No hay pretexto para no regalar en Navidad: Abuelas hacen sus propios regalos
La falta de dinero no las detiene para no obsequiar aunque sea un pequeño pero valioso presente a sus amistades
No tener dinero no es un pretexto para no regalar en Navidad. Las abuelas María Esther Valles de Rivera y Elodia Loya decidieron poner sus manos a trabajar y hacer sus propios regalos, sencillos, pero hechos con mucho amor.
“La situación está muy mal, y no hay dinero para comprar regalos; y como yo voy a diario a un Centro para Adultos Mayores y tengo compañeras que me ven como familia, dije qué voy a hacer, quiero darles algo”, dice María Esther, una salvadoreña, quien en febrero cumplirá 82 años.
Esta madre de 9 hijos y abuela de 17 nietos decidió ponerse a hacer manualidades navideñas para regalar a los suyos.
“Son de a dólar, pero tienen mucho valor porque son hechos con cariño.Y son pequeños regalos para que me recuerden”, dice.
Para elaborar sus presentes navideños, hizo acopio de latas y diferentes materiales navideños. El resultado de su trabajo fueron unos pequeños floreros y prendedores con motivos navideños; y haciendo gala de gran destreza en segundos crea también flores de telas para ponerlas en los lápices.
“Enviudé de mi esposo mexicano hace dos años, y mis hijas ya se casaron e hicieron su vidas. Tengo todo el tiempo para hacer regalos. Mi mente está libre y me invento cosas. Estoy muy bien”, dice y se levanta rápidamente de la silla donde confecciona sus obsequios, y dobla el cuerpo hasta tocarse los pies para mostrar la flexibilidad de la que goza aún estando en el octavo piso.
Dice que además de hacer manualidades, le gusta mucho la cocina, ya que junto con su esposo llegó a tener un restaurante y un supermercado en Wilmington.
“Cocinar es mi enfermedad, y si voy a una casa donde no haya cocina para poner a preparar algo, no resisto mucho tiempo y me voy”, dice.
Y revela que hace comida para vender como tamales y pupusas.
¿De qué hace los tamales?… ¿mexicanos o salvadoreños? Preguntamos.
“Hago de lo que me pidan hasta de camarones. Aprendí a hacerlos cuando viví 4 años en Durango, México de donde era mi esposo”.
María Esther se siente feliz de poder dar un regalo a sus amistades esta Navidad hecho con sus propias manos.
“He sido un caramelo para toda la gente. Me aman y me demuestran su amor, y yo tengo que agradecerles con algo. Ellos aprecian mi esfuerzo”.
María Esther tiene 60 años que emigró de El Salvador a Los Ángeles, junto a su esposo mexicano.
“Sufro diabetes desde hace 40 años, pero estoy controlada a base de medicamentos y dieta. Ya ve que ahora vivimos más años a base de puros medicamentos, pero estoy agradecida con Dios por mi edad; y mientras podamos levantarnos, vamos llevando la vida paso a paso. Eso sí tener tranquilidad ayuda bastante para vivir muchos años”.
Esta abuela dice que se siente con mucha energía y feliz porque fuera de su diabetes que no le da problemas, no le duele ni una uña y duerme muy bien. “Se aprecia mucho la vida a esta edad”.
Eso sí, invitó a los angelinos que quieran hacerle pedidos de tamales o pupusas, que le llamen al 323-622-9905.
Elodia Loya nació en Chihuahua, México hace 74 años. También viuda decidió tejer prendedores, en forma de coronitas navideñas para regalarlas a sus amigas.
“También me visto de Santa Claus desde hace 20 años para un evento para niños autistas y con necesidades especiales”, dice mostrando las fotos donde aparece vestida como Papá Noel”.
Elodia vende además sus manualidades y artesanías mexicanas afuera de las iglesias para ganarse un dinero extra.
Agrega que además de no quedarse sin dar regalos a sus seres queridos en Navidad, estas manualidades les sirven de terapia. “No necesita uno ir al psicólogo”.