Estudios sobre las mascotas: otorgan sensación de seguridad, reducen la ansiedad, aumentan la felicidad y reducen el estrés

Los animales pueden servir como fuente de consuelo y apoyo. Los perros de terapia son especialmente buenos en esto. A veces, los llevan a hospitales o residencias para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad de los pacientes

beneficios de tener mascotas en casa

Otros estudios han descubierto que los animales pueden reducir la soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar su estado de ánimo Crédito: Shutterstock

Las mascotas pueden disminuir el estrés y la sensación de soledad, mejorar la salud del corazón e, incluso, ayudar a los niños con sus habilidades emocionales y sociales. Así lo asegura el National Institutes of Health (NIH), grupo de instituciones del gobierno de Estados Unidos dedicado a la investigación médica.

Se cree que el 68 % de los hogares de EE. UU. tiene una mascota, estimándose que la interacción con animales disminuye los niveles de cortisol (una hormona relacionada con el estrés) y disminuye la presión arterial. Otros estudios han descubierto que los animales pueden reducir la soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar su estado de ánimo.

La Alianza NIH/Mars está financiando una gama de estudios enfocados en las relaciones que tenemos con los animales. Por ejemplo, los investigadores están analizando de qué manera los animales pueden influir en el desarrollo infantil. Están estudiando las interacciones de animales con niños que tienen autismo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y otras afecciones.

“No hay una sola respuesta acerca de cómo una mascota puede ayudar a alguien con una condición específica”, explicó la doctora Layla Esposito, quien supervisa el Programa de Investigación en Interacción humano-animal de NIH. “¿Su objetivo es aumentar la actividad física? Entonces, podría beneficiarse si tiene un perro. Tendrá que pasear a su perro varias veces al día y, así, aumentará la actividad física. Si su objetivo es reducir el estrés, a veces observar a los peces nadando puede brindar una sensación de calma. Entonces, no hay un solo tipo que sirva para todos”.

NIH está financiando encuestas a gran escala para conocer la variedad de mascotas con las que viven las personas y cómo sus relaciones con sus mascotas se vinculan con la salud.

“Estamos tratando de aprovechar la calidad subjetiva de la relación con el animal, esa parte del vínculo que las personas sienten con los animales, y cómo eso se traduce en algunos de los beneficios para la salud”, explicó el doctor James Griffin, un experto en desarrollo infantil de NIH.

Animales que ayudan a las personas

Los animales pueden servir como fuente de consuelo y apoyo. Los perros de terapia son especialmente buenos en esto. A veces, los llevan a hospitales o residencias para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad de los pacientes.

“Los perros están muy presentes. Si alguien está luchando con algo, saben cómo sentarse y ser amorosos”, dijo la doctora Ann Berger, médica e investigadora del Centro Clínico de los NIH en Bethesda, Maryland. “Su atención se centra en la persona todo el tiempo”.

Berger trabaja con personas que tienen cáncer y enfermedades terminales. Ella les enseña sobre la plena conciencia para ayudar a disminuir el estrés y controlar el dolor.

“Los fundamentos de la plena conciencia incluyen la atención, la intención, la pasión y la sensibilización”, manifestó Berger. “Todas esas cosas son cosas que los animales nos brindan. La gente tiene que aprenderlo. Los animales hacen esto de manera innata”.

Los perros también pueden ayudar en el aula. Un estudio encontró que los perros pueden ayudar a los niños con TDAH a enfocar su atención. Los investigadores inscribieron a dos grupos de niños diagnosticados con TDAH en sesiones de terapia grupal de doce semanas. El primer grupo de niños le lee a un perro de terapia una vez a la semana durante treinta minutos. El segundo grupo le leyó a marionetas que parecían perros. Los niños que leían a los animales reales mostraron mejores habilidades sociales y más intercambio, cooperación y participación voluntaria. También, tenían menos problemas de comportamiento.

Otro estudio encontró que los niños con trastorno del espectro autista estaban más tranquilos mientras jugaban con cobayos en el aula. Cuando los niños pasaron diez minutos en un grupo de juego supervisado con cobayos, sus niveles de ansiedad disminuyeron. Los niños también tuvieron mejores interacciones sociales y estuvieron más comprometidos con sus compañeros. Los investigadores sugieren que los animales ofrecieron aceptación incondicional, lo que los convirtió en un consuelo tranquilo para los niños.

“Los animales pueden transformarse en una forma de construir un puente para esas interacciones sociales”, señaló Griffin. Agregó que los investigadores están tratando de comprender mejor estos efectos y a quiénes podrían ayudar.

Los animales pueden ayudarle de otras formas inesperadas. Un estudio reciente mostró que el cuidado de los peces fue favorable para que los adolescentes con diabetes manejen mejor su enfermedad. Los investigadores hicieron que un grupo de adolescentes con diabetes tipo 1 atendieran a un pez mascota dos veces al día alimentándolo y controlando los niveles de agua. La rutina de cuidado también incluyó cambiar el agua del tanque cada semana. Esto se conjugó con la revisión de los registros de glucosa en la sangre de los niños (azúcar en la sangre) junto con los padres.

Los investigadores dieron seguimiento a la constancia con la que estos adolescentes controlaron su glucosa en la sangre. En comparación con los adolescentes a los que no se les dio un pez que cuidar, los que sí cuidaron fueron más disciplinados a la hora de controlar sus propios niveles de glucosa en sangre, lo cual es esencial para mantener su salud.

Si bien las mascotas pueden traer una amplia gama de beneficios para la salud, un animal puede no funcionar para todos. Estudios recientes sugieren que la exposición temprana a las mascotas puede ayudar a proteger a los niños pequeños del desarrollo de alergias y asma. Pero para las personas que son alérgicas a ciertos animales, tener mascotas en el hogar puede hacer más daño que bien.

¿Puedo dormir con mi perro?

No es malo si se cumple con una serie de condiciones. Si tu pequeño peludo está sano, libre de parásitos y completamente limpio, no supone ningún riesgo. De todas formas, los paseos diarios por la calle propician que acumule cierta suciedad e incluso que coja algún tipo de enfermedad.

Para dormir con tu perro, debes evitar que enferme y, por ello, sea malo que duerma contigo en la cama. Así que debes visitar al veterinario al menos dos veces al año (cada 6 meses) cumpliendo con el calendario de vacunación marcado y desparasitándolo tanto interna como externamente de manera periódica.

Además, es importante bañar a tu perro mensualmente y cepillar su pelo para eliminar o prevenir posibles parásitos.

Según un artículo publicado por la revista Journal of Behavioral Medicine, dormir con tu mascota otorga sensación de seguridad, reduce la ansiedad y aumenta la felicidad, refuerza el vínculo afectivo y reduce el estrés.

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