Piden más medidas de seguridad en bailes y eventos masivos para prevenir tiroteos
La Ciudad de Los Ángeles abre 9 centros de sanación y paz en tiempos de crisis
Cada martes Marú Galván no falta a sus clases de salsa y bachata en un centro nocturno del Valle de San Fernando en Los Ángeles, y al terminar, se queda con sus amigas a bailar.
Con toda honestidad, dice que el tiroteo masivo en el estudio de baile Star Ballroom Dance Studio de la ciudad de Monterey Park, ocurrido el 21 de enero, en donde murieron 11 personas y resultaron 9 heridos, no le hace perder las ganas de seguir yendo a bailar cada semana.
Las víctimas en el salón de baile de Monterey Park fueron 6 mujeres y 5 hombres con edades entre los 50 y 70 años. El autor de los disparos, Huu Can Tran de 72 años se suicidó horas más tarde.
“Si pienso en la posibilidad de un tiroteo, pero qué hacemos… ¿quedarnos encerrados?”, cuestionó.
Marú dice que después de una tragedia como la de Monterey Park, claro que le da miedo que ande tanta gente armada aún más si sufren problemas de salud mental, pero considera que la vida es un riesgo constante.
“Cuando te toca te toca”, dice Marú para agregar que el tiroteo no la va a detener de asistir con regularidad a divertirse y sacar el estrés en sus clases de baile.
La balacera con saldo trágico en Monterey Park, California, considerada la más mortal en la historia de Los Ángeles, ha tenido su impacto emocional entre los asiduos asistentes a los bailes y a otros eventos masivos en la ciudad.
Amelia Hernández Smith, es una trabajadora de escuela en Los Ángeles, a quien le gusta ir a bailar cada semana y asiste con regularidad a conciertos masivos.
“Yo estoy soltera, y me gusta mucho bailar y cantar, y si le estresa a uno pensar en un tiroteo, pero tenemos que seguir viviendo”.
Dice que es muy triste lo que ocurrió en Monterey Park. “¿Todavía me pregunto cómo entró el tirador al salón de baile? ¿Nadie se dio cuenta que llevaba un arma larga?”.
A pesar de lo doloroso y lo traumático que resulta la balacera del Nuevo Año Lunar en Monterey Park, dice que ella seguirá yendo a bailar y a divertirse a los conciertos. “Uno se dedica a trabajar y a trabajar en este país, y por salud mental para mí es muy importante salir a gozar la vida para sacar todas las preocupaciones que vivimos en el día a día”.
Sin embargo, enfatiza que después de lo de Monterey Park, las medidas de seguridad se tienen que intensificar en los eventos públicos masivos.
“Deben revisarse bolsas y hacernos pasar por un arco detector de metales para prevenir que una persona armada entre y haga una masacre. Queremos divertirnos con la tranquilidad de que nada nos va a pasar y que nadie va a llegar con un arma a acabar con nuestras vidas”.
Centros de sanación
Esta semana, el Departamento de Equidad y Derechos Humanos y Civiles de Los Ángeles abrió a lo largo de la ciudad, nueve centros de sanación y paz, a los que han llamado Zonas REPAIR que significa Reformas para la Equidad y el Reconocimiento Público del Racismo Institucional.
Se trata de un programa piloto por $2 millones que trabaja con organizaciones comunitarias para crear espacios físicos y programas públicos enfocados en la sanación económica, social y del medio ambiente.
“Con demasiada frecuencia, las comunidades que sufren de negligencia histórica son continuamente ignoradas. Hoy es un paso para romper con ese estado de cosas”, dijo la alcaldesa Karen Bass.
“Durante mi administración, espero trabajar en estrecha colaboración con el Departamento de Derechos Civiles de Los Ángeles a medida que tomamos medidas en nombre de todos los angelinos”.
Por su parte, la directora del Departamento de Derechos Civiles de Los Ángeles, Capri Maddox , dijo que muchas comunidades de Los Ángeles, principalmente las comunidades de color quedaron excluidas del progreso y las oportunidades, y esas mismas comunidades ahora sufren las tasas más altas de pobreza, contaminación y violencia.
“Los Centros de Paz y Sanación son una manera de comenzar a reparar este daño, trabajando con socios comunitarios de confianza y creando espacios públicos para la sanación social, económica y ambiental”.
Se seleccionaron ocho organizaciones comunitarias para operar Centros de Paz y Sanación en nueve Zonas REPAIR.
Las Zonas REPAIR tienen algunas de las viviendas más contaminadas y sobrepobladas de la ciudad, y representan la mitad de todos los angelinos que viven en la pobreza. Aproximadamente el 87% de las personas que viven en las Zonas REPAIR son personas de color.
Los Centros de Sanación y Paz ofrecerán salud mental y otros servicios de apoyo a las comunidades impactadas por el legado del racismo sistemático.
Los Centros de Sanación y Paz son:
- Para Los Niños al sur de LA REPAIR Zone.
- Volunteers of America Los Angeles (VOALA) en el sur de LA REPAIR Zone.
- Bryant Temple AME Community Development Corporation en West Adams, Leimert Park, y Baldwin Village REPAIR Zone.
- Central City Neighborhood Partners (CCNP) en Westlake REPAIR Zone.
- YMCA LA en Wilmington and Harbor Gateway REPAIR Zone.
- Proyecto Pastoral en Boyle Heights REPAIR Zone.
- Creating Justice LA en Skid Row REPAIR Zone.
- El Nido Family Centers en Arleta-Pacoima REPAIR Zone y Mission Hills – Panorama City – North Hills REPAIR Zone.
Se requiere que cada Centro de Paz y Sanación ofrezca al menos 20 horas a la semana de programación a puertas abiertas, y deberá adaptarse para satisfacer las necesidades únicas de su comunidad.
Los ejemplos de programas incluyen meditación y sanación a través del arte en Skid Row, la tutoría de jóvenes en el sur de Los Ángeles, la concesión de permisos para vendedores ambulantes y la jardinería comunitaria en Pacoima, y un grupo de salud mental para mujeres en Westlake.
Juntos, crearán una red de Centros de Paz y Sanación en toda la ciudad que pueden proporcionar espacios comunitarios para la sanación y el diálogo en tiempos de crisis.
Pulsa aquí para encontrar el sitio web de los Centros de Paz y Sanación.