ser mayor, pesar más y tener más problemas de salud.
Los resultados mostraron que la proporción de personas que alcanzaban 150 minutos de actividad física moderada a vigorosa (MVPA, por sus siglas en inglés) por semana era mayor para los usuarios de bicicletas convencionales que para los usuarios de bicicletas eléctricas (35 % frente a 22 %), y los ciclistas eléctricos tenían alrededor de la mitad de probabilidades de alcanzar los objetivos de ejercicio.
Por otra parte, el tiempo dedicado a alcanzar la barrera del ejercicio duro fue típicamente más bajo, ubicándose en alrededor de 70 minutos por semana para los usuarios de bicicletas eléctricas.
Las personas que usan bicicletas asistidas hicieron menos viajes y pasaron menos tiempo en su bicicleta en general, a pesar de preferir viajes un poco más largos.
Las frecuencias cardíacas promedio de los ciclistas convencionales también fueron más altas, lo que sugiere un mayor nivel de esfuerzo: 119 latidos por minuto frente a 111 latidos por minuto entre los ciclistas eléctricos.
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