8 formas de mejorar tu digestión en Navidad

Navidad es sinónimo de comilonas. Este es un momento de celebrar y es inevitable que en estas fechas abusemos de la comida y bebida. Todo esto afecta a nuestra digestión y nuestro bienestar general

indigestión en Navidad

Si queremos evitar digestiones pesadas debemos espaciar las comidas lo máximo posible e ingerir alimentos 4 o 5 veces al día Crédito: Shutterstock

Su sistema digestivo es la forma en que su cuerpo descompone los alimentos en los nutrientes que necesita. Los gases, la hinchazón, la diarrea, el reflujo y el estreñimiento son solo algunas de las dolencias digestivas que la gente enfrenta a diario y que se agudizan en las festividades navideñas con todos los excesos que cometemos.

¿Pero qué consejos puede seguir para evitar las consecuencias de las digestiones pesadas?

Mastica bien tu comida

El proceso de digestión comienza justo cuando la comida llega a la boca. La saliva que se produce cuando masticas los alimentos contiene una enzima llamada amilasa que ayuda a descomponer los alimentos mientras masticas. Cuanto mejor mastique su comida, más pequeñas serán las partículas de comida que ingresen a su estómago, lo que significa que se necesitan menos energía y enzimas digestivas, lo que resulta en una mejor digestión de la comida.

Distribuye tu comida durante el día

Una buena opción para no sufrir indigestiones es repartir las comidas a lo largo del día. Con ello se conseguirá que la ingesta en la comida sea menor, la digestión será más rápida y efectiva, y, además, se llega a la siguiente comida con menos sensación de hambre. Afirman que no hay que tomar estas fechas para hacer un ‘buffet libre’ en la comida o cena, realizando una ingesta desproporcionada que puede pasar factura causando malestar.

Añadir alimentos fermentados y cultivados

Los alimentos fermentados y cultivados tienen probióticos y prebióticos naturales, que contienen bacterias para el intestino que, según las investigaciones, ayudan con la digestión, la inflamación, las alergias, el síndrome del intestino irritable, la presión arterial y el colesterol alto.

Llénate de fibra

La fibra es la desintoxicación natural del cuerpo. Se encuentra en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, semillas, legumbres y cereales integrales. “Si bien no es una panacea para todos los problemas digestivos, comer más fibra puede beneficiar a muchos, en particular a aquellos que experimentan estreñimiento. Tanto la fibra soluble como la insoluble son importantes, pero para las personas con estreñimiento, la fibra insoluble ayuda a agregar volumen a las heces y acelerar el movimiento intestinal”, dijo Rachel Begun, MS, RDN, defensora de la nutrición y experta en dietas especiales. La recomendación general es apuntar a 25 a 35 gramos de fibra por día.

Mantente hidratado

La hidratación es esencial para nuestra salud ya que nuestros cuerpos están compuestos por un 60 por ciento de agua en peso. “El agua es necesaria para todas las funciones del cuerpo, incluida la digestión. A menudo se recomienda comer más fibra, pero sin suficiente agua, la fibra no puede hacer su trabajo. El agua y la fibra trabajan juntas para empujar las heces a través del tracto GI”, señaló Begun. La cantidad exacta de agua que tu cuerpo necesita depende de factores como el clima, la altitud, el ejercicio y la edad. Sin embargo, como pauta general, el Instituto de Medicina recomienda que las mujeres beban nueve vasos de agua al día y los hombres beban 13 vasos de agua al día.

Cuidado con los azúcares

En Navidad el consumo de dulces aumenta de forma desproporcionada. Los dulces navideños forman parte de nuestra cultura y tradición si bien no hay que olvidar que tienen una elevada carga calórica, así como que aumentan también la distensión abdominal por aumentar la producción de gas intestinal. Por todo esto se recomienda evitar los azucares procesados en la medida de lo posible.

Consumo de alcohol responsable y evitar el tabaco

Ambas sustancias pueden ser tóxicas para nuestro sistema digestivo. Irritan la mucosa gástrica, ralentizan las digestiones e inducen reflujo gastroesofágico.

No acostarse inmediatamente después de una comida

Tras almorzar lo más saludable para dormir la siesta es una posición semitumbada en el sofá y después de cenar conviene que pase por lo menos hora y media antes de acostarse en la cama.

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