¿Sufres de migraña? Si tu respuesta es sí, estás en el 68 % de las personas que podrían sufrir un infarto
Hay estadísticas donde muestran que la migraña aumenta en un 34 % la probabilidad de sufrir lesiones en el cerebro y en un 44 % cambio en el volumen cerebral
La migraña es un trastorno neurológico genético que no tiene cura y que además de generar fuertes dolores de cabeza puede dar vómitos, náuseas y sensibilidad a la luz. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de estadísticas alarmantes donde la migraña es la condición número 19 de las enfermedades que ocasionan incapacidad.
Hay estadísticas donde muestran que la migraña aumenta en un 34 % la probabilidad de sufrir lesiones en el cerebro, en un 44 % cambio en el volumen cerebral y en un 68 % aumenta la probabilidad el riesgo de sufrir infartos.
La migraña te quita calidad de vida y sin un diagnóstico y tratamiento oportuno puede generarte grandes consecuencias. Según la American Migraine Foundation, una organización sin ánimo de lucro que se dedica a la investigación de la migraña, hasta 148 millones de personas en todo el mundo la sufren de manera crónica.
Por su parte, científicos del Montefiore Headache Center, en Estados Unidos, comprobaron que la migraña puede causar lesiones y cambio en el volumen cerebral, así como un mayor riesgo de infarto. Los resultados partieron de un análisis publicado en la revista Neurology, en el que concluyeron que la migraña con aura es la más dañina.
También se determinó que las migrañas están contribuyendo a la aparición temprana de la muerte celular y la pérdida de tejido cerebral que por lo general ocurre con la edad.
Generalmente este tipo de lesiones están vinculadas con la vejez, la hipertensión y los trastornos mentales, pero en el caso de la migraña, ocurren una especie de “pequeños accidentes cerebrovasculares”, los cuales no son detectados por los pacientes, pero sí por escaneos cerebrales.
Es probable que todas las personas que sufren de migraña hayan experimentado ya varios de estos mini ataques, que en su mayoría son inofensivos, pero si se tiene un patrón de cefaleas severas se verá un daño a largo plazo.
Lo mismo ocurre con el volumen cerebral que se reduce naturalmente con la edad, pero en el caso de quienes padecen migraña, el proceso se acelera.
Cómo se comporta el cerebro durante la migraña
Los cerebros de los enfermos de migraña son más sensibles a estímulos externos que los cerebros de otras personas. Antes se creía que las migrañas eran causadas por la dilatación de los vasos sanguíneos en el cerebro. Ahora se cree que la dilatación de estos vasos es causada por otro evento.
Larry Newman, director del Instituto de cefaleas en el St. Luke’s-Roosevelt Hospital Center en la ciudad de Nueva York, explicó que la causa puede ser en parte la excitación de un nervio responsable de la sensación en la cara, “el nervio trigémino”.
Cuando el nervio trigémino es estimulado, provoca la liberación de una variedad de neurotransmisores (entre ellos la serotonina, que también está asociada con el cambio de humor). Estos a su vez hacen que los vasos sanguíneos que rodean al cerebro se expandan e inflamen.
Esos vasos sanguíneos están unidos a las fibras nerviosas que transmiten las pulsaciones de los vasos sanguíneos al cerebro, donde luego lo perciben como dolor.
Este es un sistema que todos tenemos, pero en las personas que tienen migraña, es un sistema vulnerable a ser activado repetidamente cuando no hay una buena razón.
¿Cómo sé si es migraña?
Para identificar que el dolor de cabeza es migraña, las crisis deben cumplir con los siguientes criterios:
-Cefaleas que duren de 4 a 72 horas.
-Localización del dolor de un solo lado de la cabeza.
-Intensidad de moderada a severa que afecta o impide las actividades diarias.
-Dolor pulsátil, agravado por la actividad física.
-Nauseas, vómito o ambos.
-Molestia a la luz, el ruido o ambos.
-Sin evidencia de enfermedad orgánica.
-Relación de la migraña con daños cerebrales.
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